Capítulo 25: Un Nuevo Propósito

3 1 0
                                    

Elyra flotaba tras Nox mientras él se acercaba a la salida de la cámara subterránea. La luz etérea que la envolvía parecía brillar con menos intensidad cuando intentó atravesar el umbral. De repente, un destello surgió frente a ella, y una barrera invisible la detuvo, haciéndola retroceder unos centímetros en el aire.

—No puedo salir... —dijo con un tono de preocupación mientras extendía una mano hacia el límite invisible.

Nox se giró, observando el resplandor que envolvía la entrada. Su mirada neutra no mostraba sorpresa, pero se acercó para inspeccionar la barrera. Con su aguijón en mano, intentó golpearla, pero el arma rebotó como si hubiera impactado contra una pared de energía sólida.

—¿Qué es esto? —preguntó, golpeando una vez más sin éxito.

Elyra suspiró, mirando la barrera con frustración.

—Es una barrera onírica. Fue creada para asegurar que mi cuerpo permaneciera protegido... y parece que yo también estoy atrapada en su alcance. No puedo alejarme demasiado de mi forma física.

Nox observó la barrera nuevamente. A pesar de su fuerza y sus habilidades, sabía que esto estaba más allá de su comprensión.

—No puedo destruirla —admitió, guardando su aguijón con un movimiento firme.

Elyra asintió con resignación, aunque sus ojos mostraban una chispa de esperanza.

—No esperaba que pudieras hacerlo. Pero... hay alguien que podría ayudarnos.

Nox la observó con interés.

—¿Quién?

Elyra se llevó una mano al mentón, sus pensamientos navegando entre los fragmentos de recuerdos que aún permanecían claros en su mente.

—Fue hace mucho tiempo... La vidente. Ella fue quien creó el sello que contiene a Caelum y a Radiance en el Templo del Huevo Negro. Si alguien entiende este tipo de energía, tiene que ser ella.

Nox cruzó los brazos, procesando la información.

—¿Sabes dónde está? —preguntó, directo como siempre.

Elyra negó con la cabeza, su expresión mostrando cierta culpa.

—No lo sé. Desde mi sueño, perdí toda conexión con el mundo exterior. Podría estar en cualquier parte... pero si sigues explorando Hallownest, estoy segura de que encontrarás alguna pista.

La luz del collar que Nox llevaba al cuello brilló levemente, como si respondiera a las palabras de Elyra. Ella extendió una mano hacia él, sus ojos llenos de determinación.

—Escucha, Nox. No puedo acompañarte físicamente, pero gracias a este collar, siempre estaré contigo. Podrás escucharme y, si es necesario, verme. Pero... bajo ninguna circunstancia te lo quites. Si lo haces, nuestra conexión se romperá, y no podré guiarte.

Nox asintió, tocando el collar con una mano.

—Entendido. No me lo quitaré.

Elyra sonrió suavemente, flotando hacia él con movimientos gráciles.

—Gracias, Nox. Estaré aquí, en las ruinas, esperando tu regreso. Y recuerda... no estás solo en esto.

El joven receptáculo dio un paso hacia la salida, pero antes de partir, se detuvo. Giró ligeramente la cabeza hacia Elyra, sus ojos vacíos mostrando un destello de algo que casi parecía gratitud.

—Volveré con respuestas —dijo con firmeza, antes de desaparecer entre las sombras del pasillo.

Mientras la figura de Nox se desvanecía en la distancia, Elyra flotó de regreso hacia su cuerpo dormido, observándolo con una mezcla de melancolía y esperanza.

—Ya no eres un niño... eres todo un jovencito ahora —murmuró, una sonrisa nostálgica cruzando su rostro mientras recordaba al pequeño Nox que solía seguir a Caelum a todas partes.

De repente, un nombre emergió de las profundidades de su mente, como un susurro olvidado que se hacía presente de nuevo: Nyxoria.

—Nyxoria... —murmuró, sus ojos cerrándose mientras el nombre traía consigo una oleada de calma y un vago recuerdo de palabras antiguas.

Sin darse cuenta, comenzó a recitar un rezo que hacía mucho tiempo había aprendido:

Nyxoria, guía de la dualidad, madre de la luz y la sombra... protege a aquellos que caminan entre ambos mundos. Concédeles fortaleza en la oscuridad y claridad en la luz. Sé el equilibrio que los sostenga cuando todo lo demás falle.

Las palabras fluyeron de sus labios como un eco distante de una vida anterior. Cuando terminó, abrió los ojos y dejó escapar un suspiro, sintiendo una paz momentánea.

—Espero que tu camino esté protegido, Nox... y que encuentres las respuestas que necesitamos. —Dijo en un susurro, mientras regresaba a la vigilia de su sueño, vigilando su cuerpo y esperando el regreso del joven receptáculo.

Hollow Knight - La Última Guardiana  T1 y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora