Convivencia peligrosa | Hyunlix

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Era un nuevo dia, hyunjin seguía algo frustrado y ansioso por la llegada de su roomie, pero no pensaría tanto en ello, ya que hoy festejaban en la U, una serie de actividades por el fin de exámenes.
El pelinegro se encontraba con Changbin un alfa bastante divertido y con Lee know, ambos se dirigian hacia el gimnasio donde todos fueron convocados. Aunque en el trayecto hyunjin se desvío rápidamente al baño.

En el trayecto a este, debía pasaba por los casilleros, pero se encontró una situación bastante inusual.

¿¡Porque no abre esta cosa!? De donde vengo son más modernos...
Se preguntaba lee felix, un omega bastante lindo y cariñoso una vez lo conoces, con un aroma dulce y rico en rosas y cerezas, un olor bastante magnético. Era una lástima que estuviera utilizando parches que en parte le quitaba su olor debido a que su doctor se lo recetó a causa de un descontrol que tuvo hace unos días con su celo.

Aunque en parte le gustaba, ya que al ser nuevo no sentía la presión de ser conocido instantáneamente como un omega con dulce aroma.

Se encontraba forcejeando un casillero ya que este no abría y era el asignado, el candado estaba tan viejo que no servia? un poco harto de la situación le dio un golpe aprovechando que estaba solo en el pasillo o eso pensaba.

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El golpe seco del casillero resonó por el pasillo, y Hyunjin, que ya estaba en camino al baño, detuvo su paso al escuchar el sonido metálico.
Giró la cabeza hacia los casilleros y allí lo vio: un chico rubio, claramente molesto, forcejeando con el casillero que, por supuesto, era el suyo.
"A quién maté en mi otra vida para merecer esto?", pensó, sus ojos oscureciéndose de irritación. Sin pensarlo dos veces, se acercó rápidamente.

-¿Qué crees que haces con mi casillero? espetó Hyunjin, con una mezcla de incredulidad y fastidio.

Lee se giró rápidamente, encontrándose cara a cara con el pelinegro que lo miraba como si quisiera arrancarle la cabeza. Apretó la mandíbula, no iba a dejar que ese alfa lo intimidara. No hoy y mucho menos siendo nuevo.

-¿Tu casillero? replicó Felix con un tono cortante, claramente irritado por la actitud prepotente del otro. Aunque internamente quería hacerse bolita o simplemente pedir perdón.
- Me asignaron este número y si este vejestorio no abre que más queda.

Hyunjin soltó un bufido, dando un paso más cerca, invadiendo el espacio personal de Felix.
Podía oler la leve fragancia detrás de los parches, algo que normalmente lo habría distraído, pero ahora solo le daba más ganas de soltarle una respuesta aún más cortante.
Si fuera un omega su aroma sería claramente más dulce y fuerte, debía ser un alfa débil para oler así de miserable.

-Escucha, rubio, me importa una mierda lo que te hayan asignado. Este casillero ha sido mío desde siempre, y no voy a dejar que un cualquiera venga y empiece a golpearlo como si fuera una vieja tv.

Su tono era bajo y amenazante, sus ojos clavados en los de Felix con una intensidad que dejaba claro que no estaba bromeando.
Casi que podías ver fuego en sus ojos del nivel de enojo sólo porque el otro chico también lo estaba desafiando.

Felix lo miró con una mezcla de rabia y burla pero internamente algo de miedo.
Claro, tenía que ser un alfa arrogante con complejo de superioridad. No quería ser de esos chicos que veía en las novelas que eran fáciles de molestar.

-¿Sabes qué? Si es tan tuyo, ábrelo tú. Tal vez puedas hacer algo más útil con tus manos que amenazarme, porque hasta ahora, solo veo a un idiota.
soltó Felix, cruzando los brazos y mirándolo con desafío.

Hyunjin lo fulminó con la mirada, claramente molesto por el comentario. Sin decir una palabra, tomó la muñeca de felix apartandola bruscamente, era bastante pequeña en comparación de la mano del pelinegro. Si quisiera la hubiera roto.
Rápidamente puso sus manos en el candado luego de apartar al rubio.

-Listo. ¿Ves? No era tan difícil. Pero claro, entiendo que no todos tienen la habilidad para hacer cosas simples .
dijo Hyunjin, su voz cargada de sarcasmo mientras dejaba el casillero abierto de par en par.

Felix lo miró con odio, sintiendo cómo la rabia le quemaba por dentro. Odiaba que este tipo tuviera razón, odiaba que lo hubiera humillado de esa forma y sobretodo, queria llorar un ratito, se estaba arrepintiendo de actuar igual que el alfa. Pero no le iba a dar el gusto de ver cómo lo afectaba.

-Felicidades, campeón. De verdad, qué impresionante. ¿Quieres una medalla?

Hyunjin se quedó en silencio por un segundo, sorprendido por lo afilada que era la lengua de Felix. No muchos se atrevían a hablarle así, y mucho menos un alfa mas débil físicamente que el. Pero lejos de sentirse ofendido, algo en esa actitud lo entretenía. Le molestaba, pero al mismo tiempo... le gustaba.

-Ten cuidado con lo que dices. No todos tienen tanta paciencia como yo.
Hyunjin sonrió, aunque sus ojos reflejaban una amenaza sutil. Dio media vuelta, dándole la espalda a Felix, pero no sin antes soltar una última palabra.
Y mantente lejos de mis vista si no quieres saber de lo que soy capaz de hacer.

-Quédate tranquilo, como si quisiera algo de ti -respondió Felix entre dientes y algo mareado, mientras cerraba el casillero de golpe. ¿Por qué justamente tenía que ser guapo?
¿Por qué ese alfa olía tan bien? Abrir ese casillero fue mala idea, las sudaderas dentro con las feromonas a full le llegaron como un balazo a su nariz. Menos mal su celo ya había pasado.

Ambos se alejaron, Felix dispuesto a pedir ayuda en dirección porque le dieron un numero ocupado pero con una nube de tensión. Hyunjin estaba enojado, los astros se alinearon únicamente para joderle la existencia estos últimos días, juraría que si lo vuelven a molestar no le importaría tener un reporte por conducta.

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Felix, ahora se encontraba en el baño secando sus ojitos, el proceso de adaptación de un Instituto a otro es bastante difícil, tenía que comenzar de nuevo y que justamente llegue alguien a tratarlo así de feo sólo causó que desquitara su enojo con él de la misma manera.
Aunque sabía que, en el fondo, ambos estaban destinados a chocar nuevamente.