Me quedé en mi coche como media hora mirando como entraban las personas a la escuela. Tenia ese sentimiento en la panza que no me dejaba salir de mi auto. Sentía que todos me odiaban y que ahora que ya no estaba en las cheerios las cosas iban a ir de mal en peor porque antes tenia mi uniforme, el que me aseguraba seguridad en la pirámide de la popularidad pero ahora, ahora tenia nada.
Salí del coche y me temblaban las piernas, años que no me sentía así de vulnerable. Mientras iba caminando por los pasillos sentía como la gente chochaba conmigo, ahora era invisible sin mi coleta alta y mi falda roja al parecer. No sabia que todas estas cosas me importaban tanto pero lo hacían. Bien dicen, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes y yo había perdido mucho en la ultima semana.
Miré por el pasillo y vi a Mercedes, sonreí y corrí hasta ella
-¡buenos díaaas!- grité atrás de Mercedes y ella azotó la puerta de su casillero por el susto
-¡qué te pasa!- me golpeó el hombro riendo acompañando mi carcajada
-lo siento- dije riendo tratando de controlarme porque nos estaban empezando a ver raro, bueno solo a mi porque Mercedes ya había empezado a caminar –oye espérame- dije cuando la había alcanzado
-¿qué es lo que te ocurre? Me estalla la cabeza y tu me gritas
-oh si es cierto, lo siento
-todavía de que me emborraché por tu culpa...
-ya te pedí perdón por eso- le dije entrando al salón de economía y sentándome junto a ella
-cuéntame ¿ahora si estas muerta?
-no, me levanté tarde para no toparme a mi papá cuando iba al trabajo pero no lo suficiente como para esperar a que mi mamá se despertara, así que simplemente esperé el momento correcto para salir corriendo
-estas loca, tarde o temprano te van a castigar o lo que sea que te tengan preparado, lo sabes ¿no?
-pues si pero...- me quedé callada mirando hacia la puerta
-¿qué? ¿qué ves?- dijo tratando de ver hacia donde estaba clavada mi mirada y cuando lo vio puso la misma cara que yo -¿desde cuando pasó eso? – Eran Puck y Santana tomados de la mano entrando al salón
Rodeé los ojos volviéndome a concentrar en la cara de Mercedes y no en sus estúpidas manos
-que asco- dije cuando pasaron junto a mi lugar y Mercedes me apoyo mirándolos igual o peor que yo
-vendita zorra, tal para cual- me dijo Mercedes
-si, la verdad es que no me importa que anden, lo que me importa es que piensen que si me importa
-¿qué?- dijo riendo –que te valga, tu ya tienes a tu galán- dijo moviendo la cabeza hacia la puerta para que volteara a ver. Era Finn entrando.
Lo miré entrar, él iba distraído hablando con no se quien, la verdad ni siquiera mire, solo lo vi a él sentarse donde siempre sacando sus libros, los mismos de siempre y prestando atención al profesor que iba entrando, como siempre
-cierra la boca niña, o deja de sonrojarte- me susurró mercedes burlándose de mi
-cállate- le dije sonriendo
-Rachel tiene novio- dijo en voz baja, igual que yo lo había echo antes refiriéndome a ella con Sam
-ya- le lancé una bolita de papel para que se callara
-señorita Berry ¿se quiere salir?- como siempre él maestro me vio, siempre a mi pero esta vez no le contesté de mala gana porque había logrado que Finn volteara a verme. Quité la mirada inmediatamente deshaciendo el contacto visual y miré al profesor de nuevo
-no, lo siento
-ultima vez Rachel- volteé a ver a mercedes con mala cara y ella se rio mordiéndose el labio –usted también Jones- dijo el maestro volteado hacia el pizarrón escribiendo
La clase acabó y como sabia que Finn siempre era uno de los últimos al salir, tardé mas de lo normal en acomodar los libros en mi mochila. Solo quedábamos él, una niña y yo, estaba mirando con desesperación a la tipa para que saliera, pero había sido inútil porque todavía se acercó al profesor a preguntarle cosas. Me rendí porque al parecer Finn no se iba a acercar ni nos íbamos a quedar solos así que me levanté para salir
Iba caminando por el pasillo preguntándome porque diablos no tenia un poco mas de pantalones para aceptar que estaba loca por Finn y acercarme yo, cuando un brazo me detuvo
-espera Rachel – volteé para quedar enfrente de Finn, lo bueno era que a veces el tenia mas agallas que yo y podíamos seguir adelante con lo que fuera que estamos haciendo
-hola- sonreí
-hola
-¿y bien?
-¿qué?
-¿qué paso? Me detuviste
-oh si- se rascó la nuca y sonrió de lado –em, bueno yo yo te quería decir que... bueno tu sabes, ayer y todo eso y hoy tu...
-Finn tengo clase...- le dije sonriendo porque se estaba poniendo nervioso y a la vez me sentí aliviada porque había vuelto a ser el Finn de antes conmigo
-oh si claro, bueno si quieres luego, te digo después- dio media vuelta y se fue- sonreí al verlo caminar jugando con sus manos, caminé rápido para alcanzarlo en las escaleras
-espera, dime- le dije poniéndome enfrente de él, un escalón arriba del suyo
-no era nada, solo qu-quería preguntarte si querías que y-yo te ayudara a... estudiar o algo, ya sabes porque me dijiste que tu... - se veía todo lindo nervioso en frente de mi. Solo me incliné para acercarme y lo besé. No fue largo pero se había sentido bien, demasiado bien a comparación de cómo me había sentido durante los últimos días. Nos quedamos viendo hasta que la campana sonó, yo tenia que ir a clase
–me tengo que ir
-bueno –dijo sonriendo y bajé las escaleras para irme corriendo al salón
Volteé hacia tras un momento para verlo y él seguía en la misma posición, ni un escalón mas arriba ni abajo, se sentía bien causar ese efecto en alguien y mas si ese alguien era Finn.
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Los queiroooo
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Enséñame [EDITANDO]
Romance10 personas 2 habitaciones Rachel Finn Chico bueno Niña rebelde Atrapados en una casa sin salida por una semana...