Capítulo 15: Trío

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Advertencia 18+ : Puede tener contenido sumamente explícito, pero si no les gusta, sáltense este capítulo

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Advertencia 18+ : Puede tener contenido sumamente explícito, pero si no les gusta, sáltense este capítulo.

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                           Beverly Hills - 15 de Agosto de 1989

Han pasado tantas cosas últimamente.
El tiempo parece que vuela sin que lo notemos, y ya han pasado meses desde la última Navidad con los Menéndez. Recuerdo claramente cómo pasamos Año Nuevo juntos, como si fuera ayer. Erik se graduó, y yo fui su pareja de ceremonia, como una de las cosas más especiales que hemos compartido hasta ahora. La relación entre los tres ha crecido de una manera increíble, llena de amor y complicidad. A veces siento que lo que tenemos es difícil de describir con palabras. Hay algo en el aire cuando estamos juntos, una energía que siempre ha estado ahí, pero que se ha intensificado con el tiempo.

Pero los últimos meses... han sido un verdadero infierno para ellos. José ha cambiado, y no de la manera buena. Cada vez está más cruel, las discusiones se hacen más intensas y las palizas más frecuentes. Los chicos no me lo cuentan todo, pero es obvio. Por eso, mis visitas a su casa se han vuelto mucho más constantes, siempre que puedo estar allí voy, para darles un poco de paz, aunque sea por un par de horas. Hoy, sin embargo, decidimos hacer algo diferente: ejercicio. Los tres, juntos. ¿Una forma de liberar tensiones? Quizá, pero lo cierto es que tenía ganas de estar con ellos.

Cuando llegué, Lyle me recibió en la puerta, sin camiseta, sudoroso y con una sonrisa juguetona en el rostro.

—¿Te gusta lo que ves? —me dijo, con una ceja levantada y la boca curvada en una sonrisa desafiante.

Me sonrojé, pero traté de no mostrarlo.

—Mmm...he visto mejores —respondí, con tono juguetón para ocultar el nerviosismo que sentía al verlo así.

Lyle soltó una carcajada, guiándome hacia el patio, donde Erik también estaba ejercitándose, sin camiseta. Sonreí al verlo, y Erik, al verme, se acercó rápidamente, dejando de hacer lo que estaba haciendo para darme un beso corto en los labios.

—Pensé que te habías perdido, llegaste tarde—dijo, con su sonrisa de siempre.

—Había algo de tráfico —respondí haciendo una mueca, con las mejillas ligeramente rojas por aquel beso.

Lyle quien estaba en una esquina mirando la escena, gritó mientras aplaudía . —¡Bueno, Bueno! Empecemos con los ejercicios ¿no?— soltó con una sonrisa.

Y es así como comenzamos la sesión de ejercicios en grupo, en un ambiente que se llenaba rápidamente de risas y rivalidad amistosa. Lyle y Erik, siempre dispuestos a retarse mutuamente, no tardaron en lanzarse miradas competitivas, y yo me uní a la diversión, curiosa de ver hasta dónde llegaría este desafío entre hermanos.

Empezamos con una serie de sentadillas. Lyle se colocó frente a Erik, imitando sus movimientos, y ambos comenzaron a sincronizar sus bajadas y subidas, cada uno tratando de ir un poco más rápido que el otro. No pude evitar reírme mientras los veía; sus expresiones de concentración y determinación eran cómicamente serias. Pronto, Erik se dio cuenta de que los observaba sin participar, y con una sonrisa, me hizo un gesto para que me uniera.

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