Las Sombras de Red Bull

Sombras y Revelaciones

La música seguía sonando en el fondo, con luces de neón iluminando el ambiente del bar. Los murmullos de los asistentes competían con la animada conversación entre los presentes. Max, aún en su asiento, observaba fijamente la entrada. No podía evitarlo. Algo en el aire estaba diferente esta noche. La tensión entre él y Checo era palpable, pero no solo por lo que ya había sucedido entre ellos. Algo más estaba en juego.

Checo, por otro lado, estaba disfrutando la velada. De alguna forma, la llegada de Carlos y Pato había relajado el ambiente. Juntos, habían formado un pequeño círculo de conversación. Pero ese equilibrio se rompió cuando la puerta del bar se abrió, y Lewis Hamilton apareció.

Lewis: "¿Qué tal, chicos? Veo que la fiesta se ha puesto interesante." —su tono suave, casi provocador, hizo que todos se giraran. Max frunció el ceño inmediatamente, reconociendo la expresión en su rostro. Lewis siempre tenía esa capacidad para incomodarlo, sobre todo cuando estaba cerca de Checo.

Max, entre dientes: "Nada que no se pueda arreglar." —respondió, mientras se levantaba de su asiento, buscando evitar una confrontación directa con el británico.

Checo, por su parte, recibió a Lewis con una sonrisa relajada, aunque algo cautelosa. La presencia de Hamilton siempre traía consigo una carga extra de competitividad. Pero, en ese momento, Checo no quería pensar en la pista. Necesitaba desconectar, incluso si esa desconexión significaba enfrentarse a una batalla psicológica.

Lewis, al notar la ligera frialdad entre ellos, sonrió con malicia, consciente de que su simple presencia ya estaba alterando la dinámica. Sabía que Max y Checo se sentían incómodos con la situación.

Lewis: "Me alegra ver que el ambiente está tan... tenso. ¿Es que acaso la competencia no acaba nunca?" —su mirada fue directa hacia Max, y luego se desvió hacia Checo.

Max, al escuchar esas palabras, apretó la mandíbula. Estaba a punto de responder, cuando una nueva figura irrumpió en la escena.

Sebastian Vettel entró al bar con su usual calma, mirando a todos con una leve sonrisa. Se dirigió directamente hacia Checo, como si fuera el lugar natural al que pertenecía. La atmósfera se cargó de inmediato. Aunque Sebastian y Checo compartían una relación de respeto, el pasado entre ellos no se olvidaba tan fácilmente.

Vettel: "Parece que la fiesta está mejor de lo que imaginaba." —dijo con tono amigable, sentándose al lado de Checo, quien lo miró con una mezcla de sorpresa y diversión. Las palabras de Vettel nunca eran tan directas, pero siempre tenían una carga emocional detrás.

Max, que había estado observando en silencio, no pudo evitar una expresión tensa. ¿Qué estaba pasando? El hecho de que Vettel se sentara junto a Checo, tan cómodamente, lo hacía sentir más celoso de lo que esperaba. Sabía que tenían historia, y aunque ambos siempre habían mantenido las apariencias de una amistad, Max no podía quitarse de la cabeza las complicadas emociones que se entrelazaban con el pasado entre ellos.

Max: "Esto sí que es una reunión interesante." —respondió, cruzando los brazos con una sonrisa irónica mientras miraba a los dos hombres con los que Checo compartía momentos de intimidad.

Carlos y Pato, que hasta ese momento habían estado conversando, observaron en silencio la tensión que se acumulaba. Pato, algo incómodo con la atmósfera, intentó cambiar de tema, mientras que Carlos, como siempre, aprovechaba la ocasión para jugar a favor de la situación.

Carlos: "Ya saben, chicos, siempre hay que esperar lo inesperado cuando Max está cerca, pero el espectáculo parece que no ha hecho más que empezar." —dijo con una risa burlona, buscando aliviar un poco el ambiente.

Pero las cosas no iban a calmarse. Max observaba, sin poder evitarlo, cómo Checo sonreía levemente ante los comentarios de Vettel, mientras Lewis no perdía oportunidad de lanzarle miradas desafiantes. En esos momentos, Max entendió que la situación entre ellos ya había dejado de ser sobre la pista. Estaban entrando en un terreno mucho más complicado, y no estaba seguro de cómo iba a salir de esta.

Vettel, sin embargo, parecía completamente ajeno a la incomodidad de Max. Su conversación con Checo era fluida, llena de risas y complicidad. A medida que pasaban los minutos, la atmósfera se volvía más densa. El simple hecho de que los dos estuvieran juntos, tan cerca, comenzaba a rozar el límite de lo que Max podía soportar.

Checo, al notar la creciente tensión de Max, se giró hacia él, su expresión ahora más seria. No quería que esta noche fuera una guerra abierta, pero no podía evitar la atracción que sentía por las personas que lo rodeaban. Vettel había sido parte de su vida, y aunque su relación con él había tenido altibajos, no podía negar la historia que compartían. Lewis, por otro lado, era otra historia. Siempre había sido competitivo, pero había algo más en su actitud que lo ponía en alerta.

Max, al ver cómo Checo interactuaba con los demás, no podía evitar sentirse desplazado. La historia que compartía con él, el respeto que habían forjado como compañeros de equipo, ahora parecía ponerse a prueba. Y lo peor de todo era que no podía decir con certeza si estaba más celoso de Vettel o de Lewis. En su interior, sabía que algo estaba cambiando. Pero, ¿qué?

Max, tratando de evitar más tensión, se levantó abruptamente.

Max: "¿Sabes qué? Creo que mejor voy por algo de beber." —dijo, sin mirarlos directamente, y caminó hacia la barra.

Cuando Max se alejó, Vettel y Lewis intercambiaron una mirada, pero ninguno dijo nada. Sabían que la situación no podía empeorar, pero también sabían que el juego entre ellos no había hecho más que comenzar.

Y mientras Max se apartaba, Checo se quedó pensando en lo que acababa de pasar. Había algo en la forma en que Max se había retirado que lo hizo sentir incómodo. No solo por la presencia de los demás pretendientes, sino por lo que sentía por Max, lo que había estado ocultando bajo la superficie durante tanto tiempo.