Cuando te fuiste de aquí te llamé todos los días, con el tiempo dejé de llamar y tú también dejaste de hacerlo.
No lo hice por rencor ni por maldad, tal vez mi acción fue debido a que el dolor estaba empezando a florecer, tan silenciosamente que no fui capaz de darme cuenta.
Cuatro años después de tu partida empecé a darme cuenta que el dolor había echado raíces en mi alma, pero el dolor no había dejado de florecer, sigue hasta el día de hoy, que ya son 11 años desde que no estás.
De pronto ya no vi la necesidad de llamar, pero entiendo que sufriste mucho de niño pero aunque lo entienda y te comprenda, la verdad es que yo no merecía esto.
Lamento tanto que no tuvieras las herramientas para ser un mejor padre, lamento que te lamentes y lamento que me hicieras lamentar.
Pero ya estoy grande, estoy luchando contra el dolor y espero ganar, y espero que tú también...
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El susurro de las palabras
PoezjaEs un libro de poemas que he escrito a lo largo de 8 años, contiene emociones como el amor, la tristeza, la ira y la decepción, entre otros.