El Capitán Kirk y el equipo estaban en la sala de control, estudiando el mapa de la trayectoria Romulana. Chekov intervino:
—Capitán, según los cálculos, la nave romulana cruzará cerca de Saturno. Si usamos una de sus lunas, Titán, los anillos del planeta deberían hacer que nuestros radares sean indetectables.
El Dr. McCoy se volteó hacia el joven oficial con escepticismo.
—¿Qué edad tienes?
—Diecisiete, señor.
McCoy lanzó una mirada al Capitán y suspiró.
—Genial, un adolescente nos va a llevar directito a una trampa mortal.
—De hecho, los cálculos del joven son correctos, doctor —intervino Spock—. Capitán, sugeriría que me envíe a la misión. Mis similitudes culturales con los romulanos pueden permitir acceso a su computadora.
Kirk asintió.
—Voy contigo.
Spock alzó una ceja.
—Si le dijera que no es recomendable, estoy seguro de que simplemente me ignoraría.
Kirk sonrió con confianza.
—Entonces, andando.
Scotty los transportó, pero en cuanto tocaron suelo enemigo, el taladro romulano se activó, interfiriendo las comunicaciones.
Spock
Scotty nos transportó a la nave romulana. Tuvimos que defendernos a tiros, aunque Jim, en lugar de eliminar a uno de los guardias, optó por noquearlo para que pudiera usar mi "voodoo vulcano", como él le llama. Mediante el contacto mental, descubrí dónde se encontraba la materia roja y el Capitán Pike.
Guié a Jim por los corredores oscuros, directos a una nave de origen vulcano que los romulanos habían confiscado. Cuando tocamos su interfaz, un reconocimiento se activó.
"Reconocimiento facial y de voz ejecutado. Bienvenido, Embajador Spock."
Me detuve, sorprendido.
—Fascinante…
Kirk se acercó.
—¿Algo que quieras decirme, Spock?
—Capitán, algo en este lugar... me resulta familiar.
Kirk sonrió y me lanzó una mirada divertida.
—¿Puedes pilotearla?
—Algo me dice que sí.
Pero había algo más que debía decirle, algo que no podía seguir conteniendo.
—Capitán, hay algo que debo confesarle —murmuré, deteniéndolo con una mano en su brazo. Quise transmitirle mis emociones a través del contacto, esperando que entendiera.
Jim me miró, sorprendido, pero luego asintió.
—Debo irme —susurró, retirando su brazo con suavidad antes de desaparecer en la penumbra.
Aún perplejo, recordé que tenía una misión. Los sentimientos podían esperar.
Jim
El contacto de Spock me sacudió de una manera inesperada, despertando en mí emociones que no quería admitir. Me fui, no porque quisiera alejarme, sino porque no podía permitirme sentir eso… no en medio de una misión.
Cuando encontré al Capitán Pike, liberar sus ataduras fue sencillo. Lo complicado fue enfrentarme a las emociones que ese toque había despertado.
Narrador
Spock completó su misión y destruyó el taladro romulano. En un último acto de sacrificio, tenía la intención de estrellar la nave vulcana contra la romulana. Pero en el último segundo, Kirk y Spock fueron transportados de regreso a la Enterprise. El Capitán inició una transmisión con el enemigo.
—Su nave está siendo arrastrada hacia un agujero negro. La Federación ofrece su ayuda en nombre de una tregua con el Imperio Romulano.
Spock miró al Capitán, sorprendido.
—Capitán, ¿qué está haciendo?
Kirk sonrió y murmuró al oído de Spock.
—Lo lógico. Creí que te complacería.
—Esta vez, no.
El comandante romulano rechazó la oferta, prefiriendo hundirse en el vacío. La Enterprise luchaba para escapar del tirón del agujero negro, logrando finalmente crear una explosión con las góndolas warp, que los lanzó fuera de peligro.
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Días después, de vuelta en la Tierra, Jim Kirk fue honrado en una ceremonia especial.
—Por su heroísmo en el caso Nerón, el Consejo ha decidido condecorarlo y otorgarle el mando de la Enterprise.
El Capitán Pike le cedió el mando con orgullo.
—Tu padre estaría orgulloso, hijo.
Después de la ceremonia, Spock se alejó y, en un rincón, se encontró con un anciano Vulcano.
—Padre…
El anciano lo interrumpió suavemente.
—Ahora somos pocos los que quedamos. Escúchame: si tienes sentimientos hacia alguien, exprésalos a su manera. En este caso, de la forma humana.
Spock lo miró, confuso.
—¿Cómo lo sabe?
—Soy tú, Spock… pero del futuro. Ahora vive tus propias aventuras. Larga vida y prosperidad.
Spock observó al anciano desaparecer en la multitud y, decidido, fue a buscar a Kirk.
Spock
Lo encontré en un patio trasero, sentado solo, mirando el suelo.
—Capitán… Me resulta extraño que no esté disfrutando de su propia fiesta.
Él levantó la vista, algo melancólico.
—Tengo en qué pensar. Además, no tienes que llamarme Capitán fuera de servicio, Spock.
Asentí.
—Jim, no sé mucho sobre sentimientos. Nunca exploré mi lado humano. Pero… hay algo que sí sé.
Kirk me miró, con una chispa de esperanza en sus ojos.
—¿Estás diciendo que te enamoraste de alguien?
Asentí, y el brillo en sus ojos se desvaneció.
—Esa persona eres tú, Jim. Mis sentimientos hacia ti son… intensos. Son más que amor.
Jim se sorprendió, el brillo en sus ojos regresó, como si el universo mismo le devolviera la esperanza.
—Yo también te amo, Spock. Pensé que, por tu naturaleza, nunca me aceptarías.
Lo miré, sintiendo un peso desaparecer en mi interior.
—Amarte es lo más lógico que he hecho, Jim. ¿Quieres ser mi compañero?
Kirk me tomó suavemente el rostro y me besó.
—Claro que sí.
Ambos compartimos una sonrisa, sabiendo que lo que nos esperaba era un viaje hacia lo desconocido, pero juntos
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A TU LADO
FanfictionDesde que se conocieron ambos estaban enamorados, tenían una conexión, Pero ambos se negaban a verlo, hasta que llegó aquel dia que los romulanos iban a atar vulcano dónde sus sentimientos salieron a flor de piel, Jim hizo lo que ningun humano logro...