Capítulo 12.

6.3K 448 39
                                    

- 12 -

Le di un mordisco a la pizza de peperoni que habíamos pedido recientemente. Me recosté en el sillón.

-Estoy repleta.
Me quejé poniendo una mano en mi abdomen.

Ross río y agarro otro trozo de pizza.

-Pues, tienes que comerte por lo menos 8 trozos más.

Abrí los ojos como platos y solté un bufido.

-¡Tu tienes la culpa por haber pedido 5 pizzas para dos personas!

Volvió a reír y me beso cortamente.
Sus labios eran jodidamente buenos.
Me estaba lastimando a mi misma por mentir más de la cuenta con este tema.

Tendré mucho cuidado de que no se entere nadie más... Pero... ¿El cree que solo novios?

¿Por qué la razón de presentarme a sus padres si es que somos amigos?
O... Hablarme de esa manera tan bonita.

-¿Que somos?

Dije agarrando el control del plasma y poniéndolo en mute. Ross suspiro profundamente y me miro.

-¿Somos amigos... O novios... O...

-Pronto seremos novios preciosa, por eso quiero presentarte a mis padres.

Me guiñó un ojo.
Me entro un terrible escalofrío, tuve que suspirar para no darlo a notar...

Joder.
¿Ahora que hago?
¿Termino con Ed?
Si... Creo que sería lo correcto... Yo no amo a Ross pero intentaría hacerlo...

*

-Ed.
Lo llame poniéndole una mano en el hombro.

Ed me sonrió de oreja a oreja y me dejo un pequeño beso en los labios.

-Tenemos que hablar.

Le dije seriamente.
Esa era la frase típica que las chicas usaban para darle a entender a sus novios que ya no quieren nada con él.

Ed frunció el ceño.
Me tomó del brazo y me guió hasta la cafetería su felizmentemente estaba vacía.

-¿Qué sucede?

Apreté mis puños ligeramente, solté un suspiro y lo mire directamente a los ojos.

-Creo que debemos... terminar, últimamente nos estamos alejando mucho y no creo que esto continúe bien si seguimos así, yo te quiero, pero como amigo... Yo no estoy enamorada de ti Ed.

Solté de repente.
Ed abrió los ojos como platos y tensó todo su cuerpo, de un segundo a otro su rostro se tornó completamente rojo.
Oh no..

-¿Por qué? ¡Nena yo te quiero! -Gritó poniendo sus manos en mi cintura-. ¿¡Alguien te esta manipulando? Porque sí es así mátare a ese jodido pendejo que quiere...

-No, Ed, es decisión mía..
Susurré

Esta vez Ed me empujo bruscamente, casi haciéndome caer al piso. Se despeino el cabello con sus dos manos y lanzo un bufido sonoro.

-¡Bien! Lo que tu digas _______, pero ten en cuenta que apenas te vea con otro idiota luego de esto le romperé los huesos por meterse en nuestra jodida relación,

Termino para luego volver a empujarme. Pude ver como se iba, parecía que estaba dolido. Suspiré.

No importa.
Quiero hacer las cosas bien, se que Ross me quiere de verdad y no quiero decepcionarlo.

Aunque aún así, nadie me puede ver con él en la escuela. No quiero imaginarme de lo que seguirá capaz Ed si se entera que estoy saliendo con el nerd de Ross Lynch.

Limpie rápidamente una pequeña lagrimilla que cayo por mi ojo derecho y me senté en uno de los asientos de la cafetería.

No es que me duela terminar con Ed si no que... no lo se, me hubiera gustado estar con él más tiempo.

Mire a la puerta cuando varias chicas empezaron a llega al igual que chicos, las cocineras ya habían llegado. Pero dudo mucho que hayan visto lo que paso entre Ed y yo.

Me levanté del asiento, salí de la cafetería, no había desayunado, pero tampoco tenía hambre.

Un pequeño recuerdo paso por mi mente. ¡¡La cena con los padres de Ross!!

Demonios,
No había comprado ningún vestido, tendría que pedirle uno prestado a Margo, o si no iría de compras luego de terminar la escuela.

Si, iría con Ross.. Para qué me de sus opiniones sobre el vestido. ¡Si, eso haría!

*

-¿Y este?

-¿No crees que es demasiado formal?

-No quiero ir como una cualquiera a tu casa.

-¡Vale pero tampoco te estoy pidiendo que vayas con un vestido de la reina de Francia!

Puse los ojos en blanco y me dedique a seguir viendo los bonitos vestidos de la Boutique. Todos eran hermosos, por esa razón no sabía cual elegir.

-¿Este? Es amarillo, ¿Te gusta el amarillo, verdad?

Ross arrugo la nariz y lanzo un suspiro, algo me decía que no le gustaba venir de compras.

Abrí mi bolso, agarre mi teléfono y marque el número de Margo.

No me contesto así que decidí llamar a Lacey pero tampoco contestaba, iba a llamar nuevamente a Lacey pero una llamada de Margo me interrumpió.

-¡_______!
Exclamo con la respiración agitada.

-¿Estás bien?

-¡Nuestros padres han vuelto, estoy con ellos ahora mismo, joder tienes que venir si no quieres que te regresen a Nueva York con ellos!

Abrí los ojo como platos
Santa mierda.

-¿Regresarme? Por favor Margo... Ellos mismos decían que estaba bien que viviéramos solas en Los Angeles.

-¡Eso decían antes de que encontraran condones en tu habitación y ropa de Steven en la mía!

-¡¡MIERDA!!

Grité para luego colgar la llamada.
Mire a Ross quien me observaba completamente extrañado.

-¿Qué pasa? Estás muy...

-Vamos a mi casa Ross, conocerás a mis padres.

Dije mirándolo fijamente a los ojos.
Mi mente rogaba para que mi pequeño y plan de último momento funcionará.

Con Ross a mi lado nada malo podría pasar... ¿Verdad?

A menos eso es lo que creo yo.

Enamorado del mal | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora