Capítulo 25.

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- 25 -
Capítulo Final.

-¡Eres...

-¡Despreciable!

Imité las palabras de Ross riéndome.
Ross también río, aunque sabía que estaba molesto.

-¿Sabes que mi cabello vale oro, verdad?

-¿Oro falso? Por supuesto.

Di una sonora carcajada.
Ross me quitó el sirope que tenía en las manos, justo el que le había derramado en su perfecto cabello e hizo lo mismo, excepto que el frío líquido resbalo por mi rostro.

-Mier...

Me callé al recordar que Olivia estaba enfrente de nosotros.

-¿Decías?

Dijo Ross burlón.
Gruñí, fui al baño para lavarme el rostro, tendría que tomar un baño para quitar todo el chocolate de mi cabello.

Hice una mueca de asco y volví a la cocina. Cargué a Olivia en mis brazos.

-¡Tía!
Exclamó con su pequeña sonrisa.

Sonreí y le di un beso en la mejilla.
Había pasado exactamente un año y tres días desde que Margo tuvo a su primera hija, sus padres la dejaron volver a Los Angeles antes de que Olivia cumpliera su primer año.

Era idéntica a ella, rubia, con unos bonitos ojos color caramelo, labios rojos y una nariz normal. Era hermosa.

Mientras tanto Ross y yo mañana celebraríamos nuestro primer aniversario. Es increíble como el tiempo puede pasar tan rápido.

-Olivia, di Ross.

Pusé los ojos en blanco.

-Ross, solo tiene un año, solo puede decir palabras con dos sílabas fáciles.

Ross río.

-Deberías lavarte el cabello.

Imbécil.
Volví a cargar a Olivia y la dejé en su cuarto de juegos.

Margo volvería de su trabajo en media hora, y Lacey regresaría de la peluquería también en media hora.

Me senté en el sillón junto a Ross.

-¿Qué te parece si los dos nos...

-¿Bañamos juntos? Ni lo pienses,

Dije con una sonrisa traviesa en los labios.

Ross me jalo de los brazos. Bufé sonoramente,

-Me encantas cuando estas enojada nena.

Sonreí olvidándome del sirope en mi cabello un momento.

Le guiñé un ojo mientras me mordía el labio inferior.

*

Besé sus labios una vez más.
Deje que sus manos recorrieran mi cuerpo desnudo.

Rodee sus caderas con mis piernas.
Ross me besó el cuello.

-Aún no entiendo como es que seguimos aquí, juntos.

Susurré mirándolo a los ojos.

-Sabes que te amo preciosa.

Tomó mi rostro entre sus manos y me dejo un besó en los labios, sonreí.

-Lo se Ross pero... He hecho tantas cosas malas, hasta incluso mate a Clara...

Susurré apenada.
Ross volvió a besarme pero esta vez con más intensidad.

-No me importa lo que hayas hecho, el pasado está en el olvido nena, vivamos el presente y el futuro -Sonreí sin mostrar los dientes-. Te adoro nena...

Lo abrace para luego darle un beso en la mejilla.

-Y yo a ti Ross...

Susurré acariciando su rostro.

Enamorado del mal | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora