Impotencia

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RACHEL'S POV

-Rachel tal vez se trata de una confusión... O un mal entendido- dijo Mercedes y exploté

-nada de una confusión, alguien lo puso ahí para inculparme. ¡o sea es obvio! no es como que voy a robar algo y lo voy a dejar en mi mochila a plena vista de todos- por más que hablaba parecía que nadie me escuchaba, ni siquiera me miraban -Kurt diles que yo ni me acerqué- dije acercándome a Kurt

-¿Kurt?- insistió Mercedes

-bueno, o sea si hablamos pero no toda la junta, además tú dijiste que ganas no te faltaban de quitarle el boleto a Quinn

-¡Ay no puede ser!- grité- ¡al igual que tú dijiste que estabas celoso de ella y eso no quiere decir nada!

-pero el boleto apareció en tus cosas y no en las de Kurt- intervino Santana

-¡tú cállate, tú me hiciste eso!- le dije tratando de llegar a ella pero Finn se levantó y me detuvo -Finn ¿tú si me crees no?- él bajo la mirada -¡Finn!

-aparte...- quería volver a hablar Santana

-¡ya cállate!- dije Mercedes pero Mr. Schue la interrumpió

-Rachel, Mercedes basta, ¿qué decías Santana?

-Yo misma escuché como Rachel hablaba con Quinn sobre el boleto en la biblioteca y se notaba lo celosa que estaba y eso concuerda con lo que acaba de decir Kurt

No me importaba lo que estuvieran diciendo yo solo miraba con el ceño fruncido a Finn que solo volteaba a ver el piso. No me creía.

-¿saben qué? ¡Váyanse al diablo todos! Cuida tu estúpido boleto- dije metiendo mis cosas de nuevo en mi bolsa -¡y tú me las vas a pagar! - le grité a Santana mientras tomaba mi bolsa- ¡renunció, no quiero estar aquí, se acabo!- grité mirando a Finn por última vez para salir por la puerta sin intención alguna de regresar

Cuando cerré la puerta me quedé un segundo ahí, mirando la pared asimilando lo que acababa de pasar, estaba harta, todos se podían ir muy lejos.

Salí del edificio y me subí a mi coche. Mi celular no paraba de sonar, era Mercedes. Le colgué para después apagarlo. Salí del estacionamiento y me fui directo a mi casa, era el único lugar en donde podía estar sola porque mis papás estaban trabajando

Llegué a mi casa y subí directo a mi cuarto, empujé la puerta y aventé mis cosas corriendo a buscar en el buró junto a mi cama mis cigarros.

Saqué la cajetilla y me metí al baño, abrí la ventana prendiendo el primer cigarro, disfrutándolo. Desde que estaba saliendo con Finn lo había dejado porque sabía que a él no le gustaba pero mis niveles de ansiedad en ese momento eran inhumanos.

Maldita Santana y malditos todos, todo se me estaba cayendo a pedazos y ni siquiera sabía que había hecho mal.

Pronto el cigarro se había convertido en cinco y comprendí que estaba mal. Sentía mis piernas débiles y el estomago me dolía.

Le di el último jalón al cigarro para apagarlo. Me miré en el espejo sonriendo, había cambiado un poco, había tratado de bajarle un poco y todo por Finn, ¿para qué? Para que cuando lo necesitara a mi lado solo volteara al piso avergonzado de su novia. Increíble.

Eso se había acabado, ya no iba a mirar atrás como una tonta lamentándome todo el tiempo. Iba a demostrarles a todos lo maldita que era Santana y me iba a demostrar a mi misma que yo era mejor a todos ellos.

Al salir del baño ya estaba más tranquila. Recogí mi bolsa del suelo para buscar mi celular, tenía llamadas perdidas de Finn, de Mercedes y de Kurt. Me acosté en mi cama marcándole a Mercedes, no me contestó

Le iba a marcar a Finn pero no tenía ganas de hablar con él, no me creía y no iba a gastar mi tiempo tratando de justificarme ante la única persona que me debería de creer.

Bajé a la cocina para hacerme algo porque tenía hambre cuando el timbre sonó, ya sabía quién era así que terminé de prepárame mi Sandwich tranquilamente, me senté y me lo comí, disfrutando cada mordida mientras el timbre seguía sonando. Me serví un baso de agua y me lo tomé lentamente mientras me preparaba mentalmente para Finn.

-voy- dije caminando hacia la puerta. Cuando la abrí me hice a un lado dejándolo pasar -creí que tenías cosas que hacer hoy y luego estudiar- le dije caminando hacia la sala con él siguiéndome

-Rachel tenemos que hablar

-la verdad es que yo también tengo que estudiar y así- nos sentamos en la sala pero cada uno en un sillón

-Rachel...

-me siento importante porque dejaste tus planes por mi

-Rachel basta

-tal vez no soy tan insignificante como para que el pobre Finn no me volteé a ver

-¿Rachel qué te pasa? Que estás diciendo

-¿qué quieres Finn? ¿Besarme, andar conmigo, llevarme a tu casa, a comer en un plan perfecto con Sam,  acostarte conmigo?... ¿Y después que? ¿Ya no te va a gustar cuando veas que no soy perfecta? Cuando veas que no es fácil

-Rachel no entiendo

-¿qué no entiendes? ¡Finn me dejaste sola en el glee club!

-¡Rachel el boleto salió de tu bolsa!

-¡¿y qué?! ¡Así te hayan dicho que había un video de mi robándolo tú me tienes que creer a mi! ¿Sabes por qué? Porque soy tu novia, yo te defendí a ti, te escogí a ti. Pero tú sigues con la maldita idea de que me voy a ir por más que te he dicho que te quiero. Pero ya me canse, me harté de sentirme miserable ¿okay? Y eso no me hace un monstruo, me hace alguien que ya no quiero aguantar tonterías. Ahora dime Finn ¿quieres seguir con esto o también te vas a ir?- lo estaba mirando y tenía miedo de que me dijera que se iba a ir.

-¿me vas a decir que si cambiáramos de papel me creerías?

-¡si! Porque te quiero, porque sé que no me mentirías, porque creo mil más en ti que en cualquiera de ellos, pero tú no en mi- No me decía nada, estaba ahí mirando al suelo, justo como en el glee club

-no sé que piensas, no se que pasa por tu cabeza- le dije sentándome junto a él- háblame, no puedo estar haciendo esto yo sola, somos los dos.

-Rachel...- cerré los ojos esperando lo peor

-no me crees- le dije sonriendo triste -no me crees- sentía algo muy pesado en mi pecho

-yo quiero hacerlo pero...

-vete- le dije levantándome

-Rachel podemos solucionarlo, solo te tienes que disculpar y...

-¿estás loco?- era tanta mi impotencia que ni siquiera me había dado cuenta cuando las lagrimas habían empezado a salir -¡no me voy a disculpar por algo que no hice! ¡Yo no fui!- caí cansada en el sillón apoyando mis codos sobre mis muslos y tapando mis ojos con las manos

Sentí como él se sentaba junto a mí y me abrazaba pero yo me zafe de su abrazo

-No puedo hacer esto- le dije levantándome -no puedo estar con alguien que duda de mi

-¿qué estás diciendo?

-se acabo Finn

Enséñame [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora