Capítulo 14

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ARTEMIS

Muevo el cuello con estrés, Damián me ha advertido que era una locura haberle declarado la guerra a los Dominico, pero no me importa, esto es por mí, no por nadie más, miro a Uriel, quién se sube al cuadrilátero como si fuese una puta estrella, hace que la rabia me consuma. No soy bueno cuando me hacen enojar, mucho menos cuando me presionan a tal grado en el que me encuentro ahora.

Busco con la mirada la cabina a la que destiné para Akin y Kaira, no sé qué ha pasado realmente, pero aquella noche vi en su mirada el terror, por lo que me preparo para terminar con su pesadilla, solo tiene que aguantar un poco más.

La gente aclama mi nombre, el de Uriel también, el hijo de puta levanta ambos brazos como señal de una gloria que aún no tiene, si algo debes aprender en este mundo, es a no subestimar a nadie y a no creerte ganador cuando todavía no lo eres.

—Voy a ganar Francori —sentencia Uriel anclando toda su atención sobre mí.

Hay algo en su mirada que me causa curiosidad, es como si supiera cosas que yo no.

—¿Por qué el cambio de actitud? —enarco una ceja con incredulidad y me pongo en mi posición.

La mirada de Uriel se vuelve fiera, él es de mi misma especie, piensa como yo lo hacía hace años, es posesivo, está enfermo, la gente suele decir que una persona con trastorno mental reconoce a otro, bueno, este es el caso, solo que yo quise cambiar, para no hacerle daño a la mujer que sigue siendo importante en mi vida, a quien amo pero ahora de una manera distinta.

Uriel... Estoy seguro de que él jamás querrá cambiar, nunca intentará no lastimar, nació bajo las leyes de la mafia italiana, bajo las reglas y enseñanzas de Akin Dominico, su padre. Un hombre que tiene la palabra perversión tatuada en la frente.

—¿Conoces a Kaira Cavalli? —me pregunta.

La segunda campana suena, a la tercera la pelea comienza, mis manos permanecen cubiertas solo con vendas, es así como funciona esto.

—¿Acaso te sientes amenazado por mí?

Juego con su mente, su sonrisa socarrona se borra y se pone en su posición.

—Ella es mía, vi las grabaciones de los baños —confiesa con lentitud.

No me muevo, no muestro miedo, permanezco con mi cara y mente en blanco. Hablar de más o demostrar debilidad, es la muerte antes de la pelea, me pongo mi mejor máscara, que es la de la indiferencia.

—La besaste —continúa—. No escuché qué es lo que hablaron, pero... no me gusta que hayas tocado lo que es mío.

Uriel me acaba de demostrar su mejor carta, esas mismas palabras me repetía yo cuando alguien u Oliver se acercaban a Lilibeth. Lo cierto es que ella fue de él desde que ambos se vieron por primera vez.

Frunzo el ceño.

—Corrección, ella fue quién me besó.

—Y tú correspondiste.

—Bueno —sonrío—. Creo que sería alguien interesante de follar.

Mis palabras detonan su rabia, lo que me lleva a la conclusión de que posiblemente si la haya violado, parece una chica que no es virgen, lo supe desde que la vi por primera vez, pero violación es violación.

Lo cierto es que la besé porque sentí su necesidad. No porque quisiera yo hacerlo de verdad. La tercera campana suena. Como es de esperarse, Uriel es una bestia y se abalanza sobre mí, en este duelo no hay reglas que seguir, así que esquivo, rápidamente intenta tomarme del cuello, pero evito su ataque, me agacho, luego le levanto y le doy un cabezazo que le rompe la nariz y lo hace tambalear.

—¡Hijo de puta! —brama.

—¿Es todo lo que tienes? —río.

Una de las ventajas que tuve estos cuatro años estando encerrado, es que cada semana Damián me mandaba a un entrenador que me ayudaba, ejercité mi cuerpo, mi mente y mejoré en mis habilidades.

—Creo que esta noche Kaira Cavalli y yo nos vamos a divertir —lo provoco con mentiras.

Sus ojos arden de odio, vuelve a ser impulsivo, no se da cuenta de que está quedando como un imbécil frente a todo un público que es su fiel crítico. Comienza a intentar golpearme, llega a darme un roce en la cara, cosa que aprovecho para darle un puñetazo en el estómago, luego otro, no me detengo, no sabe que no está a mi nivel.

Por algo me llaman Demon, la única persona que me ha derrotado es Oliver Strong, el actual campeón mundial. Nadie más. Siento un disparo de adrenalina cuando logro tirarlo al suelo, estando ahí le doy una patada, él se protege los puntos débiles.

Estoy por terminar con él, cuando la campana suena anunciándome como el vencedor luego de que Uriel no pudiera ni ponerse de pie. Hacen el conteo de ley.

—¡El ganador es Demon! —anuncian.

La gente me ovaciona, levanto las manos en plan hijo de perra, solo para aparentar, ya que esto no es lo que me interesa.

—Quiero mi premio —demando.

Uno de mis hombres asiente, y mientras espero paciente sobre el ring, me quito las vendas y los médicos de Uriel lo ayudan a ponerse de pie, uno de ellos le da una palmada en la espalda, luego una toalla para que se limpie la sangre que mancha su rostro, pero él la rechaza aventándola al suelo.

Volteo a mi izquierda cuando uno de mis hombres trae a Kaira Cavalli, detrás de ella está Akin, quien se queda bajo la oscuridad para evitar la vergüenza a la que acaba sumergirse su hijo. Cuando me dan a Kaira, la gente aplaude, noto que los ojos de Akin la fulminan con la mirada, ella le retiene la mirada, su barbilla tiembla, tiene ojeras debajo del maquillaje, es como si en tan pocos días, ellos dos le hubieran quitado el alma.

—Mi premio —espeto con asco, porque no me gusta referirme a ella así, pero tengo que hacerlo.

Uriel no me ve, solo a ella, merma el espacio entre los dos, y levanta su mentón con fiereza.

—Da igual que por el momento estés con Artemis Francori —le lame la mejilla y ella contiene las lágrimas—. Pronto volverás a mí.

Me interpongo entre ellos, Uriel se marcha y viendo como se acerca a Akin, surge un pensamiento extraño en mi cabeza.

«Sobre mi cadáver, hijo de puta»

Porque la única verdad es que acepté ayudarla, mentí a Damián y a Levi sobre el hecho de que me importaba la deuda, no, fue por ella, desde un principio, ahora Kaira Cavalli, está bajo mi protección, y para acercarse a ella, tendrán que quitarme del camino primero.

—Andando —espeto tomando su brazo.  

  

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Un Corazón Dañino #3 © [COMPLETA]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora