Narra Naomi
El silencio que había entre nosotros de alguna manera me ponía nerviosa, el se sentó en el otro columpio. Apenas unos minutos antes, Rindou me había escuchado cantar y, ahora, estábamos aquí para hablar de lo que pasó la noche anterior. Notaba su mirada de reojo, esperando a que dijera algo, así que tomé aire y rompí el hielo.
-¿Entonces... qué pasó exactamente? -preguntó, balanceándose apenas en el columpio a mi lado, aunque su tono de voz mantenía la calma, como si no esperara mucho de mi respuesta.
Decidí contarle todo, cada detalle de la noche anterior, desde cómo lo encontré en ese estado hasta cómo había terminado llevándolo a casa. Hablar de eso me hacía sentir vulnerable, pero él escuchaba en silencio, manteniendo los ojos en algún punto indefinido mientras yo relataba cada momento.
Al final, Rindou soltó un suspiro, apartando la vista por un momento y luego sonrió, una mezcla entre vergüenza y alivio.
-Supongo que estaba tan borracho que no tenía idea de lo que hacía. -Se frotó la nuca, y al ver su reacción, me reí un poco, aliviada de que él mismo no se lo tomara tan en serio.
-No te preocupes, de verdad. Solo... quería asegurarme de que estuvieras bien -le respondí con una sonrisa tranquila.
Rindou se inclinó un poco hacia adelante, mirándome con una expresión entre divertida y curiosa.
-Vaya, parece que no le diste importancia. Eso es algo bueno -dijo, casi como si estuviera midiendo mi reacción.
Me encogí de hombros, sintiendo que mis mejillas se calentaban.
-Esa noche, solo quería ayudarte, eso es todo -respondí, con la mirada en mis manos.
Rindou ladeó la cabeza, observándome más de cerca, con una sonrisa intrigada.
-¿Por qué ayudarme a mí, si apenas nos conocemos?
La pregunta me tomó por sorpresa, y mis mejillas se calentaron aún más. No sabía cómo explicarlo; solo había sentido que no podía dejarlo solo. Así que, con una sinceridad que no podía evitar, le respondí:
-No podía dejarte ahí... a tu suerte.
Él se quedó en silencio por un momento, pero luego sonrió con esa calma despreocupada tan suya. Se levantó del columpio, sacudiéndose un poco y mirándome con esa expresión tranquila.
-Me alegra haber podido aclarar las cosas contigo -dijo antes de empezar a alejarse, dejándome ahí en el parque con una mezcla de alivio y algo que no podía identificar del todo.
Por alguna razón, sentí que aquella conversación había cambiado algo entre nosotros.
Narra Rindou
Sentado en el columpio junto a Naomi, traté de mantener una expresión neutral mientras ella me contaba lo que había pasado esa noche. A cada palabra, pequeñas escenas comenzaban a reaparecer en mi mente. Fragmentos borrosos, detalles vagos de ese abrazo desesperado que le di, como si al tenerla cerca intentara llenar algún vacío que no alcanzaba a comprender. Sin embargo, no dejé que mi expresión delatara nada; no iba a darle el gusto de verme afectado por un recuerdo.
Mientras ella seguía hablando, dejé que mi mirada se posara en su rostro. Sin realmente pensarlo, comencé a observarla con más detenimiento. Sus ojos parecían reflejar una especie de calidez tranquila, y su voz, suave y pausada, me daba una sensación extraña. No supe cómo, pero me quedé ahí, observándola de una forma que normalmente no lo haría.
Cuando me di cuenta de que la estaba mirando fijamente, aparté la vista, aclarando mi garganta para romper el silencio. Ella se detuvo un momento, y luego agregó:
-No podía dejarte ahí... a tu suerte.
Por alguna razón, esa frase resonó en mí. La idea de que no me había dejado ahí tirado a mi suerte me dio una especie de alivio que ni siquiera sabía que necesitaba. Sonreí para no dejar ver demasiado y me puse de pie, recordando de repente que Ran me había llamado antes para ir a una reunión de Tenjiku. No podía demorarme más, así que me despedí y empecé a caminar de regreso, dejando a Naomi en el parque.
Sin embargo, mientras me alejaba, los recuerdos de esa noche volvieron a mi mente con más claridad. Recordé su voz tranquila diciéndome que no me dejaría, el peso de mis propios sentimientos mal canalizados. No supe en qué momento, pero sentí un leve calor en las mejillas al recordar cómo me sostuvo sin cuestionarme.
Detuve el paso y llevé una mano a la cara, como si eso pudiera detener el leve sonrojo que sentía. Estaba consciente de que esta situación no debía afectarme, y sin embargo, ahí estaba, sintiéndome sorprendido por la sinceridad de Naomi y algo más que aún no lograba descifrar.
Nota de la autora
¡Hola chicas! Quería contarles que pronto se vienen capítulos aún más interesantes, así que estén atentas a lo que viene. ¡Gracias por su apoyo y por seguir la historia!🌻
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EPIFANÍA (Rindou Haitani)
RomansaNaomi Tamura, una chica que trabaja en una cafetería, su vida es algo aburrida hasta que un día un chico llamado Rindou Haitani pasa a comprar un café. Naomi con el tiempo se enamora de Rindou, pero que pasaría si él no siente lo mismo? --- - Histor...