Durante una hora estuvimos haciendo repeticiones y calentamiento para la rutina de la final, ya casi eran las nacionales y teníamos que estar listas, coach Sylvester no nos iba a dejar descansar hasta que estuviéramos perfectas pero no me quejaba, estar en las cheerios me servía de distracción.
Ya íbamos a acabar y había tenido que lidiar con Santana durante una hora, las dos nos comportábamos porque ambas queríamos estar en las cheerios, era algo que teníamos en común y si alguna hacia un escándalo sabíamos que coach Sylvester no se iba a tocar el corazón para sacarnos.
Faltaban 10 minutos para que la práctica a acabara y Santana estaba empezando a molestarme, yo seguía ignorándola hasta que nos tocó hacer abdominales, yo fui primero y ella se estaba encargando de hacerme enojar
-¿cuántas son?- dije tratando de mantener el ritmo y que no se me fuera el aire
-cincuenta- ella me estaba sosteniéndome los pies con las manos
-¿cuántas llevo?
-Ay linda creo que perdí la cuenta- rodeé los ojos, lo estaba haciendo apropósito
-bueno no importa, creo que llevaba como treinta
-yo creo que deberías volver a hacerlas- dijo ella soltando mis pies y dejé de hacer las abdominales
-pero te estoy diciendo que llevaba como treinta, no hay necesidad de volver empezar
-yo creo que si- suspiré y volví a recostarme
-¿no estarás haciendo esto apropósito ¿no?- le dije volviendo a empezar solo que esta vez yo también estaba contando. Me estaba muriendo, ella solo veía para todas partes mientras me sostenía los pies para tratar de que no los levantara, estaba muy cansada y sudando. Después de unos minutos acabé y Santana me volteó a ver
-¿ya te cansaste?- dijo sonriendo porque coach Sylvester nos estaba viendo
-ya acabe- le dije zafando mis pies de sus manos
-claro que no
-si, yo me las conté porque sabia que tu no lo estabas haciendo
-si estaba contando Rachel, te falta la mitad
-¿qué? Estas loca- le dije levantándome y ella también lo hizo -te toca hacerlas
-no, no las hiciste completas
-si las hice y hasta hice más porque tu no me contaste las que había hecho antes
-no mientas Rachel, ya se que gusta mentir pero este no es el momento para hacerlo- suspiré fulminando con la mirada, se estaba refiriendo a Finn y se había encargado de subir su tono de voz para llamar la atención de todos
-ya basta, si las hice y no pienso volver a hacerlas solo porque me tienes envidia
-¡Ja! Ay Rachel, tonta Rachel- dijo dado un paso hacia mi - a ti no hay nada que envidiarte, eres nadie
-¡ya cállate!- le grité y noté como miss Sylvester se estaba levantando para caminar hacia nosotras
-dime Rachel ¿cómo esta Finn?
-¡ya basta!- le dije acercándome mas a ella -estas loca, ya déjame en paz
-¿ya te contó que tiene nueva novia? ¿qué eres tan fácil de superar que no le costo trabajo conseguirse a otra?
-estas mintiendo- le dije tratando de mantener la cordura, ella solo estaba mintiendo para molestarme
-no, no lo hago, aquí la que miente eres tu ¿recuerdas?, quién lo iba a decir ¿no? Finn el don nadie con nueva novia
-¡mientes!
-¡no!- gritó ella y todas se acercaron para separarnos pero eso no me había impedido de darle una cachetada e inmediatamente ambas habíamos recibido un grito de miss Sylester diciéndonos que quería vernos en su oficina. Las dos nos habíamos perdido la junta de glee por estar en la oficina, después de un rato nos dejó ir y corrí a la biblioteca, ahí casi no había nadie que me conociera así que podía estar sola, me escondí atrás de uno de los estantes con libros y me senté
Coach Sylvester nos había corrido de las cheerios, ya no era nadie, justo como lo había dicho Santana. Escuché como sonaba el timbre, tenía clase de español y no quería ir, no podía, en esa también estaba con Finn. necesitaba un cigarro pero no podia fumar ahi
Después de unos minutos ya había dejado de llorar y me iba a levantar para ir a mi casillero a cambiarme, coach Sylvester nos había pedido que le regresáramos el uniforme antes de salir de clases pero alguien me impidió pararme
-¿Rachel?
-vete Finn- le dije levantándome sin siquiera mirarlo
-¿qué te pasa?- el entró al pasillo donde yo estaba caminado hacia mi
-déjame pasar
-¿qué tienes?
-nada solo...- suspiré- ha sido un mal día
-¿puedo ayudar?
-no, no puedes
-Rachel....
-¿qué?- le dije molesta- ¿qué quieres? Decirme que te robé la personalidad? ¿qué me odias tu también?- le dije quebrándome una vez más
-no te odio
-bien- le dije limpiándome las lagrimas -¿me dejas pasar?
-no hasta que me digas que pasó
-todo es un desastre- dije negando con la cabeza, todos al parecer me odian y tienen la razón
-¿qué pasó?
-¿de verdad quieres saber?- él asintió con la cabeza y volví a sentarme en el suelo recargándome en los libros, él se sentó junto a mi
-Me sacaron de las cheerios por culpa de Santana
-¿estas bien?
-no, no lo estoy- me recargué en su pecho y el me rodeó con sus brazos -todo se hecho a perder y es mi culpa, cerré los ojos dejando caer las lágrimas -nadie me cree, todos le creen a ella, estoy segura que puso a todas las cheerios en mi contra porque votaron porque to me fuera, al final nos sacaron a las dos pero no es justo, yo ni siquiera hice nada, ella y sus mentiras... ya no importa
Finn solo estaba en silencio escuchándome- ¿ahora me puedes decir quien te dijo so sobre mi?- preguntó y y me alejé de él
-¿qué?- dije limpiándome las lágrimas
-lo de la personalidad y esas cosas, porque no son ciertas Rachel
-no importa, aunque lo niegues yo se que te estoy haciendo pasar un mal rato aparte no quiero que esa persona me odie mas
-¿fue Sam?- negué con la cabeza -lo que él te haya dicho es mentira Rachel, no me arrepiento de nada que pasamos
Nos quedamos viendo por un momento pero yo negué con la cabeza -me tengo que ir
-¿quieres que te acompañe?- me dijo ayudándome a levantar
-no, me quedé de ver con Mercedes... gracias por... por escucharme y eso- le dije sonriendo desganada
-cuando quieras- sonrió de lado ladeando un poco la cabeza
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Enséñame [EDITANDO]
Romance10 personas 2 habitaciones Rachel Finn Chico bueno Niña rebelde Atrapados en una casa sin salida por una semana...