Convivencia peligrosa | Hyunlix

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Felix llegó a la puerta de la residencia con una sonrisa amplia.
Llevaba su maleta, un paster de chocolate pequeño y una ligera sensación de entusiasmo que no había podido quitarse desde que supo que conocería a su nuevo compañero de cuarto. La experiencia de mudarse a la universidad había sido extraña, pero la idea de tener a alguien con quien compartir ese espacio lo hacía sentir más optimista. Hwang Hyunjin... ese era el nombre que le habían mencionado. No sabía mucho de él, pero Chan y los demás le habían asegurado que era alguien bastante sociable.

"Va a estar bien", pensó mientras ajustaba la correa de su maleta y levantaba la mano para tocar la puerta.

Tocó tres veces, lo justo para que se escuchara pero sin ser demasiado ruidoso. Del otro lado, se escucharon pasos apresurados y una voz profunda que resonó desde el interior del apartamento.

-¡Pasa, está sin seguro! -gritó Hyunjin desde algún lugar, su voz llena de energía, como si asumiera que quien estaba del otro lado de la puerta era alguien conocido.

Felix arqueó una ceja, un tanto confundido. No esperaba que lo recibieran tan rápido, pero decidió seguir las instrucciones. Empujó la puerta suavemente y la abrió.

El interior de la habitación estaba más iluminado de lo que había imaginado, con la luz del atardecer filtrándose por las ventanas. A su derecha, había una mesita de entrada, por lo que dejó el pastel tapado ahí, más adelante del pasillo de la entrada a mano derecha, estaba la cocina, de donde provenía el ruido de un cuchillo cortando sobre una tabla.

En medio de la cocina, había un chico alto con una camiseta de tirantes, mostrando sus brazos tonificados y espalda ancha, estaba concentrado en lo que parecía ser la preparación de algo. Confiado y sin volverse hacia la puerta, continuó cortando verduras.

Felix podía observar los músculos moverse, sí, Chan tenía razón al mencionar que Hyunjin era alguien que amaba los deportes, se notaba en su cuerpo. Y esa altura... se imaginó viviendo con un chico con estatura parecida, pero no, Hwang era muy alto y... bueno, debía controlar sus pensamientos y tal vez a su lobo también.

-Minho, ¿por qué llegaste tan temprano? -preguntó Hyunjin, aún sin levantar la mirada-. Tienes que llevarte mi parte del trabajo pero aún tenemos mucho tiempo, a media noche llama a Changbin para ir a la fiesta de Yeji, dijo que si la ayudaba con las entradas me llevaba una parte de las ganancias.

—Ah, y el idiota de Seungmin me está diciendo que si llego tarde el se queda con todo el dinero, así que no me pienso arriesgarme.

Felix se quedó quieto, dándose cuenta rápidamente de que Hyunjin lo había confundido con alguien más. Tragó saliva, tratando de decidir qué hacer. No quería sorprenderlo, pero al mismo tiempo, la incomodidad de la situación le pesaba en los hombros.

¿Será muy tarde para huir?, no, claro no Felix, tú puedes, vamos, es tu nueva vida, ya eres adulto, ya no soy un niño, yo puedo. ¡Yo puedo!

-Ehh...soy F..felix, Lee Felix-aclaró la garganta y retrocedió lentamente considerando poder escapar.

Hyunjin se detuvo de inmediato, el cuchillo en el aire. Lentamente, giró la cabeza, sus ojos se fijaron en Felix por primera vez. En ese momento, el reconocimiento en su rostro fue instantáneo.

Como no reconocerlo, en todo lado no había un chico con cabellos dorado, delgado, cara de bebé y pecas adornando su rostro, aparte de ese ceño fruncido difícil de olvidar.

-Tú.-murmuró Hyunjin, sus cejas se fruncieron mientras lo examinaba. De repente, su expresión se volvió dura y sus labios se tensaron-. ¡Que mierda haces aquí!