La joven guerrera, ágil y decidida, continuaba su feroz asalto contra Nox. Su aguijón, largo y afilado, se movía con una velocidad vertiginosa, trazando arcos letales en el aire mientras intentaba detener su avance. El sonido del acero cortando el viento resonaba entre las enredaderas y los altos helechos del Sendero Verde.
Nox, aunque más lento que su oponente, lograba esquivar con precisión sus ataques iniciales. Pero sabía que no podía seguir así indefinidamente. Cada movimiento de la joven estaba cargado de una destreza inigualable, y aunque sus ataques parecían medidos, era evidente que poseía una fuerza y velocidad considerablemente superiores.
De repente, la joven guerrera, con una mirada desafiante, dio un paso adelante y lanzó su primer ataque: una estocada rápida y directa, su aguijón apuntando al pecho de Nox. Éste giró sobre sí mismo, apenas esquivando el ataque mientras el filo del arma silbaba peligrosamente cerca de su costado.
—Es rápida —pensó Nox mientras intentaba mantener su distancia—. No puedo subestimarla.
La joven no le dio tiempo para recuperarse. Saltó en el aire con una gracia implacable, y lanzó una estocada aérea, su aguijón descendiendo como un rayo. Nox rodó hacia un lado justo a tiempo, sintiendo cómo el aguijón rozaba el suelo donde había estado.
El ritmo del combate aumentaba rápidamente. Hornet, como si estuviera probando las capacidades de su oponente, comenzó a moverse de un lado a otro de la arena, saltando con agilidad y corriendo para cerrar la distancia entre ambos. Nox la seguía con la mirada, tratando de anticipar sus movimientos.
—No tienes oportunidad, fantasma —dijo la joven, lanzando su aguijón con precisión en un lanzamiento. El arma surcó el aire hacia Nox, quien logró esquivar por poco, pero la aguja giró en el aire y regresó hacia ella, forzando a Nox a retroceder una vez más.
Nox sabía que no podía continuar simplemente evadiendo. Mientras ella recuperaba su aguja, él aprovechó el momento para atacar con su propia habilidad. Canalizando el poder que residía en su interior, lanzó un Espíritu vengativo, una explosión de energía que impactó directamente en la joven, haciéndola retroceder por un momento.
Hornet chasqueó la lengua, claramente sorprendida por la intensidad del ataque.
—No está mal —dijo, volviendo a la ofensiva.
Saltó hacia el aire una vez más, pero esta vez, en lugar de una simple estocada, giró en el aire, desatando una tormenta de telarañas. Su hilo brillante se extendió desde su aguijón, cortando el aire en un amplio arco a su alrededor. Nox tuvo que saltar hacia atrás rápidamente para evitar ser alcanzado por los letales hilos.
Pero no dejó de atacar. Cuando la tormenta de telarañas terminó, lanzó otro Espíritu vengativo que impactó de nuevo en Hornet, haciéndola tambalearse. Había infligido suficiente daño para que Hornet quedara brevemente aturdida.
Aprovechando ese momento, Nox cargó hacia ella, atacando con su aguijón. Sin embargo, sabía que no podía durar mucho, ya que cada golpe que recibía la ayudaba a recuperarse.
—Este no es tu reino para salvar —dijo Hornet, poniéndose de pie y retomando su postura—. No dejaré que destruyas lo que queda.
Con un grito de guerra, corrió hacia él, su aguijón avanzando con otra estocada rápida. Nox bloqueó el ataque con su propio aguijón, pero el impacto lo hizo retroceder. Mientras Hornet lanzaba un nuevo asalto, Nox decidió tomar una postura más agresiva.
Su aguijón chocó con el de Nox, un destello de chispas iluminando brevemente el claro. Su postura era firme, pero su mente dudaba.
—¿Es él igual que su hermano? ¿O podría ser... diferente? —El pensamiento la hizo vacilar un instante, lo suficiente para que Nox lograra esquivar su siguiente golpe.
—No puedo permitirme dudar —se recordó a sí misma, renovando su ataque con más fuerza. La sombra de Caelum, el fracaso del reino y las palabras de Vespara pesaban en cada uno de sus movimientos.
En lugar de simplemente esquivar, comenzó a usar su propia técnica de corte descendente. Cuando Hornet lanzó su aguijón en un nuevo lanzamiento, Nox saltó y, calculando el movimiento perfectamente, realizó un corte hacia abajo, rebotando sobre la aguja de Hornet antes de que ella pudiera recuperarla. Fue un movimiento preciso y letal que lo puso en una mejor posición para atacarla.
Hornet, claramente frustrada, lanzó otra tormenta de telarañas, pero Nox ya había aprendido a leer sus patrones. Mientras el hilo cortaba el aire a su alrededor, él aprovechó el tiempo que tardaba en recuperar su energía para lanzarle otro Espíritu vengativo, esta vez apuntando a su costado.
El impacto fue duro, y por tercera vez, Hornet quedó debilitada por el ataque. Pero esta vez, cuando Nox se acercó para terminar la pelea, Hornet lo miró con una furia ardiente en sus ojos.
—He sido indulgente contigo, pero no subestimes mi fuerza —dijo, su voz llena de determinación.
Con un rápido movimiento, recuperó su postura y, usando todo su poder, lanzó una serie de estocadas en rápida sucesión. Nox apenas lograba esquivarlas, pero uno de los golpes le rozó el brazo, dejándole una herida que ardía con el dolor de la lucha.
—No puedo... perder aquí —pensó Nox, sabiendo que tenía que aguantar un poco más.
La joven guerrera, ágil y decidida, continuaba su feroz asalto contra Nox. Su aguijón, largo y afilado, se movía con una velocidad vertiginosa, trazando arcos letales en el aire mientras intentaba detener su avance. El sonido del acero cortando el viento resonaba entre las enredaderas y los altos helechos del Sendero Verde.
Nox, aunque más lento, esquivaba con precisión, pero no podía sostener esa defensa indefinidamente. La joven, con una mirada desafiante, lanzó una estocada al pecho. Nox giró, evitando el golpe por un margen mínimo. Su mente, nublada por la amnesia, no lograba entender del todo la razón de este conflicto, solo que debía seguir luchando.
Hornet, como si midiera sus habilidades, intensificó su ofensiva, lanzando su aguijón con destreza mortal. Nox esquivó y, reuniendo su energía, liberó un Espíritu vengativo que impactó a su oponente, haciéndola retroceder unos pasos.
Por un momento, la batalla pareció cesar. Nox respiraba con dificultad, sin poder comprender por qué el nombre de Caelum había surgido antes en su mente, tan fugaz y distante como un eco. Pero el combate no había terminado. Hornet se levantó, más decidida que nunca, y la danza de agujas continuó con una intensidad creciente.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Hornet dio un paso atrás, respirando con dificultad. Había subestimado a Nox, pero aún no estaba lista para rendirse.
—Eres más fuerte de lo que pensaba, pero esto no ha terminado —dijo, su voz cargada de desafío—. Este reino... necesita ser protegido. Y no permitiré que lo destruyas.
Con esas palabras, Hornet dio un salto hacia las ramas del Sendero Verde y desapareció, dejándolo solo. Nox, herido y exhausto, comprendió que este enfrentamiento era solo el inicio de un peligro mayor.
Mientras observaba el cadáver del receptáculo a sus pies, comprendió que su camino estaba lejos de terminar.
—Debo continuar —se dijo, apretando su aguijón con fuerza.
El Sendero Verde lo había puesto a prueba, pero sabía que lo peor estaba aún por llegar.

ESTÁS LEYENDO
Hollow Knight - La Última Guardiana T1 y T2
FanfictionEste fanfic toma inspiración del universo de Hollow Knight, pero no sigue el lore oficial del juego. Aquí, la Vasija Pura será llamada Caelum, y Elyra será el nombre de la protagonista. Los eventos y detalles de los personajes han sido reimaginados...