Naomi Tamura, una chica que trabaja en una cafetería, su vida es algo aburrida hasta que un día un chico llamado Rindou Haitani pasa a comprar un café. Naomi con el tiempo se enamora de Rindou, pero que pasaría si él no siente lo mismo?
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- Histor...
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Narra Naomi
Disfrutaba del último bocado de helado cuando el teléfono comenzó a vibrar en mi bolso. Saqué el móvil y miré la pantalla: era Izumi. Seguramente quería saber por qué no me había visto en la cafetería hoy.
- ¡Naomi! -exclamó en cuanto atendí-. ¿Por qué no viniste a la cafetería? Hoy estuvo más concurrido de lo usual, y con una persona menos fue un caos.
Sonreí, sintiéndome un poco culpable por no haber avisado con antelación.
-Perdón, Izumi -le respondí, con un tono relajado-. Hoy decidí tomarme el día para mí. Necesitaba un respiro y, bueno, pensé que un día libre no me vendría mal.
Hubo un silencio corto al otro lado de la línea, y luego escuché su voz suavizarse.
-Mmm... Bueno, me alegra que te tomes un tiempo. Todos necesitamos eso a veces. ¿Estás bien, Naomi?
Su pregunta me hizo dudar. Sabía que Izumi aún no sabía lo que había pasado con Rindou la noche anterior. Tampoco sabía sobre lo que él había dicho en medio de su embriaguez ni cómo sus palabras me habían dejado tan confundida. Sin embargo, decidí mantener todo eso dentro, al menos por ahora.
-Sí, estoy bien -respondí, con un tono ligero-. Solo quería algo de tiempo a solas. Gracias por preocuparte, Izumi.
-Bueno, entonces, disfruta tu día libre, amiga. Te llamaré luego para ver si podemos salir o hacer algo juntas.
-Claro, suena bien -le respondí, aliviada de que la conversación se mantuviera casual.
Cerré la llamada y guardé el teléfono, retomando mi camino con un poco más de claridad. Hoy era mi día, y estaba decidida a no dejar que los recuerdos de la noche anterior me lo arruinaran.
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Narra Rindou
Mientras me dirigía a la cafetería, cada paso reafirmaba mi decisión de hablar con Naomi. No podía seguir dejando que la confusión y las dudas me consumieran. La noche anterior, con todo lo que había ocurrido, aún se sentía como un rompecabezas sin armar. Necesitaba verla y aclarar todo.
Sin embargo, al llegar, algo no encajaba. No vi a Naomi en su puesto habitual, y el ambiente se sentía diferente sin su presencia. Me acerqué a una de las meseras, tratando de que no se notara mi decepción.
-Disculpa, ¿sabes si Naomi está aquí hoy? -pregunté, intentando sonar casual.
La mesera negó con una sonrisa.
-Naomi se tomó el día libre. Creo que quería un descanso.
Asentí, tratando de disimular la inquietud que sentía. Después de debatir conmigo mismo, había llegado listo para aclarar las cosas, y ahora tendría que esperar hasta que volviera.
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Nota de la autora
¡Hola chicas! Si están disfrutando esta historia, las invito a que también apoyen mis demás historias. Sus votos y comentarios me inspiran muchísimo. ¡Gracias por todo el apoyo y nos vemos en el próximo capítulo!🌻
