Capítulo 8: "Noche fría"

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Narra Naomi

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Narra Naomi

No sabía cómo había terminado aquí. Izumi me convenció de venir a esta fiesta, y ahora me encontraba en medio de todo el bullicio. Estaba a punto de cantar una canción, pero antes de comenzar, lo vi a lo lejos, sentado en una de las mesas... Rindou.

Mi corazón dio un vuelco.

Intenté concentrarme en la canción, pero no podía. Mientras cantaba, mis ojos se dirigían inevitablemente hacia él. A pesar de que parecía un poco borracho, sus ojos, aunque a veces perdidos, se cruzaban con los míos. No podía dejar de mirarlo, aunque trataba de disimular.

—¡ESO FUE UNA PRESENTACIÓN MARAVILLOSA DE ESTA HERMOSA DAMA! —anunció el presentador desde el escenario.

—¡Naomi, cantaste increíble! —dijo Izumi, abrazándome emocionada.

—No es para tanto… —respondí con una sonrisa tímida.

—¡Claro que sí! Vamos, deberíamos celebrarlo con una bebida —dijo, tomándome de la mano.

—Sabes que no puedo tomar, Izumi —respondí, algo sarcástica.

—Cierto, eres la menor de edad —dijo riéndose—. Bueno, al menos podemos pasar la noche conociendo a algunos chicos, ¿no?

No sabía qué responder. Mientras Izumi hablaba, de reojo vi a Rindou. Seguía en la misma mesa, pero ahora con la cabeza apoyada en sus brazos. Parecía haber bebido demasiado. Sentí un impulso extraño de ir hacia él, pero también tenía miedo.

Durante varios minutos, mi mente luchaba entre la lógica y ese impulso. Finalmente, me decidí. No haría daño si solo pasaba a saludarlo, ¿verdad?

—¡Naomi, me estás escuchando! —Izumi interrumpió mis pensamientos.

—Lo siento, Izumi, pero... voy a otro lugar —dije mientras me alejaba.

—¿Qué? ¡Espera! —gritó, pero no me detuve.

Caminé hacia la mesa donde estaba Rindou. Al llegar, me senté frente a él, en silencio. Su expresión cansada y el ambiente caótico contrastaban con lo que sentía en mi interior.

—Vaya, te pasaste de copas —murmuré.

Para mi sorpresa, respondió con una voz rasposa: 
—Esto no es nada.

—¡¿Eh?! ¡Pensé que estabas dormido! —me sobresalté.

—Solo estaba descansando los ojos —respondió, mirándome finalmente.

EPIFANÍA (Rindou Haitani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora