Yggdrasil. Un juego multijugador de realidad virtual de escala masiva en la Tierra del 2138. Normalmente, trataría de la historia de un hombre solitario que se aferra al pasado en un departamento estéril en el Neo-Japón. Pero Yggdrasil, aunque no er...
Con su majestuosa presencia, el monstruoso ser de nivel apocalíptico, capaz de destruir naciones en menos de un día con su poder explosivo, Dont-Say-My-Name, no, el Demonio de Komodo, la Emperatriz Demoníaca, caminó elegantemente por las hermosas calles del Pueblo de las Hadas.
En cambio a lo habitual, Dont no estaba vestida como su equipo de siempre. En cambio, tenía un equipamiento de nivel medio que, si bien no estaba optimizado, era muy bonito~
Formado de un pequeño chaleco negro hasta la cintura, abierto, mostrando la camisa oscura que mostraba algo del amplio bisto, así como de un largo pantalón negro acampanado hasta llegar a unas botas de tacón de látex oscuro, el atuendo abrazaba perfectamente sus curvas, poseyendo una larga capa roja que caía por un collar de tela de donde colgaba un artefacto de plata con una joya sangrienta.
Las delicadas uñas de Dont estaban pintadas de negro, y su hermoso rostro poseía labial oscuro, con su peinado habiendo cambiado de liso a uno más ondeado, mientras un par de pendientes hechos de ojos de serpiente adornaban su aspecto ya majestuoso.
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Detrás suyo, Haagenti, la sirvienta alegre con características notablemente demoníacas, caminó alegremente y con rectitud a la Reina Demonio, siguiendo sus pasos desde una distancia respetuosa, y lista para atenderla en cualquier momento.
A los costados de Dont, habían 2 Guardias de la Reina Demonio, de las invocaciones más fuertes que Dont podía invocar.
Con armaduras de blanco puro mezclado con rojo sangriento y violento, así como capas rojas andrajosas, y cascos con 6 aberturas para los ojos, de donde brillaban luces rojizas destellantes, con cuernos y garras, los dos Guardias de la Reina Demonio estaban equipados de manera diferente. El de la izquierda poseía una larga alabarda del mismo material que su armadura, y con unos patrones brillantes como al rojo vivo en su filo, y el otro, tenía una lanza con la misma similitud.
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Y claro, a lo largo del camino de Dont, estaban las Hadas, los habitantes civiles de Titania. Estos estaban básicamente en un festival, celebrando el paso de Dont como si ella fuera la atracción principal de un carnaval.
Desde cantos, bailes, plegarias, rezos, halagos, gritos y demás, las Hadas literalmente adoraban a Dont como una Diosa y más. Lo mismo pasaba con Black Abyss evidentemente. Ellas dos eran las Señoras Supremas de Titania. Las Diosas absolutas.