Capítulo 86

34 9 0
                                    

Nos sentamos a la mesa rodeados de un caos perfectamente orquestado. El comedor estaba lleno de platos compartidos, copas de vino, y risas que rebotaban contra las paredes. Me senté al lado de Charlie, quien no había dejado de apretarme la mano desde que empezamos a servir la comida.

- Esto huele increíble ¿Hiciste tu el pavo Amelia?.- me pregunta Owen mientras se servía una generosa porción.

-Claro que no, lo hizo Charlie.- le respondo.

-¿Charlie?.- repitió Owen, fingiendo sorpresa.- ¡No puedo creerlo! El hombre perfecto sí existe.- termina de decir.

Charlie se encogió de hombros, con esa sonrisa traviesa que conocía tan bien.

- Es una receta familiar, mi abuela se la enseño a mi madre y ella a mi.- responde.

-Bueno, si Amelia no te quiere después de esto, avísame. Yo sí me caso contigo.- bromeó Owen, levantando su copa.

Con ese comentario todos estallamos en risa, y Caro aprovechó el momento para intervenir.

-Owen, deja de coquetear con el cocinero. Mejor cuéntales lo que pasó con tu cita de Navidad.- le dice.

- ¿Por qué me humillas en público?.- le pregunta Owen llevando una mano al pecho, fingiendo estar ofendido.

-Porque fue un desastre y todos necesitamos reírnos.- dijo Jeremy, uniéndose a la conversación.

Owen suspiró dramáticamente, pero su sonrisa lo traicionaba.

- Está bien, está bien. Salí con una chica que conocí en una fiesta, todo iba bien hasta que, mientras estábamos viendo una película, empezó a llorar. Y no porque la película fuera triste, no. Estaba llorando porque... atención, por favor dijo que extrañaba a su ex novio.- termina de contar haciendo que todos estallaran en risas. 

-¿Y qué hiciste?.- preguntó Meghan, quien casi escupía el vino de tanto reír.

-Pues, ¿Qué iba a hacer? Le pasé un pañuelo y la llevé a su casa. Mi única compañía esa noche fue un cubo de helado de chocolate.- responde Owen.

-Owen, te juro que tus historias son como un reality show.- dice Charlie golpeando suavemente la mesa, riéndose tanto que apenas podía hablar.

-¿Y qué hay de ti, Charlie?.- intervino Meghan, arqueando una ceja.- Seguro tú también tienes alguna anécdota terrible antes de conocer a Amelia.- termina de decir.

- Eso me gustaría escucharlo.- le digo mirándolo con una ceja levantada.

-Creo que ninguna vale la pena contar. Nada se compara a lo que tengo ahora.- responde Charlie mirándome.

-¡Aww!.- se escuchó a coro desde varios rincones de la mesa, incluida mi mamá, que miraba a Charlie con una aprobación tan obvia que me hizo sonrojar.

-¿Qué tal si dejamos el sentimentalismo para después de los postres?. Y mientras tanto, propongo un brindis por esta noche y porque Peter no haya roto nada todavía.-  bromeó Adara, levantando su copa.

- ¡Hey! Yo me estoy portando bien.-se quejó Peter, aunque con una sonrisa traviesa.

Las copas chocaron en el aire, y por un momento todo fue risas, chistes, y bromas entre amigos y familia. Sin embargo, sentía que cada minuto que pasaba me acercaba más a ese momento en el que la tranquilidad se transformaría en asombro. Miré a Charlie, y él me devolvió una sonrisa que decía: "Estamos listos".

-Perdón que interrumpa, pero Charlie y yo tenemos una pequeña sorpresa que queremos compartir con ustedes esta noche.-dije, llamando la atención de todos.

You bring me home (Charles Gillespie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora