El susurro de las palabras

No podré olvidar

Casi sin darme cuenta me descubría a mí misma pensándote, hay días que siento que mi corazón ha dejado de latir por vos, pero hay otros días en los que siento vacío el corazón, me siento fría y te extraño, más de lo que pudiera explicar, se siente como un desgarro al alma, como si me hubieran quitado todo.
Tal vez es porque me ví obligada a dejar de depositar mi amor en ti, y esto se siente como un duelo aunque nadie murió, pero para ser sincera algo sí llego a su fin, la felicidad.
Me acostumbré demasiado rápido a ella y se fue igual de rápido.
Si te dejo ir para siempre, es probable que me arrepienta el resto de mi vida, dejarte ir sería como arrancar mi corazón con mis propias manos y sin ningún tipo de anestesia.
Si te vas te estarías llevando mi alma, mis huesos, mi vida.
Todo tu ser se había impregnado en mí, en ningún momento deje de sentir que te pertenecía, todo de mí te pertenece, quisiera que te lo llevarás todo, aun sí lo llevarás todo y lo arruinaras te perdonaría.
No puedo evitar pensarte, cuando estoy acostada pienso que todo a mí alrededor se ve tan lúgubre, incluida yo, pero tú habías cambiado esto, todo parecía tener más color.
Tu risita me hacia cosquillitas al corazón y quisiera escucharla el resto de mi vida.
Estoy deseando algo que no puedo tener, quisiera tenerte, quisiera tenernos.
No quiero que me olvides, no quiero olvidarte.
Me diste paz, contigo fue la única vez que sentí que todo iba a estar bien.
Tal vez la razón por la que sentí que eras tan especial y único, es porque sos una estrellita fugaz, brillante y hermosa, pero efímera al fin y al cabo.
En vos encuentro un lugar en el que puedo descansar, sos mi hogar, me haces sentir cálida.
Ojalá nunca te apagues, ojalá nunca nos apaguemos...
Creía que teniendo poesía y arte lo tenía todo, pero tenerlo todo en realidad es tenerte a vos.
Pero todo acabo, después de ti el amor morirá y yo con él...