"Mi deber es seguir lo correcto y lo correcto está en mi corazón"
¿Qué harías si tu propósito es opacado por las personas que más amas en tu vida?
Pues para Madeleine, rendirse no es una opción.
"Busca lo desconocido, adéntrate en lo prohibido"
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–¡Madeleine estás loca! –Ethan gritaba horrorizado al ver lo que le habían hecho a su hermano.
–¡Intenté defenderme! ¡Estuvo a punto de abusar de mí, Ethan! –Madeleine contestó con frustración.
–¡Fué tu culpa Madeleine! ¡Todo esto fue por tu culpa!
Madeleine no pudo evitar enojarse, sabía que no era lo correcto, pero estaba segura de que a Jhonathan no le importaba en lo más mínimo cuánto podría lastimarla.
De un momento a otro, la pelirroja se lanzó sobre él para evitar que dijera algo.
El joven tomó a Madeleine del cuello y la empujó hacia el suelo haciendo que ella caiga rápidamente.
–Eres patética –Ethan pateó a Madeleine en el abdomen– Esa estúpida fuerza que tienes no funciona conmigo.
Para sorpresa de nadie, detrás de Ethan se encontraban unos guardias, aquellos siempre iban detrás de él sin importar qué.
–Llévenla a la horca –ordenó Ethan.
–Pero señor, la princesa está a punto de comprometerse –dijo uno de los guardias.
–¡Llévenla a la horca! ¡Obedece a tu rey! –exigió furioso.
Los guardias se acercaron a Madeleine, la tomaron de los brazos y la sacaron de la habitación.
Madeleine intentaba soltarse de aquellos brazos que la tenían prisionera, pero era imposible liberarse.
La desesperación la carcomía por dentro y se maldecía internamente por sentir tantas emociones antes de poder pensar qué podría hacer.
La llevaron por el pasillo que tenía la puerta del castillo en frente, no obstante, Annie se encontró con su hermana siendo llevada a jalones por aquellos guardias.
–¡Annie diles que lo hice para defenderme! ¡Diles la verdad! –gritó su hermana mayor.
Annie estaba completamente atemorizada por la escena que acababa de observar, sin pensarlo dos veces corrió hacia donde se encontraba su hermana, Belia.
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