No quiero nada

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Narra Santiago

Me levante de la cama, y apague la música, decidí salir a caminar y despavilarme un rato. Mi mente estaba en muchas cosas, por una extraña razón recordé a Naty, sabia por que, se acercaba mi cumpleaños, Naty me festejaba mis fiestas en grande, junto con otros amigos, odio saber que ella ya no estará ahí conmigo, ya lo había aceptado, pero como olvidar la, ¿cómo olvidar a alguien que hacia de ti lo mejor? Imposible.

Baje, sin antes guardar bien mi dinero, no quería que mi tío lo agarrara y apostara. Cuando baje me encontré con la casa sola.

«¿donde están? » pensé

-¿tios?- no hubo respuesta, tome las llaves de la casa y salí, cerré la puerta principal con seguro, el cielo ya estaba oscureciendo, empecé a andar, me encontraba con niños jugando fútbol.

Me vino una imagen fugaz a mi mente, y después de desprendieron otras imágenes con rapideza, una niña, un niño, un callejón, una sombra y un balazos. La principal imagen que me atormentaba desde niño. No se detuvo aquella reproducción de recuerdos, paso otra imagen, Naty y yo jugando fútbol, payaseando con querer ser presidentes. Eran cosas imposibles pero en mi causaba un recuerdo nostálgico.
Pierdo el equilibrio y me apoyo en un poste de luz.
-¿estas bien?- escucho la voz de un niño de tras mio. Volteo encontrando me con él.
-sí - Murmuré
-¿seguro, has perdido el equilibrio? Te vez como de mi edad ¿15?
-cumplo 16 el Sábado -comente
-que padre, ahora dime ¿que tienes?
-¿que tengo? Nada, he perdido el equilibrio por que pensaba en algo
-bueno, ¿juegas con nosotros fut?- me pregunto, lo vi y luego a los otros dos que estaban atrás.
Dude.
-hmmm no se
-vamos, me has caído bien
-Eh está bien

Dudaba en verdad si quería jugar, no soy muy sociable en estas cosas.

[Te da miedo, eso pasa, no sabes como llevar las cosas, ahora solo finge que esta todo bien y juega]

A veces mi mente me ayudaba en vez de hundirme.
Éramos ahora dos contra dos yo era portero, y el otro chico de mi equipo se llama Emiliano,bajo, moreno, complexión delgada, el que me pregunto si quería jugar se llama Matias, él es piel lampiña, cabello rubio, alto, de mi estatura. Y el otro que era de su equipo se llama Ulises, altura media, moreno claro.
Íbamos dos a uno, ellos iban ganando, estaba sudando y no era de sorprenderse, era refrescante a la vez ya que el aire fresco de la noche golpeaba mi rostro al correr.
Después un rato de jugar nos sentamos en la banqueta, nuestra respiración estaba agitada, respiraba con la boca.
-¿que hora es?- pregunte
-las 10:16- me respondió Matias, me pare de un brinco, y me despedí con un chocalas y puño de mano, y me heche a correr a dirección a la casa.
Cuando llegue las luces estaban prendidas, ya habían llegado, que tortura, toque la manilla y la gire, esta abrió permitiendo me encontrar con un rostro enojado de mi tío que me fulminaba con la mirada.

«mierda»
[Mierda]

Pensamos. Mi tía se encontraba sentada en la silla de la cocina mirándome con una mueca de disgusto.
-¿a donde te fuiste?- exclamo mi tío enojado.
-¡pensamos que te escapaste!- dijo mi tía.
-sali a dar una vuelta
-no vuelvas a salir sin avisar- en eso su mano tiene contacto fuerte con mi mejilla
-¿por qué mier...?
-por estúpido e irresponsable - me interrumpió
-sube a tu habitación Santiago- me ordena mi tía, empuje a tío y subí rápidamente las escaleras, encerrándome en mi habitación.
Avente las cosas, es que no los entiendo quieren que salga pero se enojan cuando lo hago.
Debía de darle un punto a este día, una pequeña carita feliz, me divertí jugando, hace tiempo que no lo hacia.
Me acerque a un calendario que tenía, puse una carita feliz chiquita, chiquita, cuando la puse, me quede observando los otros días tenían muchas caras rojas.
Empecé ese calendario hoy en la mañana, así podía contemplar mis días, si eran buenos o malos y por lo visto, no puede ser peor.
abrí un poco la ventana y me acosté en la cama, tome mi laptop y me metí a facebook, vi mi inicio, cheque el chat y no estaba conectada, hace dos días que se conecto pero no checo mis mensajes, me había dicho que estaba en un manicomio, cosa que vi patético, su mamá pensaba que estaba loca, ella me contó bien como fueron las cosas, me contó de sus compañeras, y lo que me interesó es lo que me decía, un puerta de hierro, después que sus compañeras se cortaban.
Pasan muchas cosas ahí.
Cierro mi perfil y apago la laptop, me acomode viendo el techo, mis brazos estaban debajo de mi cabeza, mis pies flexionados.
En eso escuchó que alguien toca la puerta.
-Santiago- susurro mi tía del otro lado de la puerta
- pasa- le dije, paso prendió la luz y se sentó en la orillas de mi cama, yo también me senté.
-¿que pasa?- pregunte
-queria ver que querías que hiciéramos el sábado, una comida, una fiesta, vamos a un lado.
-nada
- Vamos Santiago
-en serio nada
- para que te despejes.

Hace tres años que ya no festejaba mi cumpleaños por la misma razón de que me recordaba a Naty.
-ya no haces fiestas, Santiago ¿que pasa? Hace años que ya no eres el mismo, antes adorabas hacer fiestas a cada momento que se antojaba.
-ya cambie
-¿por que? ¿ya no te gustan las fiestas?
- no, ya no, no quiero nada, eso me atormenta
-¿te atormenta?
-no me gusta- me defendí




Holaa 1.83 K de lectores, muchos para mi!
Pero siguen viendo lectores fantasmas UnU es triste :'( los invito a leer y a votar, no es difícil.
Y para los que ya no son hahaha les agradezco :D en verdad, aprecio sus votos y comentarios.
Las quiero :')

Alisson (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora