capitulo 12

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Sofía cerró los ojos un instante cuando sintió el pequeño chispazo en su cuello. El collar parecía haberse activado de alguna manera, y un extraño hormigueo recorrió su piel, como si algo interno hubiera sido ajustado o reconfigurado. Abrió los ojos, mirando a Kaela con una mezcla de inquietud y resignación.

— ¿Qué acaba de pasar? — preguntó, su voz un poco más tensa.

Kaela sonrió, pero no con suavidad. Había algo en su expresión que sugería que había mucho más en juego de lo que Sofía podía comprender en ese momento.

— Ahora estás completamente conectada con el proceso. El collar está estabilizando tu energía y sincronizándola con el chip. Ya no hay marcha atrás, pero ahora serás más fuerte, más conectada. El collar ayudará a canalizar tu poder y el de Bruno. A partir de ahora, todo dependerá de cómo manejen la conexión entre ustedes.

Sofía tragó saliva, asimilando las palabras de Kaela. El collar, junto con el chip en su cervical, era parte de algo mucho más grande, algo que ni siquiera Bruno parecía entender completamente, aunque lo aceptaba sin cuestionarlo. Ella, en cambio, sentía que había algo que aún no estaba diciendo, algo crucial que debía conocer.

Bruno se acercó a Sofía, poniendo una mano suavemente sobre su hombro.

— No te preocupes, Sofía. Todo estará bien. Lo importante ahora es que estamos juntos en esto, y no tenemos que hacerlo solos.

A pesar de sus palabras, Sofía sentía una presión creciente. No podía quitarse la sensación de que estaba siendo controlada, que todo esto no era simplemente un destino, sino un plan que alguien más había trazado para ella y Bruno.

Kaela observó la escena en silencio, como si estuviera esperando algo. Después de un momento, dijo:

— Tienen mucho que aprender, pero también mucho que experimentar. Ahora que la sincronización está completa, será más fácil para ambos acceder a su poder y a lo que está por venir.

Sofía miró a Bruno, quien le sonrió con calma, pero dentro de ella no pudo evitar sentirse más inquieta. ¿Qué más les esperaba? Y sobre todo, ¿por qué no podía deshacerse de ese collar?

Kaela vinculó el collar al chip en el cuello de Sofía, y en ese momento, Sofía sintió un dolor punzante en su cabeza. Un dolor agudo, como si algo dentro de su mente estuviera siendo reconfigurado. Cerró los ojos y se tomó la cabeza con las manos, intentando aliviar la presión que aumentaba con cada segundo.

— ¿Qué me está pasando? — susurró, su voz temblorosa.

Bruno, alarmado por su reacción, se acercó rápidamente a ella y la tomó de los hombros con suavidad.

— Sofía, ¿estás bien? — preguntó, preocupado.

Kaela, viendo el malestar de Sofía, observó con frialdad y un toque de satisfacción.

— Es solo el proceso de ajuste. El collar y el chip están vinculándose, y tu cuerpo está comenzando a adaptarse. El dolor es temporal, pero debes acostumbrarte a él. La sincronización completa no será fácil al principio, pero después será parte de ti.

Sofía intentó calmarse, pero el dolor seguía. Sentía como si su mente estuviera siendo invadida por una corriente de energía desconocida, pero al mismo tiempo, algo dentro de ella también se sentía más... conectado, como si una parte de su ser hubiera comenzado a despertar.

— ¿Cómo voy a soportar esto? — murmuró, su voz quebrada por el dolor.

Bruno, viéndola tan vulnerable, la abrazó con cuidado, sin saber muy bien cómo aliviar su malestar.

Caminos cruzados 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora