Shouldn't Come Back [OA2] Louis Tomlinson

Capitulo 18. "With ears to see and eyes to heard"

Louis — PDV

—No fue nada grave, Louis—. Eleanor seguía tranquilizándome mientras yo caminaba de un lado a otro por la habitación del hotel. Se quito las sabanas de encima y se puso su blusa—. Tranquilo.

—No puedo. Lo pude haber matado—. Y era cierto. El doctor dijo que un golpe más y pudo haber sido hemorragia cerebral pero solo fue fractura en la nariz, unos moretones en los ojos y fractura en la frente. Nada malo.

—Pudiste pero no lo hiciste, Lou—. Me tomo de los brazos.

—Toda la mierda que me meto me está jodiendo.

—Te lo he dicho desde que me contaste de tu problema. ¡Dios, Louis! Tiemblas, tus ojos se ponen rojos, te estresas mucho, cambias de humor cada cinco minutos, estás muy delgado y… ya no sé qué decirte—. Se sentó en la cama—. Lo único que me cuida de ti, es la protección que usas cuando tenemos relaciones.

—No puedo hacer nada.

— ¡Claro que sí!

—No.

—Hay algo que puedes hacer—. Sonrió.

—No lo digas.

—Ir a rehabilitación.

—No iré, Eleanor—. Me puse mis zapatos.

—Tendrás que ir.

—Ya no hay solución. Nunca lo habrá.

—Lo habrá. No es una enfermedad terminal.

—Para mí si lo es—. Le sonreí.

— ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te drogabas? —. Pregunto.

“Solo recuerdo que fue por algo de una ex novia…”

—No sé. La curiosidad mata al gato, ¿no?

—Estoy cansada de esto, Louis. Estoy cansada que no te preocupes por ti mismo. Si sigues así… ten por seguro que terminamos—. Se puso sus jeans junto con su ropa interior, tomo su bolso y camino hasta la puerta—. Borra mi número y borra de tu mente que fuimos algo.

Abrió la puerta y se fue.

— ¡Eleanor, espera! —. Salí pero era tarde, ya había entrado al elevador.

—Vaya, vaya… mira a quien nos encontramos, Collins—. Gire sobre mis talones y estaba Sam parado a lado de un rubio teñido.

—No hoy—. Bufé.

—No sabía que tu novia se hospedaba enseguida de nuestro cuarto—. Dijo Sam.

—Tú eras el que le estaba dando duro la otra vez. Eres Louis y ella es Eleanor. Por eso gritabas su nombre—. Sonrió complacido—. Apuesto que lo disfruto, ¿puede caminar bien?

—No sea tonto, Cam—. Rió Sam.

—Tengo prisa así que dejen sus babosadas y déjenme ir, ¿okay?

—No tan rápido, chaparro—. Dijo el amigo de Sam.

—No me llames chaparro, rubio teñido—. Me puse de puntillas para estar a su altura.

—Soy rubio natural—. Dijo.

—Dejen de citar a cazadores de sombras—. Dijo Sam.

—No te metas conmigo—. Levante un puño.

—Tranquilo—. Dijo Sam sarcástico—. No lo vayas a matar.

— ¿Quién te dijo? —. Tome por la camisa a Sam.