El sentido a mi vida

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Cada vez que mis ganas de vivir se escapaban con el viento tú las tomabas y me las dabas.
Eso es lo que siempre hiciste.
Cada vez que suspiraba creía que mi alma se desprendía de mí, que la vida se me iba, pero tu me hacías ver que los suspiros no siempre son malos, que a veces los hay cuando mueres de amor por alguien, y eso es lo que justamente me pasaba contigo, moría de amor. Nunca había estado tan convencida de que el amor verdadero existía hasta ahora que te tengo a mí lado.
No había un rostro que se asemejara al tuyo, no habían unos ojos como los tuyos, no había un alma que pudiera ser como la tuya, jamás podría dejarte ir, sí lo hiciera estaría desprendiendome brutalmente de mis propios huesos.
Con cada latido de mi corazón lo escucho decir tu nombre, la sangre que corre por todo mí cuerpo así como todo de mí, clama a gritos tu nombre, todo dando cuenta de que te pertenezco completamente y para siempre.
¿Qué significa para siempre? Siempre temí que el para siempre solo fuera una simple frase que intentaba mostrar romanticismo y intensidad, pero temia que solo fuera eso, una simple frase, que más allá no tenía significado, y que simplemente no prometía nada, sin embargo, cuando te digo que siempre te voy a amar, no solo quiero sonar romántica e intensa, también quiero demostrar que estoy dispuesta a permanecer el resto de mí vida contigo y que mi amor es tan fuerte que los problemas del camino no permitirán que me aleje de ti, y si por alguna razón, en algún momento, nuestras almas ya no se reconozcan y nuestros latidos ya no vayan al mismo son, seguiré amándote, con todas mis fuerzas,  porque así lo declare incluso inconcientemente apenas te conocí, porque mi alma te había buscado desde siempre, te reconoció y al fin te encontró.

El susurro de las palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora