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La luz tenue de la mañana se filtraba por las cortinas cuando Hyunjin abrió los ojos. Su mente todavía estaba nublada por el sueño, pero lo primero que notó fue la figura de Felix, acurrucado entre las sábanas. Su cabello desordenado enmarcaba un rostro sereno, y su respiración tranquila llenaba el silencio de la habitación. Hyunjin lo observó durante unos segundos, sintiendo una extraña calidez en su pecho antes de levantarse con cuidado para no despertarlo.

Hyunjin caminó hacia la cocina, estirándose perezosamente mientras trataba de recordar si Felix había comido algo la noche anterior. "Probablemente no", pensó, frunciendo el ceño. Algo en esa idea le provocaba una incomodidad inusual. No era su responsabilidad cuidar de Felix, pero aún así, decidió preparar algo que pudieran compartir.

Abrió el refrigerador y comenzó a reunir ingredientes para un desayuno sencillo; arroz, un poco de kimchi y huevos fritos. Mientras tanto su mente volvía constantemente al omega.

Cuando terminó de preparar el desayuno, sirvió una porción para sí mismo y comenzó a comer en silencio. Sus pensamientos se deslizaban entre los últimos días y cómo habían cambiado entre ellos. Después de terminar su plato, miró hacia la habitación. "Podría despertarlo... pero está tan tranquilo".

Decidió darse una ducha rápida antes de abordar el dilema. El agua caliente relajó sus músculos y despejó su mente. Al salir, tomó una toalla y la envolvió alrededor de su cintura, dejando gotas de agua resbalando por su pecho y abdomen. Seguidamente caminó hacia su habitación para buscar ropa en el clóset.

En ese momento, Felix comenzó a despertar. Sus ojos parpadearon lentamente, adaptándose a la luz cálida que llenaba la habitación. Lo primero que vio fue la espalda desnuda de Hyunjin, los músculos moviéndose con cada pequeño gesto mientras buscaba algo en el armario. Felix sintió cómo el calor subía por su cuerpo, una sensación confusa y abrumadora que no podía controlar.

Sus feromonas empezaron a intensificarse, y su mente se llenó de pensamientos que intentaba ignorar desesperadamente. Su instinto omega reaccionaba a la presencia del alfa, y aunque no quería aceptarlo, algo en él no podía apartar la mirada de Hyunjin.

Hyunjin, ajeno al principio a la mirada de Felix, finalmente se dio cuenta de que el omega estaba despierto cuando se giró ligeramente hacia la cama. La expresión en el rostro de Felix, con las mejillas sonrojadas y los ojos grandes fijos en él, lo tomó por sorpresa.

Una sonrisa apareció en los labios de Hyunjin. Había algo en la timidez de Felix que lo divertía, pero también despertaba una curiosidad inexplicable. Decidió probar algo.

-¿Te desperté? -preguntó, caminando hacia la cama sin molestarse en cubrirse más.

Felix se tensó, sus manos apretando las sábanas con fuerza mientras intentaba desviar la mirada. Pero sus ojos volvían inevitablemente al pecho tonificado del alfa.

-N-no, yo... -murmuró, su voz apenas un susurro.

Hyunjin se detuvo junto al borde de la cama, inclinándose ligeramente hacia él.

-¿Estás bien? -preguntó, su tono suave pero con una pizca de diversión.

Felix se encogió ligeramente bajo la intensidad de su mirada, incapaz de responder. Su cuerpo parecía haber tomado el control, sus ojos vagando por el torso de Hyunjin antes de que pudiera detenerse.

Hyunjin notó la dirección de su mirada y no pudo evitar que su sonrisa se ensanchara. Decidió acercarse un poco más, apoyando una mano en el borde de la cama.

-¿Te gusta lo que ves? -bromeó, aunque su voz contenía un matiz más grave, casi como si estuviera probando algo.

Felix lo miró, horrorizado por la pregunta, pero no pudo ocultar el rubor que cubría sus mejillas.

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⏰ Última actualización: 13 hours ago ⏰

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Convivencia peligrosa | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora