El secreto del callejón A

TRES CENTÍMETROS SUPERADOS

Holis!!!!
Nuevo cap, nuevas emociones!!!!
Que lo disfruten!!!
;-)
******************

Tres centímetros, eso era todo.

Sólo un esfuerzo más y lo lograría: sólo un movimiento y mi piel rozaría la de él.

Los segundos seguían transcurriendo y podía sentir su mirada sobre mi.

Yo tenía que lograrlo.

Respiré profundamente justo como él me lo había aconsejado y me juré hacerlo, pero el recuerdo de mis manos cubiertas de sangre con el frío y estático tacto de mi padre, nubló toda valentía y autodeterminación, acelerando mis latidos e incrementando el trabajo de mis glándulas sudoríparas: de nueva cuenta no pude.

Dejé caer mi mano desesperada.

-No puedo- bufé molesta frotándome las manos más para comprobar la ausencia de aquel líquido viscoso y tibio que hacía once años había cambiado mi vida por completo, que por el simple hecho de tener frío.

-Vamos, Alex- insistió colocando de nueva cuenta su mano frente a mi.

-Si tan solo estuvieras en mi lugar por un segundo, comprenderías de lo difícil que es ésto para mí.

-Jamás he dicho que no lo sea, es sólo que... me resulta difícil poder ayudarte sin tener ni una idea de por qué es que tienes ésta fobia.

-¿Y cómo se supone que yo debería saberlo?- repliqué a la defensiva viendo cómo él también se daba por vencido dejando caer su mano sobre su regazo.

-No te estoy exigiendo que lo sepas.

-No creo que esto vaya a funcionar- declaré recostándome cansada en el respaldo del sofá.

-Dijiste que confiabas en mí.

-Dije que lo haría, aunque de todas maneras ésto es más una cuestión mía que tuya.

-¿No eres tú, soy yo?

Y pensar que hasta hace unos días él era el que me había bautizado como una auténtica rompe encantos.

De todos modos ésto no era un encanto.

-No estoy jugando, Matthew.- le previne- Es hora de irme.

-Una última vez- pidió poniéndose en pie para quedar justo a mi altura entre la puerta y yo.

-Hablo en serio. Gracias por intentarlo.

-Por favor, estoy seguro de que lo lograremos- alcé mis cejas hacía él ante su tono de certeza- vamos a cambiar de método.

-¿Teníamos un método?- reprimí una risa luego al ver sus facciones endurecerse.

¿A alguien no le gustaba el juego?

-Tampoco estoy jugando, Alexandra.

-Ya, lo siento. ¿Cuál será el nuevo método?

-Cierra los ojos y...

-Olvídalo- le interumpí negando rotundamente con la cabeza.

La vista era para cualquier ser humano el medio más importante para desenvolverse en el exterior, y por ende el más preciado. Por eso, para mí, que no contaba con el tacto, lo era aún más.

No planeaba abandonar eso por solo complacerle a el.

-¡Alexandra! Dijiste que confiarías en mi.