Día soleado, esplendoroso que calaban los ojos, el calor era insoportable y sentía como las gotas de sudor recorrían mi espalda. Seguía caminando hacía la escuela, cuando de lejos visibilice el transporte de la secundaria para salir de viaje. "Rayos, se me ha olvidado" . No me he acordado que precisamente hoy salíamos a pasar el rato, nos habían comentado hace unas dos semanas.
Vi a Britney subir el camión, por lo que me llegó a angustiar por un momento, ya había pasado, si ella estaba aquí, de seguro ya le había comentado a mi mamá del viaje. Podía significar pinta y pasar de largo del camión. Nadie se daría cuenta, o eso quería pensar, tampoco es que se me contemple.
-¡Elizabeth!- me gritó una voz grave. Me giré a mirar y era una de mis maestras del curso- ¿Pero es que a dónde vas? Adentro- ordenó que me subiera al camión.
Incomoda subí al camión, mis mangas largas las arrugaba con nerviosismo. mi flequillo negro estaba tapando mi rostro, así que por un lado me alegraba que mis gestos no quedaran expuestos a los alumnos.
-¡Ali, aquí!- gritó Elizabeth desde el fondo del transporte, me dirigía hacia ella, pero el transcurso para llegar parecía ser muy lento cuando escuchabas murmuros y sentías las miradas de todos posados en ti.
-Britney, ¿esa no es tu hermana?- susurro una de las chicas que se encontraba sentada a lado de mi hermana.
-¿Cuál es tu problema?- preguntó Britney secamente. La otra chica se quedó inmutada y las demás que estaban alrededor de ella se echaron miraditas de vergüenza.
-Tan bella que es y una hermana tan fea, pero sobre todo rara- susurro una de tantas.
-Lo sé, pero sh sh sh- dijo otra silenciado.
-El camino me pareció largo- dije cuando llegué hacía Elizabeth.
-Toma asiento. No les hagas caso, no son la gran cosa- dijo sonriendo y mirándome.
-No, creo que no- le sonreí.
El autobús se puso en marcha, sin embargo, aún desconocía a dónde nos dirigíamos. Me quede absorta en las calles que íbamos recorriendo, y solo oía de fondo como Elizabeth hablaba sin parar, contándome algo, por un lado me sentía mal por ella, porque yo no le ponía atención.
-¿Dónde vamos?- pregunté interrumpiéndola.
-Al parque Héroes- respondió emocionada.
Por alguna razón, sentía muchos nervios, mi corazón empezó a palpitar rápido, había algo que me estaba intranquilizando. Ya habíamos llegado después de unos veinte minutos de camino. Las maestras estaban sacando en orden a los alumnos del autobús y empezaron a gritar unos de emoción y se veían extasiados de llegar. Pero por el contrario, yo sentía que no quería bajarme, mis manos empezaron a sudar y mi respiración se encontraba agitada. Sentía que algo iba a pasar pero no tenía idea de qué.
-Alisson, ¿estás bien?- preguntó Elizabeth mirándome curiosa.
-Sí, claro- mentí con una sonrisa falsa iluminando mi rostro.
-Bueno, bajemos- dijo con emoción.
-Ayer mis papás me dijeron que me comprarían un buen de ropa- comentó emocionada Eli.
Nos encontrábamos caminando hacía una pequeña cooperativa. Tenía hambre y como mi mamá no me daba dinero, Eli se ofreció a pagarme el almuerzo.
-¿Y si me acompañas?
-¿Qué?- la miré, tratando de confirmar que la pregunta era dirigida hacía mi- ¿Yo ir contigo? Oh, puede ser- afirmé con la cabeza. Estaba segura que al final le cancelaría la salida, no me gustaba mucho salir.
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Alisson (EN EDICIÓN)
De Todo¿Qué pasaría si tus demonios amenazaran con salir pidiendo a gritos ayuda? Sí, soy un bicho raro, que se lamenta cada noche por su existencia, que su mente pide a gritos que alguien le ayude, y que como respuesta solo merezca críticas, pero ya me ac...