Acaricié mi vientre, intentando aliviar el dolor de manera disimulada. El leve consuelo que sentí fue suficiente para reunir la fuerza que necesitaba.
—Señor, se aproxima una nave extraña —informó Sulu.
—Haga un acercamiento —pedí, levantándome con esfuerzo.
Al ver la pantalla, mis ojos se abrieron con incredulidad. No era una nave, sino cientos, como un enjambre oscuro que se movía con precisión aterradora.
—¿Qué es esto? —le pregunté a la chica que nos acompañaba, intentando contener mi miedo—. Escudos al máximo, alerta roja. Disparen todo lo que tengamos.
—Capitán, la nave no está preparada para este tipo de combate —me advirtió Spock.
—Activen el warp, vámonos de aquí —ordené, aunque una sensación de impotencia comenzó a apoderarse de mí al ver que no podíamos huir.
—Scotty, necesito el warp. ¡Ahora! —clamé, con desesperación creciente.
Pero los alienígenas eran implacables. Con precisión despiadada, separaron las góndolas de la nave, y mi corazón se hundió.
—Señor, las góndolas. se... se fueron —informaron, su voz llena de incredulidad y temor.
La Enterprise estaba vulnerable, y cada parte de mí gritaba con desesperación.
—Toda la seguridad, código rojo —ordené, sintiendo la gravedad de la situación pesando sobre mis hombros—. Scotty, haga todo lo que pueda.
Esas criaturas invadieron la nave, perforando el casco como si nada. Spock y Bones fueron a investigar, mientras yo, lleno de incertidumbre y con cada músculo tenso, permanecía en el puente, esperando noticias.
—Señor, los infiltrados buscan el arma que llevamos a Tinax —dijo alguien, antes de que la comunicación se cortara.
—Spock, Spock... —Llamé, pero solo escuchaba estática. Respiré hondo y, con una firmeza que apenas sentía—. Señor Sulu, tiene el puente.
Salí decidido, aunque el temor me carcomía. Frente a mí apareció una figura que, en un abrir y cerrar de ojos, me derribó con fuerza. Me sentí vulnerable, pero no podía darme el lujo de flaquear.
—Capitán Kirk —pronunció, en tono sombrío.
La nave se estremeció, y la confusión en mi mente se mezcló con un inesperado destello de esperanza. Aproveché el momento y me llevé el arma.
Cuando por fin intentamos huir, aquellos seres perforaron el cuello de la Enterprise, dejando solo el platillo.
—¡Abandonen la nave! —escuché la voz de Sulu, llena de resolución y sacrificio.
Intenté separar el platillo del cuello de la nave, pero una extraña figura me persiguió, amenazando con acabar conmigo. Uhura apareció para ayudarme, pero en el forcejeo, ella cayó con la sección destruida de la nave hacia el planeta. Me sentí impotente, viendo cómo todo lo que me importaba se desmoronaba frente a mis ojos.
Llegué al puente justo a tiempo para evitar que los intrusos mataran al resto de la tripulación. Pero ya era demasiado tarde: ellos habían capturado a casi todos.
—Vayan a sus cápsulas de escape —ordené, sabiendo que era nuestra última oportunidad. Observé a mi tripulación escapar, mi corazón dolido y mi mente inundada de recuerdos. La Enterprise, esa nave que había sido mi hogar, mi refugio… ya no existía.
Lleno de rabia, apunté mi arma hacia la alienígena.
—Sabías que nos iban a atacar —acerté a decir, mi voz gélida.
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A TU LADO
FanficDesde que se conocieron ambos estaban enamorados, tenían una conexión, Pero ambos se negaban a verlo, hasta que llegó aquel dia que los romulanos iban a atar vulcano dónde sus sentimientos salieron a flor de piel, Jim hizo lo que ningun humano logro...