Capítulo 33: Un Respiro en la Oscuridad

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Nido Profundo parecía interminable, una red de túneles y cavernas que serpenteaban hacia lo más profundo del reino. Las criaturas que lo habitaban no daban tregua, obligando a Nox a mantener su guardia alta mientras avanzaba.

Finalmente, después de un arduo combate contra un grupo de Escupidores de Seda, Nox encontró una entrada parcialmente oculta por telarañas densas. La sensación que emanaba de ese lugar era diferente, menos opresiva, casi reconfortante. Decidió investigar.

Al entrar en la cueva, un suave brillo llenaba el espacio. Frente a él, un lago tranquilo reflejaba la tenue luz de una fuente desconocida. Al acercarse, Nox sintió un alivio inmediato, como si la tensión en sus músculos desapareciera. Elyra, desde el collar, habló en un tono asombrado.

—Nox... este lugar se siente diferente. ¿No lo notas?

Él no respondió, pero asintió ligeramente. Se inclinó hacia el agua, dejando que sus dedos la tocaran. Una sensación refrescante y revitalizante recorrió su cuerpo. Era como los bancos donde había descansado antes, pero incluso más poderoso.

—Es... curativa —murmuró para sí mismo.

—Un lugar así, en medio de tanta oscuridad, parece un milagro —dijo Elyra, casi en un susurro.

Mientras Nox se levantaba, una voz familiar rompió el silencio.

—¡Hola, hola!

Nox se giró rápidamente, con el Aguijón listo, pero bajó la guardia al ver a Quirrel, el explorador errante, sentado junto al lago.

—Qué emoción haber encontrado un lugar tan cómodo y cálido en la guarida de las bestias —dijo Quirrel, levantando una mano en saludo.

Nox se acercó lentamente, observando cómo Quirrel sumergía sus patas en el agua con una expresión de satisfacción.

—Es un lugar feroz, de eso no hay duda —continuó Quirrel, mirando a su alrededor con calma—. Supuestamente, hay un pueblo en las profundidades de la madriguera. Sus habitantes nunca aceptaron al rey de Hallownest.

Nox se sentó cerca del borde del agua, dejando que sus pensamientos se calmaran por un momento.

—¿Un pueblo? —preguntó finalmente.

Quirrel asintió, sus ojos brillando con curiosidad.

—Eso dicen las historias. Pero no son un pueblo común, claro está. Aquí, todo está envuelto en sombras, y esos habitantes... bueno, no son precisamente hospitalarios.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Nox, observando al escarabajo con cautela.

Quirrel sonrió, su expresión llena de serenidad.

—Explorar, como siempre. Mi camino me llevó hasta aquí, y este lago es una parada maravillosa, ¿no crees?

Elyra, quien había estado escuchando en silencio, intervino.

—Este Quirrel parece bastante despreocupado para alguien que recorre un lugar tan peligroso...

Nox no respondió, pero compartía el pensamiento.

Quirrel levantó la vista, observando el Aguijón Onírico que colgaba de la mano de Nox.

—Ese arma que llevas... parece diferente a las demás. ¿Qué propósito te trae aquí, joven viajero?

Nox miró el Aguijón, su mirada distante.

—Busco algo... o a alguien.

Quirrel inclinó la cabeza, intrigado.

—Un propósito misterioso. Quizá sea ese el motivo por el que compartimos el mismo camino. Este lugar tiene secretos profundos, muchos más de los que puedo comprender.

Hubo un momento de silencio entre ellos, interrumpido solo por el suave chapoteo del agua.

—¿Por qué no te unes a mí un rato? —ofreció Quirrel, señalando el lago—. Estas aguas son fantásticas para mis cansadas patas.

Nox lo observó por un momento antes de aceptar. Se sentó al borde del lago, permitiendo que el agua tocara sus pies. Una calma inesperada lo envolvió.

Elyra habló suavemente.

—Nox, este momento... tal vez sea bueno que te tomes un respiro. Has estado luchando sin descanso.

Quirrel rompió el silencio una vez más.

—¿Sabías que algunos creen que este lugar fue bendecido por algo antiguo? Algo que una vez protegió a Hallownest. Pero esas son solo historias, ¿verdad? —rió ligeramente, como si no esperara una respuesta.

Después de un rato, Nox se levantó, ajustando su equipo.

—Debo continuar.

Quirrel lo observó con una leve sonrisa.

—Un viajero incansable, como siempre. Espero que encuentres lo que buscas. Y si alguna vez te cansas de este camino, recuerda este lago. Todos necesitamos un refugio de vez en cuando.

Sin más palabras, Nox se adentró nuevamente en los túneles oscuros, dejando atrás a Quirrel y el lago curativo. Elyra, desde el collar, susurró con un tono reflexivo.

—Ese Quirrel... parece saber más de lo que dice.

Nox no respondió, pero su mente estaba llena de preguntas. Mientras avanzaba, el aire se hacía más pesado, y la sensación de ser observado lo acompañaba en cada paso. El pueblo en el corazón de Nido Profundo lo esperaba, y con él, posiblemente otro fragmento del pasado olvidado de Hallownest.

Hollow Knight - La Última Guardiana  T1 y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora