¿Muestras de afecto?

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Habían pasado dos semanas y media, por la razón de que ya no era noviembre sino diciembre.
Hoy iba a ir con la nutriologa, he comido un poco más por la razón de que mi mamá me ha obligado y les tengo una noticia reprobe Química, asi es, el bimestre lo reprobe, no estoy orgullosa ya que no soy la mejor estudiante, eso es obvio.
En una semana iban a dar las vacaciones de diciembre lo que agradecía bastante, amaba las vacaciones.
Fueron echas para mi.
-Correle, date prisa- me apresuro Elizabeth que quería llegar a la cooperativa a pedir su almuerzo.

-Oye, hago lo mejor que puedo- le repliqué.

En las manos tenia unas cajas que iba a usar para un proyecto de esta semana, pero me tapaban la vista.

-Hay haber...- se interrumpió Elizabeth, yo seguí caminando pero para mi suerte tropeze, haciendo que las cajas estuvieran esparcidas en mi área, por atrás escuche las voces de Miranda y su estúpido grupo riéndose.

-Jajaj miren la vaca se callo- se burlo Miranda señalándome.
En ese momento fue cuando las burlas crecieron más y más por los demás estudiantes.

-No les hagas caso- me susurro Elizabeth, en ese momento, ante esas palabras quería llorar.

-Oye gorda por que no te levantas, ¿es que llevas mas botargas?- dijo una morena de su grupo.

Me levante, Encontrándome con Ahmed y con las cajas que estaban en el suelo y ahora yacían en sus manos, me sonrió.
Tome las cajas.

-Gracias- susurré.

-Me dan asco y pena- exclamó Miranda.

-Mas asco das tu con ese taparrabos al tener solo 14 años- reprocho Elizabeth

-Callate estúpida tú ni al caso- gruño la morena.

Está cambiaba de amigas como cambiaba de calzones, hace unas semanas dos chicas rubias, unos cuantos chicos.
Miranda se acerco a mi quedando a unos cuantos centímetros de mi rostro, de reojo miraba ha Ahmed como se ponía tenso.

-Eres una odiosa- murmuró mirándome con odio.

No pude contestar, no articulaba ninguna palabra.
Me tomo con fuerza de mis dos brazos haciendo que las cajas se cayeran, me dolían las heridas, estaba segura que tenia la expresión de dolor, solo esperaba que no lo notasen, me había hecho nuevamente en el brazo derecho cuando ya habían cicatrizado las anteriores.
Ya no tenia espacio en ningún brazo y eso me mataba.

-¿Por que no hablas?¿te comieron la lengua los ratones? - se río.

Elizabeth la separo de mi a unos metros, está fastidiada le da un manotazo, Elizabeth se queja.

-Como siempre una basura necesitada - reprocha ella y se va junto con la morena.

-¿estas bien? - pregunto Ahmed.

-Sí - Sonreí, lágrimas de mi querían brotar y sin duda las iba a dejar salir.
Corrí de ese lugar para dirigirme al baño, deje las cajas ahí y no me importo, solo quería desahogarme.

Llegue al baño y me encerré, no había soltado todavía ninguna lágrima, me mire al espejo y comencé a llorar.

«¿por que eres tan odiosa

Me dije.
¿Por que?
Siempre la misma estúpida pregunta de todos los días, ¿por que soy así?¿por que todos se burlan de mi?
Me odio.
¿por que simplemente no me dejaban en paz?

Rompí un pedazo del espejo, me levante el mayon, y sin dudarlo me corte la pierna izquierda.

«Mi vida es injusta, mi vida es asquerosa, ellos me torturan de día, mis demonios de noche»

Alisson (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora