Capítulo 14.

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No emitía ni una sola palabra, estaba completamente enojada con ellas y también conmigo misma.

Mañana me encargaría de hablar con Ed y solucionar esto, solo espero que funcione.

El timbre sonó, me paré al instante y me dirigí hacia la puerta, la abrí encontrándome con Ross.

Me dio un pequeño beso en los labios, y me dio un ramo de rosas rojas.

-Dios nena, estas hermosa.
Sonreí y besé sus labios nuevamente.

-Te ves muy guapo, gracias por las rosas -Volví a besarlo-. Iré a ponerlas en agua, no me tardo, pasa

Ross asintió.
Me dirigí a la cocina, ignore a Lacey y a Margo mientras llenaba el jarrón de vidrio.

-_______ por favor no te enojes... lo hicimos intencionalmente -Susurró Margo, por su tono de voz sabía que estaba por llorar.

Suspiré y traté de no mirarla.

-No sabíamos que Ed estaba escuchándonos -Siguió Lacey-. Por favor... las tres somos amigas... no podemos pelearnos de esa manera... por favor ______.

Puse las rosas en el jarrón de vidrio y las lleve a la sala principal, tampoco me gustaba estar peleada con ellas, es que simplemente tengo miedo a que Ross descubra cuales fueron mis verdaderas intenciones y todo se vaya a la mierda.

Dejé en jarrón en la mesita de cristal que estaba frente al plasma, agarre mi bolso y miré a Ross

-¿Nos vamos? -Me dijo sonriendo.

-No... digo sí... Ross tengo miedo, ¿Y si no les agrado?

Ross negó con su cabeza riendo.
Se puso a mi altura y beso mi frente sonriendo.

-Todo saldrá perfectamente bien, nena, no te preocupes por nada, mis padres son muy agradables, ¿Vamos?

Asentí luego de un rato aún algo insegura.

*

-Esta delicioso Señora Lynch.
Dije sonriendo.

La mamá de Ross me sonrió tiernamente y respondió:

-Mucha gracias linda, ya te he dicho que solo me digas Stormie.

Sonreí y mordí uno de los ravioles que estaban en mi platos.
La casa de Ross no era en lo más mínimo una casa, era una jodida mansión.

Toda su casa era completamente hermosa, y tenía razón, sus padres eran encantadores, tanto ella como él, al igual que sus hermanos.

-¿Entonces pensaron hacer una banda?
Pregunté mirando a Riker, quien me sonrió.

-Sí -Contesto Rocky-. La llamaríamos R5, pero cuando estábamos escribiendo canciones y todo eso, Rydel no se concentraba por Ellington y Riker con Ross peleaban mucho ¡Oh! Y Ross tenía pánico escénico.

Me reí y miré a Ross quien estaba algo sonrojado, nunca me había llegado a contar eso.

-Por eso nunca llegamos a hacer ninguna banda -Dijo Rydel sonriendo-. Pero aún hay posibilidades, papá tiene muchos contactos y podemos formas "nuevamente" R5, pero obviamente Ross tendría que perder su pánico escénico.

Hice una "O" con mis labios, iba a responderle pero Ross me interrumpió.

-¡Cena acabada! -Exclamo Ross-. ¿_______ nos va...

-¡Deja que se quede rubio!
Exclamó Ratliff haciéndome reír

-¡No seas cabrón Ros!
Dijo Ryland. Stormie lo regaño con la mirada

Ross suspiro resignado y me miro suplicante con la mirada.

¿Por qué se ponía así?
Luego se lo preguntaría.
Iba a acceder a su petición pero Rydel me interrumpió.

-¡Termine! _______, ¡vamos a mi habitación!

Dijo parándose y jalándome del brazo.

-Gracias Stormie, gracias Mark.
Agradecí sonriente.

Ellos dos me devolvieron el gesto junto a sus demás hermanos.

Subimos a la habitación de Rydel corriendo realmente rápido, al llegar Rydel cerró la puerta y sacó un álbum de fotografías.

Fruncí el ceño pero lancé una carcajada al ver se las fotografías eran de Ross de bebé.

-¡Qué tierno!
Grité pasando páginas.

Rydel rió.

-Hey, mañana mi prima se quedará aquí, igual la novia de Ryland Savannah, haremos una pijamada, ¿Quieres venir?

-¡Por supuesto!
Exclamé haciendo sonreír a Rydel.

*

Al llegar a la escuela, me fui directamente a la biblioteca a esperar a Ed. Tome un libro llamado "Romeo y Julieta" ya había visto la película.

Hice como su estuviera leyendo hasta que llego Ed.

-Hola Zorrita -Me dijo sonriendo-. ¿Cómo estas hoy?

-Ed, ¿Qué es lo que quieres? Te daré lo que sea... pero por favor no se lo digas a Ross...

Ed me miro alzando una ceja.
Los nervios se apoderaban de mi cada segundo.

-Escúchame, quiero que hagas todas mis tareas, que me cubras si es que me mandan a la dirección y cuando yo te llame, irás a mi casa y tendrás que saciar mis necesidades, Zorrita.

Abrí mis ojos como platos.
Negué con mi cabeza al instante.
Mierda. No quería volver a acostarme con Ed.

-Ed por favor... No puedo acostarme contigo si es que estoy en una relación.
Dije al borde de las ganas.

-Lo lamento, eso eso a cambio de mi silencio.

-Ed por favor...
Rogué.

Iba a llorar, podía sentir mis ojos húmedos.

-Bien, si no aceptas buscare inmediatamente a Ross y le contaré lo que planeabas.

Se dio la vuelta.
Ed sonrió cuando lo tome del brazo.

-De acuerdo -Una lágrima resbaló por mi mejilla-. Lo haré...

Enamorado del mal | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora