"Realmente no tienes vergüenza mocosa... despertar a la gente a esta hora de la mañana de verdad"
Pyrion con rostro malhumorado miro con resentimiento a la pequeña lolita frente a él.
Anoche, Pyrion se había quedado despierto hasta tarde, probando los límites de sus habilidades mejoradas tras la reciente actualización de su estado hecha por Hephaistos.
Originalmente había planeado dormir hasta el mediodía, pero jamás se habría imaginado que una loli descarada azotaría su puerta al amanecer.
Con sueño y sin un ápice de paciencia Pyrion deseo poder darle unas cuantas nalgadas a la mocosa, sin embargo en una lástima que la "mama" de la otra parte viniera con ella por lo tanto es difícil actuar.
"Mis disculpas, Pyrion-san. Ais estaba realmente ansiosa por recoger su arma," Con un pequeño sonrojo la preciosa elfa Riveria se disculpo con algo de vergüenza.
"Oye, de verdad... sigh olvídalo," suspiró Pyrion, lanzando una última mirada de reproche a la pequeña rubia, cuya expresión de anticipación era imposible de ignorar. "Vamos, mocosa. Te mostraré tu arma."
Con un suspiro resignado y sin poder evitar sentir algo de simpatía ante la emoción en los ojos de Ais, Pyrion se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su taller
Saliendo de la residencia principal de la familia Hephaistos, el grupo de tres se adentro por la enorme zona industrial de la familia Hephaistos.
A pesar de ser tan temprano en la mañana, muchos de los miembros de la familia Hephaistos ya estaban activos, las grandes fraguas de la familia Hephaistos ya empezaban a encenderse.
Pyrion soltó una risa leve mientras veía la actividad a su alrededor. "Tal vez soy el único perezoso en la familia, ¿eh...?"
Riveria se permitió una pequeña sonrisa ante su comentario. "Dudo que alguien aquí piense eso, Pyrion. Todos saben cuánto trabajas..."
Como el mejor herrero de Orario y capitán de la familia Hephaistos, Pyrion no solo esta lleno de importante pedidos, sino que también tiene que encargarse de la mayor parte de la logística de la familia.
Si no fuera por Tsubaki que ayuda a compartir parte de su carga, probamente no tendría espacio para dormir.
"Bueno mocosa, hemos llegado" Parado frente a su amplio taller, Pyrion sonrió y sin perder tiempo tomo sus llaves y empezó a abrir la gran cantidad de cerraduras.
Después de un rato, todas las cerraduras estuvieron abiertas y la enorme puerta metálica se abrió de par en par.
"Adelante, Ais," dijo Pyrion, gesticulando hacia el interior con una sonrisa cansada. "Te mostraré rápidamente tu arma... así tal vez pueda dormir otro rato."
Ais avanzó, sus ojos brillando con emoción mientras cruzaba la entrada del taller.
Pyrion se rascó la nuca, su expresión una mezcla de resignación y humor. A pesar del mal humor de la mañana, ver la expectación de Ais por recibir su arma hacía que el esfuerzo valiera la pena.
Dirigiéndose a una mesa cubierta con un paño oscuro y, con un gesto teatral, retiró la tela para revelar el arma. "Aquí está, mocosa," dijo, su voz volviéndose un poco más solemne. "Forjada para ti... y solo para ti."
Frente ella, un preciose estoque brillaba con gran majestuosidad. Su filo que parecía poder cortar cualquier cosa que se interpusiera en su camino le daba un toque de elegancia pero agudeza a la preciosa obra.
"Está hecha principalmente de mithril, así no tendrás problemas al agregar tu magia. Su base y filo están reforzados con oricalco, lo que le otorga una enorme resistencia," explicó Pyrion, con orgullo en su voz. "Quería asegurarme de que tu arma no solo sea hermosa, sino también increíblemente funcional. Este material es ligero y versátil, perfecto para tu estilo de combate."
ESTÁS LEYENDO
Fragua y Acero
Fiksi Penggemar"Después de morir en su mundo anterior, Pyrion renace en el fascinante mundo de Danmachi con una nueva identidad y una segunda oportunidad. Ahora como un talentoso herrero y orgulloso miembro de la familia Hephaistos, Pyrion se embarca en una aventu...