Un Corazón Dañino #3 © [COMPLETA]✅

Capítulo 22

ARTEMIS

Golpeo el costal de arena una y otra vez, no me canso, es la única manera en la que puedo sacar la rabia que siento dentro, Akin y Uriel traman algo, lo sé, lo presiento, la invitación lleva doble objetivo, tenerme a su merced, al final es una completa locura, no me importa, con tal de terminar esto.

El campeonato está a la vuelta de la esquina y siento que no me he preparado lo suficiente, por otra parte, entrenar se ha vuelto un asunto pesado, teniendo a Kaira a mi alrededor, en lo único que puedo pensar es en su coño apretado, en su cuerpo desnudo y en sus gemidos diciendo mi nombre.

—Es una mala idea.

La puerta de mi gimnasio privado se abre de par en par y Damián entra.

—¿Desde cuándo te has vuelto un puto mandón conmigo? En el pasado era yo quien te pateaba el trasero —dejo claro.

—Desde que perdiste la jodida cabeza.

Detengo mis golpes y camino por una botella de agua fría.

—No estás yendo a esa estúpida fiesta.

—Habrá directivos importantes —río sin ganas.

La verdad es que no me importan los directivos, tampoco el tener que hablar con ellos para lograr algo, solo deseo asistir para demostrar que no les tengo miedo y poder descubrir lo que planean, soy un buen observador.

—Y una mierda, es meterte en la boca del lobo —apunta.

—No seas exagerado —bufo—. Tampoco es como que te esté pidiendo permiso, soy un adulto ¿lo recuerdas?

—Tal vez debas demostrarlo.

Le lanzo una mirada llena de advertencias antes de salir, Damián me pisa los talones y parece que hoy se ha levantado en modo joder todo.

—¿No tienes que follar a tu esposa o algo? —bromeo.

—¿En serio quieres tocar ese tema?

Entramos a mi oficina.

—Bien —espeta—. Por qué no comenzamos con el hecho de que te estás follando a Kaira Cavalli.

Me dejo caer sobre mi silla.

—No la he obligado a nada, y ella es quien dio el primer paso, ya es mayorcita como para saber lo que hace o no.

—Te recuerdo que Uriel la violó.

Gruño con eso, solo de pensar que ese maldito la tocó, hace que me ponga de mal humor, de pronto he descubierto que soy algo posesivo con ella, lo descubrí con lo del gimnasio, verla con otro me enfermó, y eso me aterra, no está bien, porque cuando todo esto termine, ella volverá a Alemania y yo a mi vida.

—Lo sé.

—No la arruines, me refiero a que las mujeres suelen ilusionarse de más, puede que ahora para los dos sea un solo juego, pero ¿qué pasa si se enamora de ti? —pregunta lo que más temo—. ¿Estás dispuesto a entregarte a una relación con ella?

La palabra "relación" me da escalofríos, en especial porque solo he estado en una; Lilibeth, fue la única novia que tomé en serio hasta que lo jodí, las demás han sido solo coños para follar, nada importante.

—Eso supuse —responde por mí.

—De cualquier manera, pienso ir —replico.

—Bien, solo ten cuidado, ellos...

—Lo sé, lo sé.

Damián y yo hablamos de un par de cosas más hasta que comienza a anochecer, para este punto tanto él como Levi se han ido y yo termino de alistarme para salir, sabiendo que antes de hacerlo, debo hablar con Kaira, a quien no he visto desde la mañana.

Voy hasta su habitación y llamo antes de entrar, mala idea, porque al hacerlo, me encuentro con Kaira, vestida de un modo que me roba el aliento, su vestido color oscuro, abierto por la espalda hasta llegar a la parte superior de su culo, y su escote... joder, no hay manera en que salga así a alguna parte.

—No.

Ella se muerde el labio inferior.

—¿Qué crees que haces? —frunzo el ceño.

Entonces ella sonríe.

—Estoy yendo a esa fiesta contigo, no voy a dejar que Uriel me siga jodiendo la cabeza.

Acto seguido estampa sus labios sobre los míos y comprendo que estoy perdido.