Fachada | Rivers GG

CAPÍTULO 28 - Complicaciones inesperadas

Los Ángeles - Estados Unidos 

( 10 días para navidad )

Desenrolló un par de metros del cable en el carrete de luces navideñas, frunciendo el ceño mientras intentaba descifrar cómo colocarlas sin tumbar las esferas.

—Lauren— Ariana salió del pasillo de las habitaciones, mirando a su hermana trepada en la escalerilla frente al árbol con un gran signo de interrogación en el rostro. Estuvo a punto de reír, pero sabía que las burlas solamente causarían que Lauren desistiera de adornar, por lo que se contuvo —, se supone que pongas las luces antes que los adornos. 

—¿Y se te ocurre decirme eso hasta ahora?— Lauren suspiró, sonriendo al oír una sutil risa de su hermana, y bajó para colocar el carrete sobre el sillón. De pronto se escuchó el timbre, pero Lauren ya estaba subiendo por la escalerilla de nuevo, con la idea de comenzar a retirar los adornos —. Aria, abre. Es Camila. 

En cuanto la puerta se abrió, ambas se abrazaron a manera de saludo. 

—Hasta que por fin llegas— comentó Lauren en la cima de la escalera, escuchando el repiqueteo de los tacones en sus botas acercarse a la estancia.

—¿Cómo es que se te ocurrió poner los adornos antes de las luces?— se burló Camila, dejando las bolsas que llevaba en las manos sobre uno de los sillones, y comenzó a retirar su abrigo.

—Ya entendí, pueden dejar de mencionarlo cada diez minutos— se quejó Lauren volviendo a bajar de la escalera con los brazos llenos de los adornos que anteriormente le había costado tanto trabajo colocar en el árbol. Al llegar al suelo, hizo un gesto con la barbilla hacia las bolsas en el sillón —. ¿Qué es eso?

—Estos— Camila colocó su abrigo sobre el respaldar del sillón, tomando las dos bolsas que había llevado, una en cada mano, y luego extendió una en dirección a cada hermana —, son sus regalos.

—¿Sí eres consciente de que navidad es hasta dentro de semana y media, no?— rio Ariana, tomando su bolsa. 

Lauren tomó también la bolsa roja que estaba extendida hacia ella, viendo el enorme Santa Claus barbón en uno de los costados.

—Sí, por eso es que no los abrirán hasta navidad. En lo mientras, se van a quedar debajo del árbol— ambas hermanas se quejaron, haciendo que la modelo riera —. Dejen de quejarse, tenemos mucho qué adornar. 

Y eso hicieron. Ariana se dio a la tarea de colocar espesas y verdes guirnaldas alrededor de las ventanas y marcos de las puertas. Camila, por su parte, acomodó pequeños floreros con nochebuenas distribuidas en las superficies del apartamento. Lauren, por otro lado, tuvo que seguir batallando con el árbol y la gran cantidad de adornos. 

Luego del incidente que habían tenido en el departamento de Ariana, Camila las visitaba casi a diario, y prácticamente había insistido en que tenían que decorar el loft para navidad. Así que sin lugar a negaciones, las tres recorrieron tienda tras tienda en los últimos cuatro días para comprar adornos navideños. Era por eso que, pocos días antes de navidad, el apartamento se encontraba repleto de bolsas con adornos dorados. 

Estar con Ariana de nuevo había traído paz para Lauren. Día con día, era capaz de verla mejorar. Ariana realmente se estaba esforzando por volver a ser lo que era antes. Y, de alguna manera, tener a Camila ahí contribuía a ello. Camila era como un  respiro de aire fresco después de una tormenta de arena. Mirándola reír con Ariana, desde la cima de la escalera, Lauren no pudo evitar sonreír. No era especialmente fanática de adornar, y conforme los años habían pasado, se había vuelto cada vez menos entusiasta de la navidad, pero definitivamente ese año comenzaba a sentirse diferente. Quizá finalmente estaba sanando.