Caminos cruzados 1

capitulo 13

Sofía, sintiendo que el momento había alcanzado su punto culminante, respiró hondo y rompió el silencio.

— ¿Ahora puedo irme? — preguntó, mirando a Bruno con una mezcla de calma y cautela. No estaba segura de qué más podía surgir de esta conversación, pero una parte de ella necesitaba un respiro, un momento para procesarlo todo.

Bruno negó con la cabeza, su mirada firme pero no severa.

— No, Sofía, no puedes irte todavía. — Su tono era sereno, pero había un peso en sus palabras que le decía que esto no era un simple capricho. — Hay más cosas que necesito decirte, cosas que no pueden esperar.

Sofía lo miró fijamente, sintiendo una mezcla de frustración y curiosidad. Parte de ella quería insistir, pero otra parte sabía que Bruno no diría eso sin una buena razón.

— ¿Qué cosas? — preguntó con un deje de impaciencia. — ¿Qué más hay que no me hayas dicho ya?

Bruno apartó la mirada por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Luego volvió a mirarla, sus ojos reflejando una sinceridad que no podía ignorar.

— Esto no es solo sobre lo que sentimos o lo que hemos compartido hasta ahora. Hay cosas que debes saber sobre el collar, sobre el chip... y sobre lo que significa realmente nuestra conexión. — Hizo una pausa, como si estuviera midiendo el impacto de sus palabras antes de continuar. — Kaela no nos dijo todo. Lo que nos une no es solo una casualidad, Sofía. Hay algo en nuestro vínculo que es clave para todo lo que está sucediendo.

Sofía frunció el ceño, su frustración dando paso a una creciente intriga.

— ¿Clave para qué? — presionó, sintiendo que cada palabra de Bruno la arrastraba más profundamente en algo que apenas comenzaba a entender.

Bruno apretó ligeramente su mano, como si ese contacto le diera fuerzas para seguir.

— Para todo este sistema que Kaela está controlando. Tú y yo no somos piezas al azar, Sofía. Somos como dos polos opuestos que, juntos, completan un circuito. Sin nosotros, lo que Kaela intenta hacer no funcionaría. Por eso, necesitamos entender esto antes de que sea demasiado tarde.

Sofía sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar esas palabras. Era como si, de repente, todo lo que estaba viviendo tomara un nuevo sentido, un propósito que iba mucho más allá de ella misma.

— Entonces, ¿qué hacemos ahora? — preguntó, su voz apenas un susurro.

Bruno la miró con una determinación que no había visto antes en él.

— Primero, necesitas saber todo lo que yo sé. Y después... encontramos la manera de recuperar el control. Porque si no lo hacemos, Kaela lo hará, y no sé si estamos preparados para las consecuencias de eso.

El silencio que siguió fue pesado, pero también cargado de una nueva resolución. Sofía entendía ahora que no podía simplemente irse, no cuando todo parecía depender de lo que ellos dos pudieran hacer juntos.

Sofía necesitaba un momento para procesar todo lo que había ocurrido. Con una última mirada a Bruno, se dirigió al cuarto contiguo para cambiarse. Se quitó la ropa que había llevado puesta durante todo el día y se puso un pijama cómodo, de tela suave, que le permitía relajarse un poco después de tantas emociones intensas. Su cabello caía suelto sobre sus hombros, y su rostro, ahora más sereno, reflejaba la mezcla de pensamientos que giraban en su mente.

Cuando regresó a la habitación donde Bruno estaba, él levantó la mirada al verla entrar. Su semblante era tranquilo, pero sus ojos seguían cargados de esa intensidad que había demostrado antes.