capitulo 21

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Mientras Sofía seguía ignorándolo, enfocada en la clase de psicología y en sus amigas, Bruno se recargó en su asiento, cruzando los brazos con una expresión calculadora. Por fuera parecía tranquilo, pero por dentro su mente trabajaba a toda velocidad.

"Está bien, ignórame todo lo que quieras, Sofía," pensaba para sí mismo, sin apartar la mirada de ella. "Ya verás lo que te viene. Esto no se queda así."

Su mirada seguía cada movimiento de ella, desde cómo sostenía su bolígrafo hasta cómo su cabello caía sobre sus hombros. Sentía una mezcla de deseo y frustración, pero no iba a dejar que eso lo detuviera. Para Bruno, la conexión que compartían era única, irrompible, y no permitiría que se debilitara por su indiferencia.

"Si quiere jugar a ignorarme, que lo haga," pensó con una pequeña sonrisa torcida. "Pero todo esto tiene consecuencias, y ella lo sabe."

Mientras el profesor continuaba con su lección, Bruno mantuvo su fachada tranquila, pero en su mente ya planeaba su próximo movimiento. Sabía que, tarde o temprano, Sofía no podría resistir lo que tenían, porque para él, aquello era más grande que ambos, algo que ni siquiera ella entendía del todo.

Cuando la profesora indicó que debían leer el texto y responder las preguntas, Sofía se concentró de inmediato en su libro, abriendo en silencio las páginas indicadas. Su mirada estaba fija en las palabras impresas, ignorando deliberadamente cualquier movimiento o mirada proveniente de Bruno.

Con determinación, comenzó a leer, subrayando con su bolígrafo las partes que consideraba importantes. Las preguntas no parecían complicadas, y se dispuso a responderlas con rapidez. Verónica, sentada a su lado, intercambiaba comentarios breves con ella sobre el tema, intentando suavizar el ambiente.

Bruno, por su parte, seguía mirándola desde su asiento. Observaba cómo ella trabajaba con aparente calma, pero él podía notar la tensión en sus hombros, la forma en que evitaba girar siquiera la cabeza hacia su lado del aula.

"Sigue jugando a ignorarme," pensó, apretando ligeramente la mandíbula. "Pero no se va a librar tan fácil."

Mientras tanto, Sofía trataba de mantener su atención en las actividades. Cada tanto miraba a Verónica, intentando sostener una conversación para distraerse, pero en el fondo podía sentir la presión de la mirada de Bruno, fija en ella como una sombra que no la soltaba.

Bruno, a pesar de estar aparentemente concentrado en su propia tarea, no dejaba de pensar en cómo podría romper la barrera que Sofía había levantado entre ellos. La ignorancia que ella mostraba lo frustraba, pero también lo desafiaba. Sabía que no podía seguir esperando pasivamente, tenía que hacer algo.

Mientras observaba cómo Sofía subrayaba las páginas con concentración, su mente comenzó a trazar un plan. No podía seguir viéndola ignorarlo de esa forma, y estaba decidido a hacerle sentir que no podía escapar de él, que no podía seguir separándose de él sin enfrentar las consecuencias. Pero tenía que ser astuto.

"Voy a acercarme poco a poco," pensó Bruno, ajustándose en su asiento y observando cómo Sofía anotaba las respuestas con rapidez. En un momento, la profesora empezó a caminar por el aula, revisando a los estudiantes mientras ellos escribían. Bruno aprovechó ese instante para moverse discretamente hacia Sofía.

De repente, cuando la profesora estaba de espaldas, Bruno se inclinó hacia Sofía, dejando caer un papel en su escritorio con una pequeña sonrisa en su rostro. Sofía, sorprendida por la acción, miró el papel sin querer. En él había una nota escrita con letras grandes:

"Ya lo verás. No me voy a rendir."

Era un mensaje claro, una amenaza disfrazada de desafío. Sofía lo leyó rápidamente, su pulso acelerándose al darse cuenta de lo que significaba. Su mente se nubló por un momento, pero logró mantener la compostura, intentando ignorar la presencia de Bruno a su lado.

Caminos cruzados 1Where stories live. Discover now