Me situé frente a mi espejo, abrochándome el collar alrededor de mi cuello. Me arregle el vestido negro que me había puesto y me abroche los tacones del mismo color del vestido. Utilice mis manos para recoger mi cabello en una coleta y ponerme un poco de rímel.
Alguien toco la puerta.
—Adelante.
Vi a Louis por el espejo quien llevaba puesto un traje negro con camisa blanca y corbata. Se acerco a mí e hizo una mueca, confundido si debería de sonreír.
Entre sus manos, llevaba una rosa con detalles blancos. Se puso a mi lado y la dejo en el tocador.
—Es para ti, para que te sientas me....
—Gracias—. Lo interrumpí y tome cualquier cosa del tocador para que viese que estaba ocupada.
Suspiro y paso una de sus manos por su cabello que ahora estaba más largo, llegaba debajo de las orejas.
—En unos minutos nos iremos—. Me sonrió por el espejo y salió, cerrando la puerta a su espalda.
Me vi bien en el espejo, observando cada una de mis imperfecciones. Las largas noches de llanto habían hecho que tuviera ojeras y los ojos algo hinchados. El color de mis labios ya no estaba ni el color radiante de mi rostro. Ya no tenía los ánimos ni para aplicarme algún labial para darle algo de color a mi cuerpo.
Pero ¿por qué le pondría color a algo cuando mi vida ahora estaba en blanco y negro?
Recordé a donde iba hoy y sentí como mi piel se erizaba. Se había acabado la negación y las mentiras. Hoy era el día en que entraba de nuevo a la realidad y no lo podría evitar ni con algún buen pensamiento.
Hoy era el funeral de mamá.
Era cierto. Ella murió y tenía que sacarme de la mente que ella estaba bien, curando su enfermedad.
Pero no. Hoy iba a ser la última vez que vería su cuerpo y su cara. Ya no vería su sonrisa, ya no escucharía el sonido de su risa, ya no vería sus ojos llenos de vida, ya no la abrazaría fuerte y oler su dulce perfume que ella me ponía cuando era pequeña. Ya no vería nada de ella y eso volvió a romper en otros mil pedazos a mi corazón.
Seque de inmediato la lágrima que apenas iba bajando por mi mejilla.
Tome la rosa y me levante. Revise mi cabello por última vez y salí de mi cuarto.
Estaban Zayn y Louis hablando de algo que no me daba tanto interés saber. Zayn iba vestido igual que Louis solo que él, se peino el cabello hacia atrás.
—Ya podemos irnos—. Dije y me voltearon a ver sorprendidos.
Zayn se quedo parado un momento para analizarme y asegurarse si estaba bien. Se arrepintió cuando entro en razón y supo que era obvio que no lo estaba.
—Vámonos—. Louis saco las llaves de su carro del pantalón y nos dirigimos a la salida del departamento.
Louis trato de tomar mi mano pero la aleje. No quería nada de comprensión ni lastima.
En el camino, Louis había apagado la radio y hablaba bajito con Zayn.
Sabía que hablaban de mí porque Zayn me veía por el retrovisor y siempre hacia eso cuando hablaba sobre alguien, tenía la mirada sobre aquella persona. Súper discreto.
Llegamos a los jardines y sentí otra vez ese dolor en mi pecho.
Era real. Era el funeral de mamá. Ella no iba a regresar al día siguiente.
—Quisiera quedarme un momento en el carro—. Los dos quisieron protestar pero aceptaron mi decisión.
Bajaron los dos y caminaron hacia donde la gente estaba reunida. Había amigas y amigos de mamá del trabajo, una señora que era idéntica a mamá y a su lado, una señora más mayor que tenía rasgos parecidos a la señora de su lado.
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Shouldn't Come Back [OA2] Louis Tomlinson
Fanfiction"Tal vez no debiste regresar" "Si, tal vez"