ARTEMIS
No dejo de leer los informes que Levi me dio, Akin y Uriel, jamás había escuchado hablar de ellos, al menos no con tanto ruido, solo eran mafiosos de los que apenas se mencionaban en las reuniones de mi padre. Ahora, son un objetivo, son letales, no debería meterme en estos líos, de hecho, aún estoy pensándolo, sin embargo, ellos se llevaron una gran parte de las acciones de mi padre, por ello, tengo que recuperarlas y de paso, ayudar a Kaira en nombre de Ricardo.
Muevo mi cuello con estrés, Levi teclea algo en su laptop mientras que mi primo Damián hace algunas llamadas. El Campeonato de la liga estatal está a la vuelta de la esquina, tengo que entrenar, pero...
—Está confirmado —espeta mi primo—. Akin irá a la fiesta de los directivos, se habla de que posiblemente esté Oliver, aunque su manager no lo ha confirmado. Y Lilibeth no me responde los mensajes.
—¿Qué me dices de Uriel? —pregunto con cautela.
—Está en la lista.
—Tienen que leer esto —interrumpe Levi, quien se acomoda para leernos una nota publicitaria—. Mucho se ha hablado de la vida privada de los peleadores, pero poco se sabe de Uriel Dominico, aunque se habla de la confirmación de una mujer que lo acompañará a la fiesta de los directivos, nadie sabe su nombre, ni quién es, pero al parecer es una pelirroja que promete robar suspiros esta noche.
Frunzo el ceño.
—Tiene que ser ella —arguyo.
—¿Planeas ayudarla? —Damián me mira fijamente.
Me quedo callado un par de segundos.
—Planeo recuperar el dinero que el imbécil de mi padre perdió, ayudarla a salir de esto solo es un plus —me sincero.
—No puedes ser tan...
Con una mirada callo a Levi.
—El efecto secundario es ayudarla, no veo cuál es su problema.
Ambos se lanzan una mirada cómplice.
—Ninguno, solo creo que el estar encerrado te ha convertido en alguien frío —Damián encoge los hombros.
No lo culpo, en eso tiene razón, sin embargo, no puedo mentir en algo que no siento ni me nace, hago esto para recuperar lo perdido, ayudar a Kaira viene en el paquete, no deseo problemas, ya en el pasado tuve bastantes como para ahora meterme a los bolsillos uno con los italianos más rastreros.
—Vale, de cualquier modo, revisaré que todo esté en orden —Levi me manda la información a mi correo—. Los veo después.
Sale de la habitación y espero a que Damián también lo haga, sin embargo, se queda sentado mirándome fijamente, lo conozco tan bien como a Lilibeth, los dos siempre fueron tan fáciles de leer. Que sé cuándo traman algo o les preocupa una cosa.
Me dejo caer sobre el respaldo de la silla soltando un suspiro largo.
—Habla.
—Me conoces.
—Pones cara de idiota cuando algo te preocupa.
—Hay rumores —juega con su bolígrafo—. No son buenos.
—¿Sobre quién? —enarco una ceja con incredulidad.
—Uriel, sé de buena fuente que sus relaciones son secretas, nadie tiene información sobre las mujeres con las que sale debido a que las mata —mi primo sigue con la mirada fija en mí—. Aunque bueno, no se les puede llamar novia, ya que una vez que las folla, las mata.
Me inclino hacia él.
—¿Qué estás queriendo decir?
—No ha matado a Kaira, es una chica guapa, tiene buen cuerpo, lo que quiero decir es que por más que sea cruel aceptar la realidad, lo más probable es que la ha violado, y si era virgen, será peor, ya que al estar ella viva todavía y no haberte declarado a ti la guerra, quiere decir que está obsesionado con Kaira Cavalli.
Cierro los puños, hablar sobre violaciones y obsesiones no me va, me recuerdan al pasado que intento enterrar.
—Sé lo mal que te pone ese tema, pero...
Levanto la mirada, la última vez que vi a una mujer llorar, fue a Lilibeth, ella sufrió mi daño, y por alguna extraña razón, la mirada de Kaira Cavalli quedó grabada en mi mente, verla sufrir lo mismo que la persona más importante en mi vida, hace que la sangre se me pudra.
—Bien, creo que es hora que nos preparemos.
—Iré contigo, por si acaso, trataré de comunicarme con Oliver, puede que nos ayude...
—No —refuto—. Quiero a Oliver Strong fuera de esto, él tiene una esposa y dos hijos de los que ocuparse, a más de que estoy seguro de que si Lilibeth se entera de que he metido a su marido en líos, me pateará el trasero.
Damián ríe.
—Lo más probable es que sí.
Terminamos la junta y me voy a mi casa, en el camino acordamos en vernos en la fiesta ¿la razón? Fácil, quiero encontrarlos primero, necesito hablar con ella, buscar la oportunidad, sé cómo piensan los tipos como Uriel, porque yo también estuve enfermo. Por lo que cuando llega el momento y me preparo, analizo el plan que tengo en mente, será todo un reto, en especial porque ellos no se imaginan que estaré ahí, mucho menos tenemos problemas, hasta ahora.
Entro a mi auto, piso el acelerador, las manos me sudan, estoy nervioso, las preguntas surgen ¿y si no puedo controlarme? El haber entendido que Lilibeth es de Oliver, el haber soltado el amor enfermo que le tenía, no cambia mi manera de ser, sigo siendo impulsivo, efusivo, un hijo de puta que rompe huesos, sin embargo, me mantengo en margen.
Al llegar, la fiesta es dentro de un enorme y elegante hotel, revisan mi nombre y entro, a la entrada, saludo a algunos peleadores con sus managers, los directores de otros países están presentes, el tiempo pasa volando e intento parecer interesado en lo que dicen mientras busco con mirada discreta, lo que vine a encontrar.
Hasta que...
—¿Esa es la novia de Uriel Dominico? Joder, es una belleza.
El nombre del mafioso llama mi atención, volteo a mi izquierda y la garganta se me seca al ver a Kaira Cavalli del brazo de Uriel, podrá vestir sexy, estar maquillada, y parecer que sonríe, pero a mí no me engaña, su mirada azul me dice todo, por unos segundos sus ojos se cruzan con los míos y la sonrisa se le esfuma, es cuando noto, aún en las distancias, las marcas del cuello que ha intentado ocultar.
Bebo todo mi trago y muevo el cuello con estrés.
—¿A dónde vas, Francori? —me cuestiona uno de los peleadores a los que fingí escuchar.
—A saludar a la nueva estrella internacional, Uriel Dominico.
Y diciendo esto, me acerco hasta ellos.
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Un Corazón Dañino #3 © [COMPLETA]✅
Romansa"Se supone que el villano no es el rey, y se supone que la princesa no debe destronar al rey" Lo que empezó como un sueño, terminó en una pesadilla, perdí la cabeza y herí a la única mujer que he amado. Han pasado cuatro años desde el día en el qu...