En un mundo donde los héroes con poderes llamados "Quirks" protegen a la humanidad, Izuku Midoriya, un joven Quirkless, lucha por convertirse en un héroe a pesar de su condición. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando descubre que es la r...
La cocina estaba llena de actividad, con Izuku y Sesshomaru lavan la losa del desayuno. La luz del sol que entraba por la ventana iluminaba la habitación, destacando la eficiencia y la coordinación entre los dos.
Mientras tanto, Inko estaba en su habitación, empacando sus pertenencias y preparándose para la mudanza. La determinación en su rostro era evidente, y su respiración era rápida y superficial.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De repente, el sonido del teléfono sonó en la habitación. Inko se detuvo y miró el teléfono, dudando por un momento antes de responder notando que era su amiga Mito.
Inko: ¿Hola? -dijo Inko, su voz suave.
La voz al otro lado del teléfono era la de su amiga, que trabajaba en el museo. Inko se relajó un poco al escuchar la voz de su amiga.
Mito: ¡Hola, Inko! ¿Cómo estás? -dijo la amiga, su voz alegre.
Inko: Estoy bien, gracias -dijo Inko, su voz suave-. Pero tengo que hablar contigo sobre algo importante.
Mito se puso seria al escuchar la voz seria de Inko.
Mito: ¿Qué pasa? -dijo la amiga, su voz preocupada.
Inko: Necesito que me ayudes a vender algunos objetos valiosos -dijo Inko, su voz suave-. Son jarrones antiguos, y creo que podrían ser muy valiosos.
La amiga se sorprendió al escuchar la solicitud de Inko.
Mito: ¿Jarrones antiguos? -dijo la amiga, su voz muy sorprendida-. ¡Eso es increíble! ¿Dónde los conseguiste?
Inko sonrió, agradecida por la ayuda de su amiga.
Inko: Mi hijo los trajo anoche -dijo Inko, su voz suave- Pero no puedo hablar sobre eso ahora. ¿Puedes venir a mirarlos y ayudarme a venderlos?
La amiga se puso seria al escuchar la solicitud de Inko.
Mito: Por supuesto, Inko -dijo la amiga, su voz seria-. Haré todo lo que pueda para ayudarte. Pero debes prometerme que me contarás todo sobre lo que está pasando se nota que algo está pasando.
Inko sonrió, agradecida por la ayuda de su amiga.
Inko: Te lo prometo Mito -dijo Inko, su voz suave-. Te contaré todo cuando te vea.
Mito se relajó un poco al escuchar la promesa de Inko.
Mito: Está bien -dijo la amiga, su voz suave-. Haré todo lo que pueda para ayudarte. ¡Te veo hoy en la noche Inko!
Inko sonrió y colgó el teléfono, sintiendo un poco de alivio al saber que tenía la ayuda de su amiga. Se dirigió a la cocina notando un paquete de avena en hojuelas acabada rápidamente pensó que fue que eso le dieron de comer a Ah-Un, y también donde encontró a su hijo terminando de empacar todo lo de la cosina como podía con el pequeño prohibido abrazado a su pierna.