PROFECÍA DE SANGRE Y FUEGO

[XXIV]

(Asegurense de haber leído el anterior ☺️)

• ⊱✿⊰ •

El ambiente estaba cambiando en la fortaleza, Otto Hightower había vuelto para ocupar el lugar de Mano nuevamente; Laenor había partido a otro viaje y ésta vez se había llevado a Luke, su primogénito con él, más que todo por orden de la Serpiente Marina; el embarazo de la reina Alicent estaba ya en boca de todos; y había un nuevo cabecilla de los Capas Blancas.

—El título de lord comandante te sienta bien —bromeó sir Arryk apoyado en el marco de la puerta.

—Si quieres una habitación propia, no tendría problemas en dártela —respondió mirando el lugar.

—Sería útil si tuviera con quién usarla —se atrevió a decir—. En cambio tú...

—¿Yo qué? —preguntó girándose para verlo.

—¿Cuántos años más van a alargar eso?

—No tengo ni la más mínima idea de a lo que te refieres.

—Hablo de Gwayne, evidentemente.

—Sé mucho menos a lo que te refieres.

Arryk cerró la puerta tras de él.

—No finjas demencia, si yo lo noto es porque ustedes dos también lo hacen.

—Él quiere matarme, yo también quiero hacerlo.

—¿Estás seguro de eso?

—Claro que sí.

—Pues no has visto la manera en la que él te mira, quiere hacer cualquier cosa menos matarte.

—Te equivocas.

—No lo hago, el problema es que tú sólo tienes ojos para la reina Alicent.

—Es a quien juré proteger.

—Ajá, sí, sólo la miras como cachorro enamorado por eso.

—A la reina le debo mi vida, tiene mi total devoción.

—Y tu corazón, Criston, es obvio. Deja de negarlo, y deja de perder el tiempo con eso. Tú y yo lo sabemos muy bien, la reina Alicent le pertenece al príncipe Daemon y viceversa.

—No deberías decir eso en voz alta.

—Sólo estamos los dos, por eso podemos ser sinceros, ¿no?

—Deja el tema de lado y el de Gwayne también.

—Que desperdicio —se quejó—. Él podrá no ser un príncipe como tal, pero lo parece, lo que daría por tenerlo abajo mío.

—¿No tienes una pizca de decencia? ¿No hay nada a lo que digas «ésto es demasiado inmoral»?

—La verdad es que no.

• ⊱✿⊰ •

Viserys, en un deseo de ejercer su paternidad y vínculo con sus hijos (para variar), había planeado un pequeño viaje al bosque real con ellos.

La idea era que aprendan a cabalgar, hasta les consiguió un caballo para cada uno; dar unas vueltas y terminar el día con una fogata antes de volver a la mañana siguiente. Gwayne había ido con ellos junto a varios de los guardias reales.

Por eso la fortaleza ese día estaba silenciosa, los únicos niños eran Jace y Joffrey dando vueltas por su parte del castillo. Sí, tenían una parte, o algo así. Implícitamente Rhaenyra y Alicent dividieron la fortaleza en dos, había zonas que siempre frecuentaba la reina o sus hijos, y por ahí la princesa heredera o sus hijos no iban, pasaba lo mismo con los lugares que ellos frecuentaban.