Un Corazón Dañino #3 © [COMPLETA]✅

Capítulo 30

KAIRA

Si pensaba que antes estaba rota, estaba equivocada, porque luego de lo que me pasó, siento como si algo se hubiera roto dentro de mí, estoy fracturada, estoy echada a perder, pero si algo aprendí estas últimas semanas, es que Artemis jamás me verá como yo lo veo a él.

Y eso es porque en su mente y corazón solo hay cupo para una sola persona, y esa es Lilibeth Wingstor. A veces creo que cuando me follaba, la veía a ella y no a mí. ¿Pero, por qué debería importarme? Ni mi padre pensó en todo el daño que me haría al haberle robado dinero a Francori, y a Dominico.

El punto es que yo nunca podré darle lo que él necesita y él tampoco a mí. Lo que sucedió esa noche... lo que le dijo a Lilibeth se escuchó tan real, conmigo nunca empleó ese tono de voz, ni mucho menos me ha mirado como lo hizo en toda la noche con ella.

Decisiones... son tan difíciles de tomar, pero creo que esta vez, sin nadie del mundo de la mafia pisando mis talones, es lo mejor, se trata de un nuevo comienzo, uno del que estoy dispuesta a pagar el precio.

Artemis Francori no tuvo la culpa, él siempre se sinceró, no mintió, no se escondió, desde un principio fue claro con lo que teníamos, y eso es nada real, no hay amor, solo fue sexo, el problema es que yo solita, me aventé al abismo y me aventuré por un camino lleno de espinas al enamorarme de él.

Me salvó, lo mejor que puedo hacer por su vida, es desaparecer, la otra noche Levi me dijo a escondidas que yo había sido como un huracán que arrasó con la poca estabilidad que estaba recuperando en su vida, ahora le pienso.

—¿Qué?

El azul de sus ojos, más intenso que el mío, poco a poco se oscurece, pero no le tengo miedo.

—Me quiero ir —tomo una bocanada de aire.

Se queda callado, como si estuviera analizando cada una de mis palabras. Cierro las palmas de las manos debajo de la mesa en la cocina y levanto mi mentón.

—Ya todo acabó, papá está muerto, Uriel lo está, ahora todo ha vuelto a la normalidad, ya no necesitas ocuparte de mí —trato de ser lo más sincera posible.

—¿Esto es por lo que escuchaste la otra noche con Lilibeth?

«Lo sabe, ¿cómo mierda lo sabe? Joder»

Las mejillas me arden y bajo la mirada.

—Esto no tiene nada que ver —finjo—. Solo soy práctica al decir la verdad.

—No, lo que estás siendo, es una maldita cobarde de mierda —replica y el tono gélido me hace verlo de frente.

Todo dentro de mí se encoge hasta quedar en nada, jamás había visto esa mirada tan oscura y siniestra en alguien. Me observa como si quisiera matarme y follarme al mismo tiempo.

—¿Por qué no aceptas que te gusto y que estás enamorada de mí?

Si mis mejillas se sentían calientes, ahora están ardiendo en su nivel máximo. ¿Cómo puedo responder a eso? Es como si las palabras se atoraran en mi garganta, no solo se trata de lo que puedo o no decir, sino, que, aunque me quede y luche por un amor que al final será no correspondido, Lilibeth es quien ganará, porque es su primer amor, jamás la olvidará.

Si me quedo, pese a que lo logre, con el tiempo se va a aburrir de mí, entonces es una batalla perdida.

—Tomé mi decisión y nadie me va a hacer cambiar de opinión —replico mirándolo fijamente a los ojos.

—Bien, si eso es lo que quieres —dice firme y luego se da la media vuelta.

Cuando sale por la puerta de la cocina, mi pecho duele, y mi corazón termina por fracturarse, ni siquiera intenta detenerme, y eso es porque le importo una mierda, ni siquiera termino de comer, para cuando salgo, Damián entra a la casa, trae una carpeta en mano.

—Hola, Kaira, tengo lo que me pediste —sonríe.

Es increíble cómo pese a ser familia de Artemis, sean tan polos opuestos, mientras Damián es abierto, leal, atento, cariñoso, Artemis es una bóveda que se niega a abrir, no sé qué es lo que pasó realmente en el pasado, y tampoco intento averiguarlo, pero siento que eso marca un antes y un después para él.

—Gracias —intento parecer lo más sincera y relajada posible.

—¿Estás segura de lo que quieres hacer? Artemis es un imbécil, la mayoría del tiempo, pero no es tan mala persona como el mundo cree.

Respiro hondo.

—Necesito esto, después de lo que pasó, y sabiendo que ya no corro peligro alguno, opino que es lo mejor, estaré bien con mis abuelos maternos en Texas, quiero comenzar de cero y mi familia me puede ayudar —me sincero.

Asiente en silencio.

—Pues todo ya está arreglado, por la noche te llevaré al aeropuerto.

Abro los ojos como platos, él parece darse cuenta de la pregunta que nada en mi mente y ladea una sonrisa de media luna.

—Artemis pagó todo, creo que quiere que te sientas cómoda.

Me quedo callada, no tengo una respuesta a eso, cuando Damián se dirige a la oficina de su primo, tomo ese tiempo y me voy a la habitación donde me estaba quedando, comienzo a empacar mis cosas, no es como que tenga muchas, pero lo hago, estando todo listo, voy al baño y me doy una ducha, cuando siento que un par de manos rodean mi cintura.

—¿Consideraste que te ibas a escapar de mí? —la voz ronca de Artemis golpea en mi nuca.

—Artemis...

Sin previo aviso, enfila su grueso falo y empuja en mi interior, la posición me parece incómoda, sin embargo, el dolor se mezcla con el placer y suelto un suspiro.

—Esta es la despedida —murmuro.

No me responde, todo lo contrario, comienza a moverse dentro de mí, entra y sale con rabia, sus penetraciones son profundas, sus bolas chocan contra mis nalgas, hasta que llegamos al orgasmo tan esperado por ambos.

—Ahora te puedes ir llena de mí.

Es todo lo que dice, sale de mi cuerpo y se marcha, es como puedo dejar caer una lágrima. Para cuando logro recuperarme, llegó la hora de irme, subo a la camioneta donde solo está Damián, quien me llevará al aeropuerto, con esto cierro este ciclo, sé que va a ser difícil empezar de nuevo, sé que esto puede no ser una buena idea, pero ahora solo me tengo a mí.

Cierro la puerta de la camioneta, justo cuando bajo la ventanilla y veo a Artemis Francori en la entrada de su casa, los dos nos miramos y me despido de él.

—Kaira —dice a modo de despedida.

El nudo en mi garganta hace que me duela dejarlo.

—Artemis.

Entonces la camioneta se pone en marcha y dejo todo atrás, por un nuevo comienzo, por una nueva oportunidad, por un mundo donde Artemis Francori... no va a estar.