La oscuridad de Hallownest abrazaba a Nox mientras descendía cada vez más en las profundidades del reino, ahora perdido en su propia decadencia. El aire en las cavernas inferiores, conocidas como Cruces Olvidados, estaba denso con un olor rancio y antiguo. Los ecos de criaturas a lo lejos resonaban por los túneles mientras Nox avanzaba con su pequeño aguijón en mano. Aunque el aguijón parecía pequeño y rudimentario, era una extensión natural de su ser, una herramienta con la que se sentía conectado de una manera que no podía explicar.
Los corredores de piedra y musgo que conformaban Cruces Olvidados estaban cubiertos de escombros. Las paredes, agrietadas por el paso del tiempo, parecían estar vigiladas por la presencia de insectos infectados que deambulaban sin rumbo. Nox avanzaba, cada paso una mezcla de instinto y propósito, aunque su mente seguía nublada por las sombras del olvido.
De repente, uno de los insectos apareció entre las rocas. Su cuerpo hinchado y deformado por la infección emitía un brillo enfermizo, su mandíbula chirriaba con un sonido espantoso mientras se lanzaba hacia Nox. Sin titubear, el receptáculo levantó su aguijón y, con un movimiento rápido, lo atravesó. El cuerpo del insecto cayó al suelo con un chasquido húmedo. Nox retrocedió un paso, observando los restos, su rostro inexpresivo. No había placer en la muerte, sólo necesidad.
Otro insecto se lanzó desde un túnel cercano, pero Nox ya estaba preparado. Con un giro ágil, esquivó el ataque y perforó a la criatura en un solo movimiento preciso. El aguijón atravesó su exoesqueleto corrupto, y el cuerpo sin vida se desplomó. La infección, lenta pero inevitable, había deformado a esas criaturas, pero Nox sabía que debía seguir adelante. Hallownest no le daría tregua, y las respuestas que buscaba estaban más abajo.
—Tengo que seguir... —murmuró Nox para sí, su voz resonando en los túneles vacíos.
Avanzó más profundamente en Cruces Olvidados, sorteando más insectos infectados que deambulaban sin rumbo. En su mente, las imágenes fragmentadas de su misión seguían apareciendo, aunque no con la claridad suficiente como para comprenderlas del todo. Había algo en lo profundo del reino que necesitaba encontrar, algo que debía hacer, aunque los detalles escapaban de su comprensión.
Después de caminar un tiempo, Nox llegó a una caverna más amplia. La luz era tenue, filtrándose a través de las grietas en el techo. Allí, en el fondo, pudo ver una figura diminuta, sentada con las piernas cruzadas y escribiendo con entusiasmo en un pergamino. El sonido de su pluma raspando el papel llenaba el aire, acompañado de una serie de pequeños murmullos y tarareos.
Nox se acercó con cautela, su aguijón listo por si se trataba de una trampa. Pero la figura no mostró señales de peligro. A medida que se acercaba, la voz del extraño se hizo más clara.
—Hmm? —La figura alzó la vista— Ah, hola. ¿Has venido a explorar estas preciosas aunque viejas ruinas?
Nox, aún desconfiado, observó al insecto. Parecía despreocupado, como si las ruinas de Hallownest no fueran más que un lugar para disfrutar. Llevaba consigo una enorme mochila y varios pergaminos enrollados, algunos con mapas claramente visibles.
—Si es así, ignórame —continuó el insecto, riendo suavemente—. Me encanta explorar. Perderse y volver a encontrar el camino es un placer como ningún otro.
Nox lo miró sin comprender del todo. ¿Cómo podía alguien encontrar placer en perderse en un reino lleno de muerte y desolación?
—Tú y yo tenemos una suerte increíble. Soy cartógrafo, y ahora mismo estoy dibujando esta zona. —El insecto se levantó y mostró uno de los mapas que había estado trazando—. ¿Te gustaría comprar lo que llevo hasta ahora?
Nox lo observó en silencio por un momento, pero algo en la tranquilidad del cartógrafo le inspiró confianza. Decidió que un mapa sería útil si seguía adentrándose en las profundidades del reino.
—Sí, lo necesito —respondió Nox, su voz resonando con eco en la caverna.
El cartógrafo sonrió ampliamente y extendió el mapa.
—Por cierto, ni siquiera me he presentado, ¿verdad? Te pido disculpas —rió—. Cuando pasas mucho tiempo por tu cuenta, sin otra compañía que tus pensamientos, se te olvidan los modales al conversar. Me llamo Cornifer, y siempre me ha encantado explorar el mundo.
Cornifer le entregó el mapa, y Nox lo desplegó, estudiando las marcas que mostraban caminos y cavernas.
—En cuanto eclosioné el huevo, me eché a andar y dejé a mis hermanos, hermanas y a mi pobre madre atrás. Por eso, en cuanto pude, me mudé con mi esposa a Bocasucia —continuó Cornifer, hablando animadamente mientras Nox examinaba el mapa—. Un reino vasto e interminable que explorar justo delante de casa. ¿Quién podría resistirse?
Nox no respondió, aún concentrado en las rutas que Cornifer había trazado. Pero las palabras del cartógrafo sobre su esposa llamaron su atención.
—Mi esposa, Iselda, ha abierto una tienda de mapas en Bocasucia —dijo Cornifer—. Vende todo tipo de cosas útiles a viajeros como tú. Incluso algunos de mis mapas antiguos, si te interesan.
Nox levantó la vista. La idea de tener más herramientas para guiarse en las profundidades le parecía prudente.
—Una tienda en Bocasucia... —murmuró—. Eso podría ser útil.
Cornifer asintió alegremente.
—Sí, sí. Ella vende brújulas también. Un mapa puede ser útil, pero él solo no te va a decir dónde estás. Si ubicarte no es lo tuyo, sugiero que compres una brújula a mi mujer, Iselda. Le alegrará verte por ahí, estoy seguro.
Nox enrolló el mapa y lo guardó entre sus ropas. Sabía que necesitaría cada ventaja que pudiera conseguir si iba a sobrevivir en las profundidades de Hallownest.
—Gracias por el mapa —dijo Nox—. Lo necesitaré.
—No hay de qué, joven explorador —dijo Cornifer, regresando a su tarea—. Bueno, te dejaré seguir con tus viajes. Con algo de suerte, volveremos a vernos. ¡Cuídate y que te vaya bien!
Nox asintió y se preparó para seguir su camino. Cornifer parecía tan despreocupado, como si la infección y la muerte que rodeaba el reino no lo afectaran en absoluto. Mientras Nox se adentraba más en Cruces Olvidados, no podía evitar preguntarse cómo alguien podía mantener esa ligereza en un lugar como Hallownest.
Con el mapa ahora en su poder, Nox se sentía ligeramente más seguro. Sabía que todavía quedaba mucho por recorrer, pero al menos ahora tenía una dirección. La misión que le había sido encomendada, aunque aún fragmentada en su mente, empezaba a tomar forma.
—Caelum... —murmuró, el nombre de su hermano resonando en la oscuridad.
Avanzando por los pasadizos de Cruces Olvidados, Nox se preparaba para enfrentar lo que fuera que le aguardaba más adelante.

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Hollow Knight - La Última Guardiana T1 y T2
FanfictionEste fanfic toma inspiración del universo de Hollow Knight, pero no sigue el lore oficial del juego. Aquí, la Vasija Pura será llamada Caelum, y Elyra será el nombre de la protagonista. Los eventos y detalles de los personajes han sido reimaginados...