capitulo 22

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Sofía se apoyó en el brazo de Bruno, notando la firmeza de su músculo mientras su mirada se dirigía a la pantalla de su celular. Navegaba distraídamente por algunas fotos y mensajes, sintiendo la cercanía de él como un refugio que, aunque intenso, también le daba cierta calma.

Bruno la observó de reojo, disfrutando del momento en silencio. Le gustaba verla tan cómoda con él, aunque no dejó de notar cómo su cabello caía suavemente sobre su hombro.

"¿Qué estás mirando?" preguntó finalmente, con una sonrisa leve.

"Solo revisando mensajes," respondió Sofía sin levantar mucho la vista, aunque sintió cómo él deslizó sus dedos suavemente por su mano, como si quisiera recordarle que estaba ahí para ella.

Era un momento simple, pero cargado de una conexión que ambos entendían sin necesidad de palabras.

Bruno la miró con una mezcla de emoción y seriedad, como si las palabras de Sofía acabaran de dibujar un futuro que deseaba profundamente.

-¿Te gustaría tener otro hijo en un futuro? -preguntó, pasando suavemente su mano por el cabello de ella, mientras sus ojos buscaban los suyos.

Sofía levantó la vista de su celular, sorprendida pero tranquila por la pregunta. Reflexionó un momento antes de responder:

-Sí, me gustaría -dijo, con una sonrisa leve-, pero solo cuando termine la carrera de medicina. Quiero asegurarme de que podamos darle todo lo que necesite, como a Micaela .

Bruno asintió, comprendiendo la importancia de lo que decía.

-Eso tiene sentido -respondió, acariciando su mejilla con ternura-. Pero me gusta pensar que algún día tendremos otra oportunidad de agrandar nuestra familia. Me hace feliz saber que lo ves como yo.

Sofía sonrió, apoyándose un poco más en él. En ese momento, compartieron un silencio cómodo, imaginando juntos ese futuro que parecía lejano pero posible.

Bruno la miró con una seriedad tranquila, como si su siguiente petición fuera algo completamente razonable.

-Todo lo que hago es por tu bien, Sofía. Nunca sería para lastimarte, ¿sabes? -dijo, tomando su mano entre las suyas-. Quiero asegurarme de que siempre estés bien, por eso necesito que me des tu cuenta de Instagram y Spotify. Quiero vincularlas a mi celular, así puedo cuidarte mejor.

Sofía lo miró en silencio, dudando un momento. La idea le parecía un tanto extraña, pero la expresión de Bruno era tan genuina que no supo cómo negarse. Finalmente, sacó un papel de su cuaderno, escribió las cuentas y se las entregó sin decir una palabra.

Bruno tomó el papel con una sonrisa satisfecha.

-Gracias, amor. Esto solo es para protegerte, no tienes nada de qué preocuparte -dijo, guardando el papel en su bolsillo.

Sofía asintió, aunque una leve inquietud se formó en su pecho. Prefería no pensar demasiado en ello, confiando en que Bruno realmente tenía buenas intenciones.

El presidente de la Central del Tiempo había emitido un decreto inesperado que cambió las reglas del juego. Los viajeros del tiempo, aunque podían vivir libremente, ahora estaban obligados a cooperar con la Central en cualquier misión que se les asignara. Este nuevo reglamento fue entregado al director de la institución, quien inmediatamente convocó a una reunión de guardianes clave.

En su oficina, el director se dirigió a Pedro, uno de los guardianes más experimentados, mientras Emma, una guardiana joven pero prometedora, escuchaba atentamente.

-Pedro, esta situación exige decisiones rápidas y eficaces. ¿Tienes algo que informar sobre Bruno y Sofía? -preguntó el director con firmeza.

Pedro asintió, visiblemente preocupado.

Caminos cruzados 1Where stories live. Discover now