Haseki Sultán《AU #rubegetta》#karmaland

El karma te observa

Segunda parte
La Sultana favorita

En la largura del pequeño fragmento de tiempo que se había presentado hasta ahora, se habían presentado unos hechos importantes, entre los cuales volvió a agudizar su perspicacia. En primer lugar, el bautizo de su hija con la presencia de los duques.

Los tres trillizos se habían encontrado felices y sorprendidos de en aquel lugar de dinastía encontrar al Khuntha con una niña; que vieran sus morados ojos fue algo que felicitaron con una enorme confusión. Además-sobre todo Alejandro-se alegraron al saber que las sirvientas de su nuevo familiar eran las concubinas que habían "descubierto" la diferencia entre los tres.

Conoció por fin al hermano de su amor al él estar presente, aunque aún se mantenían fragmentados los grupos entre las mujeres con las y los niños y los hombres. El único de los hermanos que decidió apoyar al actual Sultán había batallado silenciosamente a su lado, incluso se había casado con su actual esposa, que era otra princesa de la ya no existente comunidad autónoma, por petición política. Un hombre guapo no más alto que su hermano menor, con una sonrisa grande, ojos verdes que heredó de su madre-la ex-rival de la joven Inés-y que ahora heredó su hijo menor.

No tuvieron una larga conversación, pero sí cementó la simpatía entre ellos. Lo que más hizo el Kadyn esos días-además del bautizo en sí-fue entretener a los niños, los cuales expresaron su tristeza, pues estaban creciendo y el próximo año, cuando cumpliesen doce años, no podrían seguir viviendo en este harén.

-Entonces les daré su primer primo, así volverán a verme.

-No será el primero.

-Ya tuvimos, pero los dioses se lo llevaron. -Rubén los vio detenido, había olvidado ese detalle.

En segundo lugar, ocurrió la famosa boda entre el Gran Visir y la Sultana Kristina, donde él de regalo de bodas hizo comprar para ella un perfume de flores. A Kristina la encontró rebosante de alegría, emocionada con cada decisión para su boda. A Valide Sultán regular, casi sin demostrar emoción ante el tema; no estaba muy seguro del verdadero desagrado que la mujer le tenía al Gran Visir, pero desde el día que notó una cara diferente en la matriarca ella no se volvió a quejar del tema.

Fue una boda vistosa con gran entretenimiento, buena comida y una bella ceremonia. Ambos prometidos sintieron el nerviosismo acomodarse en sus pieles al subir al altar y dar sus votos. Ambos sintieron un enorme alivio al compartir sus nuevos tesoros en sus dedos. Se llenaron de ánimo al disfrutar de la boda, y el amor les inundó al disfrutar de la noche de bodas.

Cerca de ese tiempo hizo presencia la tan querida confirmación para Rubén, que fue comunicada gracias a Lolita en la antigua habitación que compartían.

-Fui a recibir las noticias del eunuco Miguel, como pediste. He de decir que cada que paso tiempo con él comprendo por qué le tienes tanta confianza, es muy agradable... En fin, el Gran Visir por fin te respondió. -le extendió la carta. Él la recibió entusiasmado

En la carta del Gran Visir expresó sus disculpas-aunque Rubén no las creía-por no haber respondido antes a sus peticiones de amistad. Agradeció la influencia del Khuntha para unirlos a él y a la Sultana y que comprende que Kristina le tiene bastante cariño, confianza y agradecimiento. Lo más importante de la carta fue que Guillermo aceptó tener "una especie de vínculo" con la concubina, y que si tenía algún pedido que se lo hiciese saber.