capitulo 15

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Bruno se armó de valor y avanzó hacia la siguiente puerta. Esta era diferente a las anteriores; su superficie era opaca, de un material metálico y frío, sin ningún tipo de decoración. Al tocarla, una corriente eléctrica suave recorrió su mano, y la puerta se abrió automáticamente con un suave zumbido.

Al cruzar el umbral, se encontró en una sala que parecía completamente vacía. No había ventanas, ni muebles, ni siquiera un solo objeto sobre el suelo. Lo único que destacaba en el espacio era una enorme esfera flotante, suspendida en el centro de la habitación. La esfera emitía una luz tenue, de un color que cambiaba suavemente entre tonos de azul y verde. Al acercarse, Bruno pudo ver que había una serie de símbolos y líneas finas que recorrían su superficie, como si estuvieran en movimiento constante.

"¿Qué es esto?", murmuró Bruno, sintiendo una creciente sensación de inquietud. La esfera parecía pulsar con una energía extraña, como si tuviera vida propia.

De repente, una voz resonó en el aire, como si estuviera emanando de la propia esfera.

— "Para avanzar, debes comprender la conexión."

La voz era profunda y resonante, pero al mismo tiempo suave, casi hipnótica. Bruno se quedó quieto, observando la esfera y esperando más instrucciones. Sin embargo, la voz no continuó de inmediato. En cambio, las líneas y símbolos en la esfera comenzaron a moverse más rápido, como si estuvieran siendo reorganizados por una fuerza invisible.

Un destello de comprensión atravesó la mente de Bruno. ¿La conexión? Era como si algo le estuviera diciendo que necesitaba encontrar un patrón en los símbolos, algo que pudiera desbloquear el siguiente paso en su misión. Se acercó más a la esfera, su mente tratando de encontrar el significado detrás de los símbolos que cambiaban de manera vertiginosa.

De repente, una imagen le apareció en su mente. Sofía, rodeada de una energía similar a la de la esfera, mirándolo con expresión seria. La conexión que sentía entre ellos se hacía más intensa. Bruno comprendió que la clave estaba en entender esa energía compartida, algo que los unía a ambos en este extraño lugar.

Con un suspiro, Bruno extendió la mano hacia la esfera. Al hacerlo, los símbolos comenzaron a alinearse, formando una secuencia coherente. La luz de la esfera brilló con fuerza, y en ese momento, Bruno sintió un profundo tirón en su pecho, como si estuviera siendo transportado a otro lugar.

La sala desapareció de inmediato, y lo siguiente que supo fue que estaba de vuelta en el pasillo que había recorrido antes, pero ahora algo era diferente. La sensación de incertidumbre había disminuido. Él había dado un paso hacia entender el propósito de todo lo que estaba sucediendo, y la conexión con Sofía se hacía más clara.

Con determinación renovada, Bruno se dirigió hacia la siguiente puerta, sabiendo que el camino por delante aún tenía muchos desafíos. Pero ahora, al menos, sentía que estaba más cerca de descubrir lo que realmente estaba pasando.

Bruno se detuvo frente a la siguiente puerta, que emitía un leve resplandor púrpura. Al cruzarla, lo que vio lo dejó sin palabras. Sofía estaba allí, pero no era la misma Sofía que él recordaba. Su cabello, antes de un tono castaño cálido, ahora era de un plateado brillante con destellos lilas. Sus ojos, que siempre habían sido de un color común y tranquilizador, ahora brillaban con un profundo tono morado, como si contuvieran un universo entero en su interior.

Ella estaba de pie en el centro de la habitación, con una postura diferente, más segura y enigmática. Sus labios se curvaron en una sonrisa ligera cuando vio a Bruno entrar, pero había algo en esa sonrisa que no terminaba de ser la misma.

— "Sofía... ¿qué te pasó?" — preguntó Bruno, dando un paso hacia ella, con evidente preocupación. — "¿Quién te hizo esto?"

Sofía lo miró con calma, pero había una intensidad en su mirada que lo hizo detenerse.

Caminos cruzados 1Where stories live. Discover now