Me sentía vacía, totalmente vacía, siquiera tenía lágrimas ya.
Estaba ausente dentro de mí y creo que mi corazón salió a dar una vuelta, pero aún no vuelve, ¿volverá? no lo sé, tampoco sé si quiero que vuelva.
Me digo a mí misma que estoy ausente, que estoy vacía de emociones, pero estoy triste, agonizantemente triste, ¿Qué haré? No puedo vivir más con esta tristeza, le hablo a diario dulcemente, le pido amablemente que se vaya, pero se niega a irse, dice que se encariño con mi pecho, pero ya no la quiero aquí, me arde el alma y se está llevando todo de mí, todo lo poco que me queda, aunque tal vez nada nunca fue mío, tal vez solo son cosas ajenas que tome para mí, para rellenar el hueco de mi existir.
Cada que camino siento que una parte de mi vida se evapora, que las ganas se evaporan, ¿qué soy? ¿qué quiero?
Estoy cansada, tan cansada que quisiera dormir mil años.
Quiero sangrar, quiero sangrar incesantemente, tal vez así el dolor se iría de mí, o la vida, que son la misma cosa.
Soy un fantasma caminando en una húmeda y oscura calle, trato de encontrar a alguien que me llene o que me vacíe, ya no importa, pero quiero a alguien, ¿a quién espero? ¿llegará?
Tal vez a quien espero no existe, tal vez yo no existo, podría creer en lo último, pero el dolor que siento me recuerda que estoy viva y que existo, existo más de lo que quisiera...
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El susurro de las palabras
PoesíaEs un libro de poemas que he escrito a lo largo de 8 años, contiene emociones como el amor, la tristeza, la ira y la decepción, entre otros.