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Hyunjin estaba sentado en la cama, con una postura inusual para él; siempre había sido la imagen de la confianza, casi al punto de la arrogancia. Pero ahora, su figura proyectaba una vulnerabilidad que nunca antes había mostrado.

El omega no dijo nada al principio. Sus labios estaban apretados en una fina línea, y su expresión era indescifrable. Hyunjin, levantó la cabeza para mirarlo. Felix estaba más cerca de lo que esperaba, tan cerca que podía notar el brillo húmedo en sus ojos y el temblor imperceptible en sus manos.

El alfa aún tomaba con cuidado la mano de Felix. Era la primera vez que sentía lo frágil que se percibía al tacto, aunque sabía que Felix tenía la mano pesada cuando se enojaba.

-Habla conmigo -pidió Hyunjin, con los ojos fijos en el rostro de Felix. Había algo en su mirada que imploraba honestidad, aunque también dejaba entrever el miedo de escuchar algo que no quería.

Felix exhaló, un sonido breve y tembloroso que parecía más un suspiro de derrota que de alivio. Su mano seguía entre la de Hyunjin, pero no parecía dispuesto a tirar de ella.

-No entiendo por qué haces esto -murmuró al fin. Su voz era baja, apenas un murmullo, pero cargada de emoción contenida-. No entiendo por qué ahora decides tratarme así.

Hyunjin frunció el ceño, confundido. Soltó suavemente su mano para permitirle continuar, aunque su impulso natural era sostenerla, como si eso pudiera evitar que Felix se alejara.

-¿De qué estás hablando? -preguntó, tratando de mantener la calma-. ¿Cómo es que te trato?

Felix soltó una risa amarga, pero no lo miró. Sus dedos se retorcían en su regazo mientras continuaba.

-De repente eres amable, atento, cuidadoso. Me miras como si te importara, como si... -Se detuvo, sacudiendo la cabeza como si quisiera descartar sus propias palabras-. Como si fueras alguien diferente del Hyunjin que conocí cuando llegué aquí.

Hyunjin sintió cómo su pecho se tensaba. No podía negar que había cambiado su actitud hacia Felix, pero no sabía que el omega lo vería así. Tampoco esperaba que interpretara ese cambio como algo negativo.

-¿Y eso está mal? -preguntó, intentando buscar sus ojos-. ¿Tratarte mejor es algo que te molesta?

Finalmente, Felix lo miró. Había un brillo en sus ojos, una mezcla de tristeza y enojo que lo hacía ver más pequeño y vulnerable, aunque Hyunjin sabía que estaba más decidido que nunca.

-Me molesta porque no sé si es real -confesó Felix, su voz quebrándose al final-. Pasé meses aquí, intentando no sentirme un estorbo, fingiendo que no me afectaba cómo me tratabas. Y ahora, vienes y haces esto.

Hyunjin abrió la boca para responder, pero Felix lo interrumpió, como si supiera lo que iba a decir.

-No es porque te importe, ¿verdad? -Continuó Felix, con un tono más frío-. Es porque ya soy más estereotipico. Es porque ahora encajo en la idea que tienes de cómo debería ser un omega como yo.

El golpe de esas palabras lo dejó sin aliento. Hyunjin negó con la cabeza inmediatamente, con una urgencia que casi lo hizo tropezar con sus propias palabras.

-No, Felix, no es eso. Nunca ha sido eso.

-¿Entonces qué es? -preguntó Felix, con un desafío que ocultaba su vulnerabilidad-. Porque no parece una coincidencia. Apenas mi aroma empezó a cambiar, tú también lo hiciste y para siempre por lo que veo.

Hyunjin se quedó en silencio por un momento, intentando ordenar sus pensamientos. Había tantas cosas que quería decir, pero ninguna parecía lo suficientemente adecuada para lo que Felix necesitaba escuchar.

Convivencia peligrosa | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora