FELIZ CUMPLEAÑOS

41 3 2
                                    

-Doyle's Company no existe.- refuté sus palabras con facilidad.

Claro que no lo hacía. Yo me había encargado de investigar sobre ella incluso antes de saber que Staunton era el asesino de mi padre y lo único que obtuve fue un hipervínculo directo a la subasta de liquidación, así que simplemente ahora no podían venir y decirme que eso nunca sucedió. No era estúpida.

Doyle's Company se había terminado y la verdad lo veía bien difícil el que eso fuera a cambiar siquiera de alguna forma.

Pero claro, Matthew al parecer siempre estaba para romper con mis leyes de la lógica y la verdad.

-Con tu padre como socio no.

-Explícate.

-Tú eres la socia, Sharon... no me digas que... - dejó el resto de su frase en el aire al comprender que no lo estaba siguiendo.

-Matthew no te estoy entendiendo nada y...
-Sharon, ¿qué es lo que sabes exactamente de tu relación con Staunton?- me interrumpió mirándome con más atención en busca de lo que supuse yo, indicios que le revelaran una posible mentira mía.

¿Como por qué mentiría?

-¿Aparte de la de víctima y victimario?

-Debí de haberlo imaginado... - chasqueó los dedos negando incrédulamente con la cabeza como aquel que se le ha escapado el dato más obvio de su vida.- Sabes que eres la única heredera de tu padre, ¿cierto?- me preguntó con cautela de nuevo.

-Bajo el supuesto de que hubiera una herencia, sería bastante probable.- me encogí de hombros sacudiendo la cabeza al instante, rechazando en absoluto cualquier idea que pudiera sugerir lo contrario.- Pero esto... es absurdo. Estamos divagando sobre algo totalmente... - exhalé sonoramente incapaz de encontrar un adjetivo adecuado.- ...Matthew, deja de darle vueltas al asunto porque si te digo que no hay nada más allá del recuerdo de mi padre, es porque sé que no lo hay.

-Sharon: hay una herencia. Por supuesto que la hay. ¿No lo sabías?

-Es que yo investigué... se suponía que...- parpadeé de pronto abrumada por la información que estaba obteniendo.

Y entonces todo fue como un puzzle.

Todas las actitudes de Staunton, sus actos... el mismo hecho de que yo aún siguiera con vida y de que Matthew se propusiera mantenerme en ese estado... firmar... donar Doyle's Company... socia... herencia... mi ignorancia.

-No, no puede ser.- negué aún con más insistencia frotándome la cara con ambas manos desesperada porque las perversas ideas que se asomaban por mi mente, no fueran más que eso y no una realidad.- Dime por favor que Staunton no es... no. Matthew... ¡Matthew!- me volví hacía él sujetándole por las solapas de su chaqueta, exigiéndole con ese gesto una respuesta.

Aunque supiera que la que me iba a dar no iba a ser la correcta.

-Todo obedecía a una lógica.- murmuró más para sí que para alguien más. Como yo, por ejemplo.- Staunton es tu albacea
y si él no te ha matado aún es por... ¡claro!- bufó incrédulo alejándose de mi aprovechando así mi estupor repentino a causa de sus palabras, mismas que habían ocasionado que mi agarre sobre sus ropas se soltara.- El testamento de Nicholas Doyle...- volvió a negar antes de enfrentarme de nuevo y comenzarme a explicar.- ...tu padre estipuló que si morías antes de cumplir la mayoría de edad, toda la herencia pasaría a manos de la beneficencia pública. Todo: la parte accionaria de Doyle's Company, las utilidades y ganancias, la casa en donde vivías... el dinero de la fortuna de tu familia.

-Y si... ¿qué pasaría si yo moría después de... de la mayoría de edad?

-El cincuenta por ciento de la herencia pasaría a manos de Staunton y el otro cincuenta por ciento igual iría a la beneficencia.

El secreto del callejón ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora