(T2)Capítulo 8: Recuperando Fuerzas

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Nox se levantó de la cama con dificultad, sus piernas aún tambaleantes por el esfuerzo reciente y las heridas del combate con la joven guerrera. Aunque su cuerpo aún dolía, su mente estaba clara. La visión de su hermano, Caelum, atrapado en las sombras de la corrupción y el control de Radiance, lo impulsaba a continuar.

Cornifer lo observaba con preocupación desde la esquina de la tienda.

—No te precipites, Nox —advirtió el cartógrafo—. Aún necesitas tiempo para sanar. Estabas gravemente herido.

—Lo sé... —respondió Nox en voz baja, recogiendo su aguijón y asegurándolo a su costado—. Pero no puedo quedarme aquí. Hallownest está cayendo, y no puedo perder más tiempo.

Cornifer suspiró, sabiendo que no había forma de detenerlo. Nox, como muchos otros viajeros antes que él, tenía una misión que no podía ignorar. Pero aún así, el cartógrafo no podía evitar sentir una conexión con el joven receptáculo.

—Si necesitas descansar más, hay un banco afuera, cerca de la entrada de Bocasucia —dijo Cornifer, señalando hacia el exterior—. No es mucho, pero si te sientas allí, podrías sentirte mejor. Es curioso, pero esos bancos parecen tener algún tipo de efecto... restaurador.

Nox asintió. Aunque su determinación lo impulsaba a seguir adelante, sentía la necesidad de recuperar algo de energía antes de aventurarse de nuevo en el peligroso reino de Hallownest.

—Gracias, Cornifer... por todo —dijo Nox antes de salir lentamente de la tienda.

Cornifer lo observó con una sonrisa cansada.

—Cuídate, joven explorador. Y si encuentras más mapas en tus viajes, ¡asegúrate de regresar y contármelo!

Nox salió a las calles desoladas de Bocasucia. La pequeña ciudad seguía tan silenciosa como antes, apenas unas pocas luces parpadeaban en las ventanas de las tiendas vacías. Frente a él, a unos pocos metros de la entrada de la ciudad, estaba el banco que Cornifer le había mencionado. Parecía un simple banco de madera, desgastado por el tiempo, pero algo en su presencia lo llamaba.

Con paso lento y pesado, Nox se acercó al banco y se sentó. El peso de su cuerpo se alivió al instante, y una extraña sensación de calma lo envolvió. Cerró los ojos por un momento, respirando profundamente mientras el dolor en sus músculos comenzaba a disiparse. Algo en ese lugar, en ese banco en particular, parecía restaurar no solo su cuerpo, sino también su mente.

La vida que había sido drenada por la batalla y el agotamiento regresaba lentamente. Las heridas que había sufrido, aunque aún presentes, comenzaron a sanar. Era como si el banco estuviera imbuido de una energía que fluía a través de él, restaurando sus fuerzas.

—Cornifer tenía razón... —murmuró Nox, sintiendo cómo la calma lo envolvía.

Después de unos minutos más sentado, se sintió lo suficientemente fuerte como para levantarse. Su cuerpo, aunque aún no completamente recuperado, había recobrado suficiente energía para continuar su viaje. Nox miró hacia el horizonte, donde la neblina del reino ocultaba los peligros que aún le esperaban.

—Debo seguir... —se dijo a sí mismo mientras se ponía de pie, su aguijón descansando firme en su mano.

Mientras se preparaba para partir, los recuerdos de su reciente encuentro con la joven guerrera, Hornet, seguían frescos en su mente. Ella sabía algo, algo importante sobre el destino de Hallownest y de los receptáculos como él y Caelum. Su advertencia, aunque agresiva, era clara: no permitiría que Nox cumpliera su misión, pero ¿por qué?

Nox frunció el ceño, todavía incapaz de comprender por completo lo que Hornet quería proteger. Pero sabía que no podía detenerse ahora. Si Caelum estaba atrapado bajo la influencia de Radiance, debía encontrar la forma de liberarlo, de salvarlo antes de que la corrupción destruyera lo que quedaba de su hermano.

Con renovada determinación, Nox se dirigió hacia la salida de Bocasucia, pero antes de que pudiera dar el primer paso, la voz de Cornifer lo detuvo.

—¡Espera! —exclamó, acercándose a él con una sonrisa—. Sé que no puedo convencerte de que te quedes más tiempo, pero al menos, lleva esto contigo.

Cornifer le tendió un pequeño pergamino, enrollado y atado con un hilo simple.

—Es un mapa de la próxima zona que explorarás. Te ayudará a orientarte en los caminos tortuosos que quedan por delante.

Nox aceptó el pergamino y lo guardó entre sus ropas.

—Gracias, Cornifer. Esto me será útil.

El cartógrafo asintió, dándole una última mirada antes de que Nox se dirigiera hacia la salida de la ciudad. Mientras atravesaba el arco de piedra que marcaba los límites de Bocasucia, el viento frío del reino lo recibió una vez más, trayendo consigo los ecos lejanos de las ruinas.

Nox sabía que el camino por delante sería peligroso, pero también sabía que no podía detenerse. Hallownest, su hermano Caelum, y el destino de todos los que aún quedaban en el reino dependían de su éxito.

Con su aguijón en mano y el mapa de Cornifer en su bolsillo, Nox se adentró de nuevo en el oscuro y traicionero mundo de Hallownest, sabiendo que su verdadero desafío apenas comenzaba.

Los caminos lo llevarían a más allá del Sendero Verde, hacia las profundidades más oscuras del reino. Y, aunque no lo sabía todavía, su próximo encuentro con Hornet sería decisivo.

Hollow Knight - La Última Guardiana  T1 y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora